ATAQUE
O CORRECTIVO
El celo es el servidor custodio de la unidad (emocional,
intelectual y motivacional) y, frente a la tensión provocada por cualquier tipo
de amenaza o riesgo de división
emocional (desvincular), división intelectual (desconfiar) o riesgo de división
motivacional (descalificar) aparece el celo protector custodio, a la defensa de
la integridad emocional, intelectual o motivacional.
Esa defensa puede ser correctiva o puede ser agresiva. La
diferencia entre la agresión y el correctivo radica en que el correctivo no
descalifica, no descriteria, no desacredita o, no desvincula al otro, no lo
provoca, no lo tienta a defenderse o a agredir y por lo tanto, no lo agrede
mientras que el ataque es una manifestación defensiva que en su intensidad por defenderse,
desvincula al otro, lo descriteria o desacredita y lo descalifica, lo separa,
lo aísla o abandona. Lo ignora o lo elimina.
En ocasiones puede, y esto está en función del cómo se
interpretan las emociones, o mejor dicho las sensaciones, puede, como decía
antes, interpretarse como agresión a la intensidad correctiva del contrario,
eso ocurre frecuentemente en las salas de clase y en las familias; lo que para
un alumno o un hijo fue una agresión verbal, para el otro fue solo la
manifestación intensa de un correctivo.
El ofenderse o aún mas preciso, la respuesta del ofendido está
en función del estado de maduración del individuo. Por eso es importante el ser
templado en el ajuste y prudente en la elección del postulado. El que se
ofende, predispone una defensa de su desintegración y quien la postula,
manifiesta la insuficiencia en el dominio de las conductas. Por esta razón
conviene almacenar recursos defensivos correctivos y estos recursos son
generalmente comunicativos. Lo que exige de mejorar en el conocimiento del
lenguaje, de los significados y de las sensaciones.
Quien manifiesta rabia no es por que sea malo, es porque está
defendiendo su integridad, pero al defender esa integridad el receptor de la
rabia, debería reconocer su estado de “desintegración”, su desarme, su
desconfianza, su desvinculación y responder con un compadecerse de su dolor.
En teoría se entiende pronto, pero en la practica, generalmente
se asume la actitud celoso-defensiva lógica del incomodo producido por la
tensión proveniente del contrario.
Lo complicado de la defensa es que contiene siempre una dosis de
agresión, la defensa de la integridad nacional es el ataque a quienes pretenden
desintegrarla, pero como antes dijimos la defensa ha de realizarse sin evitar,
abandonar o separarse del otro, sin descriteriarlo, o desacreditarlo y sin
desvincularse de él.
Saludos
Martín
Soria
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