Constitución
Universal
Odiar, mentir o no cumplir con el deber de responder al cumplimiento de
la máxima necesidad valida para todo, destruye la esperanza, la confianza y la
productividad. Destruye el equilibrio en las relaciones humanas, y con ello, la
estabilidad familiar y social. Para evitar estos traumas se debe responder
siempre al cumplimiento completo del deber de resolver, realizar o satisfacer a
la máxima necesidad valida para todo; se deben callar los juicios prematuros,
apresurados o sin fundamento y decir solo la verdad, nada más que la verdad y
aquello que por ser constante o inmanente es siempre y para todo valido, justo
y cierto. Y se debe estar siempre dispuesto a darse incondicionalmente por el
bien del otro que le beneficie y para que beneficie al Todo.
Articulo1-
Todo humano es libre, autónomo, y responsable. Libre de optar por la
alternativa máxima valida para todo o por la alternativa mínima valida para
uno.
Autónomo no en el sentido de ser meramente independiente, autónomo es una palabra compuesta por auto,
de -uno mismo- y nomo que significa – ley, es decir, ser uno mismo con la ley
natural. El ser humano es en ese sentido autónomo porque puede, por si solo,
reconocer el juicio justo en la naturaleza de la razón que justifica una
realidad constante o inmediata, transcendente o intranscendente.
Responsable porque responde
voluntaria e incondicionalmente al cumplimiento del deber máximo exigido por
naturaleza de la máxima necesidad valida.
Decía que todo humano es libre autónomo y responsable, por lo tanto,
tiene el deber de responder siempre al cumplimiento de la máxima necesidad
valida para Todo. Responsable no es aquel que responde a cualquier cosa
innecesaria, no. Hay mucha gente
“responsable” en el cumplir con las necesidades de su empresa y cero
responsables en el cumplir con las necesidades familiares vinculares.
Responsable no es aquel que se pasa toda su vida respondiendo al
cumplimiento de sus propios deseos y que no responde a ninguna de las
necesidades familiares o sociales. ¿Cómo se le llama al individuo “responsable”
que pasó toda su juventud respondiendo a las necesidades de su familia,
trabajando responsablemente todos los días y cumpliendo con todas las
necesidades laborales y familiares, pero que cuando vienen a atacarles los vecinos del país limítrofe se reusa al
llamado de la nación a defender su integridad? Creo que es algo entre cobarde y
traidor, o entre antisocial e irresponsable, podéis ponerle el término que más
os guste, pero el sentido de irresponsabilidad es de sobra manifiesto en él.
Siguiendo con la
Constitución universal decíamos que todo humano nace libre
autónomo y responsable, y por lo tanto, tiene el deber de responder siempre al
cumplimiento de la máxima necesidad valida para Todo. Tiene el deber de
descubrir y reconocer (por si solo para calificarse responsable) los valores
absolutos y los Principios de la
Creación (sus fundamentos) junto con el Ideal de las Especies
y la verdadera normativa natural de las relaciones interpersonales. Además,
tiene el deber de dominar sus conductas afectivas, pensamientos, juicios y
sensaciones para evitar todo trastorno de personalidad, en sí mismo y en el
otro, o en los otros. Por lo mismo, tiene el derecho a la felicidad, sabiduría
y libertad creativa en toda su extensión.
Artículo 2-
Todo humano tiene el derecho al reconocimiento y desarrollo de su
propia identidad, tanto de género, como de función. Reconociéndose a si mismo
complemento filial, fraternal, conyugal y parental, lo que obliga a todo humano
a garantizar, proteger y promover la unidad vincular intrafamiliar e
interfamiliar.
Sin familia no hay modelo máximo de los valores absolutos de plenitud,
justicia y cumplimiento valórico moral, ético y estético. No hay modelo del
afecto incondicional parental máximo, no hay modelo de confianza máxima
ajustada a la incondicionalidad normal responsable, y no hay modelo del respeto
responsable en la lealtad al cumplimiento del ideal familiar, núcleo esencial
de la especie humana. Por eso el segundo de los artículos de la Constitución Celestial o Universal es el
de que todo humano debe establecer una familia vinculada en el afecto
incondicional maduro. Y el derecho al beneficio del afecto se deriva del
cumplimiento de esta condición.
Nótese que unidos implica a dos, unidad no es singularidad sino
dualidad o pluralidad recíproca ligada.
Artículo 3-
Todo humano está dotado con capacidades emocionales, intelectuales y
motivacionales, así como con habilidades sensoriales, comunicativas y
creativas, por lo tanto, debe permitir la libertad en creación, en expresión y
en afecto al semejante, por ende, tiene el derecho al beneficio del ejercicio
responsable, verdadero y válido del semejante.
La descalificación, la acusación y el reclamo, junto con el odio, o
rechazo al otro, no restituyen las insuficiencias, por lo mismo, frente al
reclamo se debe responder con soluciones adecuadas, frente a la acusación se
debe responder con juicio justo, y frente a la insuficiencia se debe responder
con el cumplimiento del deber.
Artículo 4-
Todo humano para madurar, ha de superar la tentación del apetito
intergenital prematuro, estableciendo el matrimonio sobre la base de la máxima
lealtad filio-paternal incondicional y recibiendo la bendición de sus padres
sobre el reconocimiento y la aceptación
de su condición de ser maduro en el dominio del celo y los instintos. Solo
sobre esta base puede liberarse de la acusación del celo y del instinto. Por lo
mismo es necesario que los padres sean maduros en el dominio de las condiciones
anteriormente mencionadas.
Estos cuatro artículos son suficiente fundamento para establecer una
sociedad celestial.
Si cada humano reconoce los principios fundamentales de su naturaleza
humana y cumple con ellos, lógicamente se realizaría en plenitud justicia y
autenticidad. Si todos los humanos reconocen que odiar o rechazar al otro, que
acusar al otro o que descalificar al otro no soluciona la insuficiencia del
otro y se comprometen a responder al cumplimiento de la insuficiencia, a
ajustar al injusto y a vincular al desvinculado, lógicamente se lograría la
estabilidad emocional, intelectual y motivacional de las personas.
Si cada humano asume el compromiso de orientar, educar y conducir al
inmaduro, no tendríamos adolescentes perdidos, no tendríamos familias
disfuncionales, ni sociedades arbitrarias o disfuncionales.
Martín Soria
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