lunes, 25 de febrero de 2013

COMO ESTABLECER LA IDENTIDAD



COMO REENCONTRAR LA PROPIA IDENTIDAD
  
a-      LEALTAD Y OBEDIENCIA ABSOLUTA A LA POSICON PATERNA
El primer hombre creado, perdió su condición original de ser absolutamente incondicional al afecto vincular intrafamiliar completo. El hombre ha de calificarse  Señor dominador y conductor del proceso y estructura original de la actividad. El hombre original, es uno con el valor, con el juicio justo y con la cualidad que satisface. Por lo que debe completar su proceso desde la posición de sujeto conductor, del desarrollo productivo de la autenticidad. El  hombre auténticamente incondicional es uno con el valor. Esa unidad, significa estar completamente unido a la actitud afectiva de atender, entender y estar siempre atento a las necesidades del otro, para el bien de Todo. Todo que  él debe ordenar completamente y de cuya construcción se siente responsable.
El amor incondicional maduro, contiene la experiencia completa de la filialidad, para lo cual él, debe, satisfacer el cumplimiento de la lealtad y obediencia absoluta al ideal de la creación, representado en la posición del Paternazgo Verdadero, o en su ausencia, del todo y siempre absoluto, a lo que denominamos Ideal Humano. El hombre maduro es aquel que superando la prueba de la tentación del celo, ha sido capaz de ubicar a su conciencia del ideal de la creación en la posición conductora sobre sus instintos físicos y sexuales, estableciendo un matrimonio incondicional, eterno e incambiable.

El hombre, en su proceso de desarrollo, debe completar la experiencia del amor horizontal, fraternal o conyugal, para lo cual, ha de lograr la unidad completa entre las posiciones de sujeto y objeto, siempre y en todo el proceso de desarrollo. Lo que obliga al hombre original, a obrar en todo y siempre con afecto, verdad y completación de la bondad. La experiencia de unidad con el objeto, lo transforma en verdadero sujeto. Sobre esta experiencia, ha de satisfacer el recorrido familiar completo, hasta madurar a sus hijos en el amor incondicional completo, siempre y en todo. Esta experiencia de paternidad original, completa, transforma al hombre en el señor de la creación y en uno con lo absoluto. De esta manera, se posiciona como objeto del amor absoluto, y puede, desde ese nivel de madurez, responder a las necesidades, intereses y deseos de la conciencia absoluta de Dios.
Ese es el patrón conductual para alcanzar el logro de la unidad con Dios y transformarse así en la figura central de la historia de la humanidad.

Este proceso se truncó al unirse el Primer Hombre con la Primera Mujer, en un estado previo a la completación de la filialidad original.
 El primer hombre no completó el amor filial. No estableció la condición de transformarse en hijo leal y obediente, siempre y para todo, con el valor absoluto. Debido a que no completó el primer nivel del amor original filial verticalmente, tampoco pudo completar el segundo nivel de amor fraternal y conyugal horizontalmente, y por lo tanto, no pudo completar el tercer nivel del amor paternal incondicional absoluto, o unidad de lo vertical con lo horizontal.

Esta situación, transformó al hombre en el objeto del instinto y del ego. El ego y el instinto han sido los padres conductores de la historia humana. Toda opción humana es determinada por el ego y no por lo absoluto. Toda opción, ha sido determinada por el ahora y yo, y no por el todo y siempre.
Nuestra historia egoísta ha de finalizar y ha de transformarse en la historia del incondicionalismo absoluto.
El ego le robó a la incondicionalidad universal, su posición y función original. La conciencia insuficiente e incompleta, jamás fue satisfecha.
Se perdió la fe en el ideal, la fe en los padres, la fe en el de arriba, en nuestros superiores, maestros y líderes. El hombre actual ha de restaurar la fe.
Se perdió la unidad con la opción válida, la unidad con la verdad, la unidad con lo perfectamente completo.
Se perdió la división posicional, y con ello, el dominio de las funciones. También se perdió el respeto por el otro y por lo otro, el deber y la obligación absoluta que es siempre y para todo válida.
Se perdió la cautividad en el amor absoluto. La cautividad paternal, conyugal y filial. Se perdió el sentido de sentirse cautivado de la familia, y cautivado de la norma original. También se perdió el sentido de sentirse cautivado por  el ideal de la creación. De esta cautividad se desprende el regreso a la propia identidad, el regreso al origen Dios.
Se perdió el tiempo de preparación completo para la unidad con lo absoluto. El hombre, se perdió a si mismo.

b- ¿CÓMO RECOBRAR LA NATURALEZA ORIGINAL?
El Ego robó la posición de conductor de todas las cosas, y el dominio sobre todas las cosas, a la incondicionalidad universal, por lo tanto la incondicionalidad universal debería recobrar su posición y condición de dominio original. Pero no puede hacer uso de la misma conducta egoísta, porque ni es egoísta ni puede repetir la acción del Ego, de tomarse lo que le pertenece por la fuerza. La incondicionalidad universal, es la generadora de la auténtica libertad y ha de operar en función de establecer la verdadera libertad, por lo tanto no puede recobrar lo robado por el Ego, si no es dentro de los  límites de la normativa de la ley del dar. El ego debe devolver voluntariamente a la incondicionalidad, lo que a esta le pertenece, el dominio sobre todas las cosas.
Aquí reside el sentido de la indemnización. Indemnizar es sinónimo de aliviar, de enmendar, de subsanar o reparar algo.

Esto podemos entenderlo, con el ejemplo de una inmobiliaria, que contrata a una corredora de ventas, para vender una propiedad. La corredora de ventas se beneficia de la propiedad mientras esta no se venda, y ubica su oficina en dicha propiedad. De acuerdo con la ley, se estipula entre comprador y vendedor, que de no  cancelarse la escritura, se hipoteca la propiedad, y el comprador deberá volver a cancelar todo lo acordado.
La corredora de propiedades, tienta al comprador, movida por el beneficio que le produce el ocupar la propiedad  y le convence al comprador, de que no importa cuando se cancele la escritura, porque ya están todas las mensualidades canceladas. El comprador como no está en el negocio, se acordó brevemente, de que había firmado algún papel donde se hablaba de una hipoteca, pero como la corredora le afirma que nada va a ocurrir, se deja llevar por la corredora. Pasado el momento acordado para cancelar la hipoteca, vuelve la corredora y le explica al comprador que por no cancelar la escritura, deberá cancelar la hipoteca. Lo que supone volver a cancelar todo lo ya cancelado. El comprador no puede posesionarse de la propiedad porque estaría violando lo estipulado entre ambos. La única alternativa que le resta es la de asumir su pago de forma completa. Esto es indemnización.
Indemnización es un esfuerzo retributivo. Es un pago voluntario, por un acto indebido. Un parte por estar estacionado en sitio impropio, es un pago de indemnización.

La primera condición que ha de hacer el hombre actual, descendiente de lo relativo, del ego y del ahora, es separase de su propia condición egoísta u relativa. Debe separase de todo lo que está fuera del principio de la creación. Ha de separase del todo viciado, del todo contaminado, del todo ególatra y centrarse en restaurar la filialidad universal. En este restaurar la filialidad universal, ha de pasar por situaciones, donde se encuentre en la posición de siervo de siervo.

c-ETAPAS DE RESTAURACIÓN
La restauración del amor implica el paso por una serie de etapas que se identifican como: 1-etapa de siervo de siervo, 2-etapa de siervo, 3-etapa de hijo adoptivo, 4- etapa de hijo verdadero y  6- etapa de padre.
En la restauración es preciso primero restaurar el amor, luego la vida, luego la tradición, la raza, la nación , el mundo, el cosmos y a Dios.
En la familia tradicional se establece el amor por quien uno quiere, la elección del nuestra cónyuge es determinada por la pareja, se ama a los propios hijos y a las personas que conforman nuestro núcleo familiar y de amigos, pero del resto nos mantenemos generalmente aislados.
Los principios de la creación nos dicen que todo existe para el beneficio del otro y que en la creación, la actitud normal, es la de darse en el afecto por el beneficio del todo y siempre. Esto hace que debamos tomar la determinación, de restaurar nuestra actitud en el amor, centrada en nosotros mismos y cambiarla, por la actitud de amar incondicionalmente a otros, a aquellos que no pertenecen al grupo seleccionado por nosotros. Esta es la razón por la cual es preciso encontrar, al menos tres personas extrañas y educarlas, hasta madurarlas en la comprensión de los principios de la creación, y en la experiencia del afecto incondicional absoluto. Cada uno de estos extraños, pasa a ser nuestro hijo adoptivo, o hijo a quien espiritualmente has de madurar. Después de maduro, pasará a sentirse hijo espiritual tuyo. Pero previo a este momento es un extraño, que muy bien puedes considerar como opuesto a todo lo que tu pretendes enseñarle, por lo tanto es tu enemigo.
Para restaurar el amor incondicional, es necesario el ir al encuentro de tu enemigo. Al enemigo no lo puedes enfrentar de igual a igual. Es necesario llegar a él con suma humildad, desde la posición de siervo de siervo. Sirviéndole únicamente.
Desde esta posición, únicamente puede obrar, pero no puede intercambiar opiniones con el enemigo, quien ocupa la posición de dueño y señor. Desde esta posición indigna y miserable, puesto que se pretende acabar con el enemigo haciéndole tu amigo, ha de restaurar el estrato de la condición de siervo de siervo, sirviendo sin queja y con una postura de obediencia y lealtad absoluta al ideal de unidad. La posición del enemigo, en este caso corresponde a la posición de la figura central, o persona más próxima al ideal, puesto que tú, te encuentras apartado del ideal. Pero una vez que conoces y practicas el ideal, también corresponde a la posición del más alejada del ideal, puesto que también se trata de tu enemigo.

 Este sacrificio leal y obediente, le permite ganarse un nuevo estrato en su desarrollo de la filialidad. Este nuevo nivel, lo posiciona como siervo del amo (dueño y señor) En esta posición, tampoco puede hacer más que obedecer en silencio. Su obediencia, leal y absoluta, le permite acceder a la posición de hijo adoptivo. El hijo adoptivo no es un hijo consanguíneo, es una posición de adopción. Se puede interrelacionar, pero no se siente completamente uno con él.  El desarrollo de la lealtad y obediencia absoluta en este nuevo estrato, permite abrir las puertas a una nueva dimensión, la dimensión de hijo verdadero. Desde la posición de hijo verdadero, podríamos decir que se puede reestablecer la lealtad y obediencia absoluta al Padre. Sólo desde esa condición completa, podemos pensar en restaurar las posiciones de sujeto y objeto, e incluso las posiciones de padre e hijo. En este estrato la posición de hijo y padre, sujeto y objeto, ya no se sienten entre ambos, cualquiera estaría contento de ocupar la posición que se le asigne.

Este primer periodo de separación del ego, o de adaptación y desarrollo de la conciencia del todo y siempre, toma un tiempo relacionado con el número de completación o cuarenta. En realidad, esta unidad con la fe, o con el ideal representado por la Figura Central, toma en ocasiones toda la vida, pero para educarse en ello se realiza un esfuerzo completo, durante 40 meses. Este tiempo comprimido es un regalo de Nuestros  Verdaderos Padres, que se hace posible, gracias al esfuerzo y sacrificio que ellos han realizado. Por el mérito de su esfuerzo, nosotros podemos restaurar la filialidad en un plazo de 40 meses de obediencia y lealtad absoluta, al ideal de la creación. Pero para eso es preciso de la separación completa de nuestra condición inhumana.
La transición no es fácil, pero es necesaria. El requisito necesario para que el proceso de transición entre la conciencia perdida, relativa e ignorante, se trasforme en conciencia original, precisa de la lealtad y obediencia absoluta a la Figura Central, quien representa el cumplimiento del ideal de la creación.
Esta lealtad absoluta, transforma al hombre sin fe, en un hombre de fe. Pero la unidad con la fe, para ser completa, precisa de obras que sustancialicen la fe. La fe se hace sustancia, en la unidad con el objeto. Para realizar esta condición es necesario lograr la unidad con  36 objetos, o aún mejor con 360, que representan los 360° del círculo, en su género masculino y femenino. Esto se cumple amando, educando y completando a 36 parejas. En el momento en que 36 parejas aceptan tu posición como la de un Padre Verdadero, es decir padre espiritual completo, en ese momento tu fe, se podría decir que  después de cumplir con todos los requisitos, cuidados y educación necesaria para madurar a las 36 parejas, está madura.
Para lograr esto, primero, es necesario iniciar el proceso del desarrollo de la fe, educando a una pareja. Esta primera pareja ha de ser el receptor de tu afecto, sinceridad y cuidado completo, hasta solidificar en ellos la fe en el ideal de la creación y en tu persona. Esta condición te posiciona como padre, pero un padre ha de tener hijos para lograr la experiencia de la paternidad en todas direcciones, por eso es necesario de 36 parejas. El paso siguiente es el de lograr tres parejas, con lo que se completan las cuatro posiciones originales. Sobre el fundamento de estas cuatro parejas, se inicia la educación, afecto y completación de doce parejas, hasta que finalmente se establecen las treinta y seis parejas.
El ser capaz de amar, educar y bendecir a treinta y seis parejas, califica a la persona como hombre o mujer verdadero, y sobre este fundamento de unidad, se cimenta la posibilidad de iniciar el recorrido en pareja.
La unidad con 36 parejas, permite el inicio de la experiencia conyugal. Este proceso, donde se dividen las funciones de marido y esposa y de padre y madre, permiten la experiencia del amor conyugal y paternal incondicional. Este es un curso que dura 21 años. Tiempo este de cautividad y regreso a la unidad con lo absoluto. El marido cautivado por el amor de su mujer y de sus hijos, y la esposa cautivada por el amor  de su marido y de sus hijos, desarrollan hasta su completación, la incondicionalidad en el amor, transformándose de este modo en uno con lo absoluto, en uno con Dios.

Para llegar a este nivel de desarrollo del amor incondicional universal, tanto el hombre como la mujer, deben iniciar su proceso de restauración, uniéndose con la Figura Central. Esta unión ha de ser completa, es decir siempre y en todo. Lo que obliga a auto negarse.
El primer periodo de separación, implica auto negación completa. Esta es la razón del porqué Jesús dijo a sus discípulos, que quien no me ame más a mí que a su padre y a su madre, no es digno de mí. Jesús fue la Figura Central en su tiempo.
 Cristo es nuestra figura central y la posición de quien representa a Cristo, es la Figura central para nosotros. El darse al otro por el beneficio del otro, es una actitud de entrega incondicional, y por lo tanto implica el negarse completamente a sí mismo. Este paso no es nada fácil, pero es necesario para restaurar nuestro egoísmo. El mayor enemigo del hombre es su ego, y para vencer y dominar al ego, ha de entregarse incondicionalmente a Cristo o a su representante.
El temor a la entrega, generalmente se justifica, en la falsa creencia en que el otro me va a tratar como yo lo trataría a él, esto no es así. La Figura Central, está ligada con lo absoluto, con aquello que satisface al todo y siempre, por lo tanto nuestra entrega a la Figura Central no es entregarse para que el otro se haga más poderoso y yo más miserable, no. La Figura Central es quien nos permite el desarrollo de nuestra identidad original. La Figura Central nos educa, nos cuida y nos ama, más que a su propia familia. Entregarse a quien te educa, te cuida y te ama, es lo que todos estamos buscando en cada cosa que emprendemos.
En la caída del hombre, se perdieron todas las cosas. Se perdió la creación, las relaciones de amistad, de fraternidad, de filialidad, de conyugalidad y de paternalidad. Por lo tanto, lo primero que ha de restaurarse es la relación de pertenencia sobre las cosas. Todo lo creado opera en función de lo absoluto, pero el hombre lo parcializó, lo poseyó para sí mismo. Esto ha de ser restaurado. La creación pertenece al todo, y todos lo usamos para adquirir valor de ello. Una vez que se adquiere el valor de la creación, esta vuelve al todo y siempre, vuelve a lo absoluto. Nadie se lleva nada al espíritu. Al espíritu sólo llega el valor de la experiencia con las cosas. Por lo tanto las cosas han de ser devueltas al todo y siempre al cual pertenecen.

La Figura Central, tiene por misión, el transformar la pertenencia de las cosas del ego, en pertenencia del todo y siempre. En el núcleo familiar del hombre original, las cosas son de quien las aman y mientras las aman, de quien las estudia y mientras las estudian, y de quien las cuida mientras las cuida.

Hoy tenemos la tendencia a almacenar objetos que nunca cuidamos, que nunca estudiamos y que sólo sirven para el beneficio del yo y del ahora. En el mundo original, las cosas se utilizan y se intercambian para el beneficio de todos. El valor del hombre no reside en sus pertenencias, sino en sus experiencias de amor incondicional, en el cuidado hacia los demás y en el conocimiento de lo absoluto. Quien más vale es quien más da.
Por esta razón es necesario restaurar la posesión sobre las cosas. Todo ha de ser devuelto a Dios, a través de Cristo o de la Figura Central (representante de Cristo).
Si miramos alrededor, vemos que estamos inmersos en un sistema de comercio donde las cosas se ofrecen y se exigen, mediante un papel moneda o valor de intercambio. Quien más valor de intercambio o monedas tiene es quien más valor puede adquirir. Esto no es totalmente cierto. Las posesiones pueden desaparecer de un día para el otro, la paternidad no puede perderse. La paternidad original es eterna e incambiable, por lo tanto es absoluta. Es siempre y para todos válida, eso es importante de lograr.

d-DUALIDAD EN LA RESTAURACIÓN
El hombre ha de volver a ser persona, libre autónomo y responsable. Para eso en el periodo de restauración, debe primero afianzarse verticalmente y restaurar la situación padre e hijo, y con ello debe lograr la restauración de las posiciones propósito y sujeto. Lo primero que determina las posiciones, es el propósito, pero para la completación del propósito, primero, es preciso que el sujeto se una, leal y obedientemente con el propósito, y para lograr el resultado del propósito, es preciso que esta unidad en la lealtad y obediencia, sea completa y siempre. En todo el proceso de la realización del propósito.
De esta unidad vertical, dependerá la unidad horizontal entre sujeto y objeto. Nada puede ser creado sin estas dos direcciones completadas. Primero es necesario completar la relación vertical entre propósito y resultado,  y después es preciso completar la relación horizontal entre el sujeto y el objeto. Esta es la razón del porqué es preciso de la fe, fe en el ideal de la creación. Fe en los principios de la creación. Fe en la creencia en la normativa de la relación, fe en la esencia de la actividad, fe en la compensación del movimiento. Fe en uno mismo. Fe en la razón inmanente de la unidad. Fe en la realidad absoluta y perfecta.
Es solo con esta fe, que se hace posible la restauración del ideal de la creación y la restauración de nuestra propia identidad, a la identidad auténtica, libre autónoma y responsable. Es con esta fe, con lo que se puede volver a ser persona, en un mundo de homínidos insuficientes, donde se respira la indómita y punzante cólera inhumana.

e-PROCESO Y ESTRUCTURA DE LA RESTAURACIÓN

El proceso de restauración, se inicia en el momento de ser educado. Pero para recibir la educación, el individuo ha de completar un periodo de separación del egoísmo. Únicamente podrá entender los principios de la creación y de la restauración, después de completar un periodo de separación del egoísmo, del hedonismo y del relativismo. Si la persona se encuentra ligada a estos ideales, difícilmente aceptará los principios de la creación. Generalmente se aceptan estos principios cuando la persona adopta la actitud de interesarse por algo nuevo, o cuando está abierta a recibir otra visión, es decir cuando se separa de lo que conoce. Antes de mostrar esto, deberíamos averiguar si la persona a quien deseamos comunicar los principios de la creación, tiene una actitud abierta o no, un interés o no. Si no tiene esta actitud de recibir, es porque no es el momento para ofrecérselo. Por lo tanto la primera etapa del proceso de restauración consiste en la separación.

El  siguiente requisito para la restauración es, el hecho de depositar la fe en el ideal de la creación, mediante una actitud de lealtad y servicio a la persona que ocupe la posición de padre espiritual, o figura central, de esta manera se restaura la fe perdida en el origen de la creación entre las posiciones de padre e hijo.
Después es necesario restaurar la relación horizontal entre hermanos, para lo cual es preciso educar en la verdad de los principios esenciales y fundamentos de la creación que son siempre y para todos válidos, motivando con el ejemplo y seduciendo con afecto incondicional a tres parejas, hasta que depositen en tus manos su decisión de amarse incondicionalmente. Esta condición, espiritualmente restaura el orden posicional y funcional de tu emoción, de tu intelecto y de tu voluntad. Transformándote en uno en pensamiento palabra y obra. Pero a nivel de formación.
Después de tener a tres parejas, restauras el proceso en tres etapas de la creación. Ahora es necesario restaurar la estructura base de cuatro posiciones, para lo cual es necesario encontrar y educar, hasta madurar a cuatro parejas más. La decisión de estas cuatro parejas de entregarse incondicionalmente en el amor por sus respectivos cónyuges, restaura la estructura base de cuatro posiciones, con lo cual se completa la restauración de la estructura base de cuatro posiciones. Ahora es necesario restaurar la función contenida dentro del proceso y estructura, se trata de la restauración de la unidad completa, reflejada en el cumplimiento de los cuatro objetivos triples. Esto se realiza y se completa educando y madurando a doce parejas. La decisión de estas doce parejas que se entregan incondicionalmente por el amor de sus respectivos cónyuges, restaura la unidad en la función que debería haberse cumplido en el origen de la creación.
Sobre esta condición de unidad, se restaura la posición de Adán, y tú como individuo capaz de educar en el afecto, en la verdad y en la bondad a doce parejas, adquieres el grado de amor incondicional de verdadero padre, el grado de conocimiento de la verdad del verdadero maestro y el grado ejemplar del verdadero líder. Con estos atributos adquiridos y madurados en el proceso de educación y maduración de tus doce parejas, estás listo para emprender la etapa de la restauración del fundamento familiar.
En la familia intervienen tres personas, el padre, la madre y el hijo. No hay familia sin uno de estos tres, por lo tanto cada uno de los tres debe tener sus doce parejas restauradas significando la unidad completa en el amor. Por lo tanto, es necesario restaurar a treinta y seis parejas para establecer la condición de redención de la estructura familiar.
Doce significa la completación estructural y diez significa la completación del proceso. Doce por diez son ciento veinte. Este es el número a restaurar en el ámbito tribal. Con ciento veinte parejas que acepten la unidad incondicional con sus parejas respectivas, se establece la condición espiritual necesaria para la restauración de la tribu. Ciento veinte en tres generaciones forman trescientos sesenta parejas necesarias para redimir y restaurar a la sociedad. Una pareja entre un grupo de trescientas sesenta parejas, obtiene el beneficio de un entorno socialmente protegido. Trescientas sesenta por diez etapas nos da un número de Tresmil seiscientas parejas que si están determinadas a entregarse incondicionalmente en el amor por sus respectivas parejas, establecen la condición de restaurar al ámbito nacional. En un ambiente formado por Tresmil seiscientas parejas restauradas y maduras, se puede sentir la protección, de una educación y conducta normada.
Esta es la meta de cada uno de nosotros. Desde nuestra posición de representantes de Dios en la tierra, debemos cumplir esta meta, para liberar a nuestra nación del hedonismo, del relativismo y del egoísmo. Uno podrá restaura a una sola persona, otros a diez, otros a diez mil, no importa a cuantos seamos capaces de educar, debemos emprender el camino, antes de que la oportunidad del momento histórico, se nos escape de las manos. Los cambios políticos son rápidos y las fuerzas sociales demasiado fuertes para evitar las luchas,  conflictos  y  crisis. Ahora disponemos de libertad, y de medios de comunicación. Pero estas cosas son muy frágiles, basta una pequeña fuerza destructora para eliminarlos. Por lo tanto es necesario aprovechar del momento, antes que sea demasiado tarde.

f-AUTORIDAD EN LA RESTAURACIÓN         
            El ejercicio adecuado de la autoridad significa la permanente puesta en práctica de los derechos y obligaciones entre padres e hijos, marido y esposa de manera equilibrada y   ecuánime.

Autoridad viene del latín auctorictas que significa sostener para crecer. Por lo tanto, en un sentido estricto, el ejercicio de la autoridad está estrechamente ligado al afecto, al fomento de la autonomía y a la conducta personal que sostiene al individuo en el proceso de crecimiento.
La autoridad ha de ejercerse con prudencia, firmeza, templanza y sobre las bases del afecto, de la seguridad y de la responsabilidad. Lo que precisa de un clima de paz, confianza y unidad en el orden familiar, social, nacional y mundial. En este ambiente es posible que los miembros se sientan válidos, seguros y responsables. Para lo cual es preciso del calor afectivo en las relaciones, de la recognición de la identidad del otro y de mostrar modelos de conducta coherentes con las normas de la creación. Lealtad y obediencia absoluta a los principios absolutos de la creación, lealtad y respeto absoluto a la posición del sujeto, y prudencia, firmeza y templanza en la relación con otros. La oferta voluntaria  e incondicional del afecto, de la verdad y de la bondad, ha de ser siempre y en todo el patrón de conducta, sin dejar espacio para el desprecio, para el descrédito o para la descalificación. Todo aquello que suponga queja, acusación, culpa o castigo, hay que eliminarlo del lenguaje interpersonal.

La persona en sus inicios del proceso sostenedor de su crecimiento, necesita más que nunca del sistema regulador de sus límites, esto le proporciona la seguridad de sentirse reglamentado, y reglamentario. Es en el periodo preescolar (hasta los siete años) donde se forjan las características de la personalidad del individuo. Permitir errores en este periodo de tiempo, supone cargar con traumas posteriores costosos y difíciles de restaurar. Al niño, no se le va a pasar su conducta errada cuando sea grande, al niño hay que dirigirlo para evitar conductas y conceptos errados en la etapa de formación de su personalidad.

El ejercicio de la autoridad, apunta a lograr un equilibrio en hacer valer eficazmente los derechos y obligaciones de cada partícipe de la relación. Los derechos de los padres y los derechos de los hijos, han de ser comprendidos y a la vez las obligaciones de los padres y las obligaciones de los hijos, también han de ser establecidas y cumplidas. ¿Cual es el derecho de los padres, y cuales sus obligaciones?
Los padres tienen el derecho a la felicidad completa en el amor, para lo cual ha de recibir de su cónyuge y de sus hijos, afecto, verdad y bondad. Reflejados en una conducta del hijo, de lealtad y respeto y obediencia absoluta, hacia el padre y en una conducta similar de su cónyuge. Este derecho está supeditado al cumplimiento de las obligaciones por parte de los padres, obligaciones que tienen que ver con su conducta responsable en el conocimiento de la verdad y en la experiencia del afecto incondicional por los hijos y por su cónyuge.
¿Cuáles son los derechos de los hijos, y cuales sus obligaciones?
Los hijos tienen el derecho inalienable a la felicidad completa en el amor, en la verdad y en la bondad. Para lo cual han de recibir de sus padre y hermanos  afecto incondicional, verdad absoluta y el ejemplo motivador de la bondad. Y tienen la obligación de servir leal y voluntariamente al beneficio familiar, siendo leal y obedientes a los padres y a sus mayores en el afecto en la verdad y en la bondad.

A pesar de que cada persona es única en carácter, todos somos idénticos frente al amor. Todos somos objetos del amor. A todos nos vale el valor. Y porque el valor es válido para todos siempre, es preciso centrar la autoridad en el valor. A pesar de que en una misma familia, existan niños completamente diferentes en carácter, personalidad o conducta, todos y cada uno de ellos espera reconocer la verdad de lo que se le dice, espera una conducta motivadora y bondadosa y espera  una conducta afectiva y beneficiosa de la autoridad.
El ser humano aprende más de las conductas que de los conocimientos. El cristianismo es una prueba de ello. La Biblia se divulgó a partir del siglo XI y en esa época ya existía un fervor y devoción cristiana generalizada en Europa . El ejemplo de la conducta, modifica la moda de una nación de un mes a otro. Es importante conocer este aspecto en especial para las personas que poseen autoridad.
Un aspecto importante del temperamento o de la conducta del niño, está determinada por la conducta de los padres.
Los niños en su crecimiento suelen ser por naturaleza oposicionistas, es parte de su autonomía y de su autoestima, por lo tanto hay que ser templados frente a su oposición.
La autoridad debe por lo mismo utilizar menos palabras y más acciones, mostrar el ejemplo de lo que desea forjar. Debe saber ubicarse en la posición del conducido, a su nivel, y expresarse con su lenguaje, con sus hábitos, con sus modismos. La autoridad ha de ser clara y precisa en sus apreciaciones. Ser firme al corregir, pero sin perder la calma. Cualquier correctivo ha de ser cumplido sin vacilar, si se pone un correctivo y no se cumple aprenderán que tus palabras no tienen validez y su respuesta será desleal. Por eso hay que pensar muy bien antes de poner un correctivo. El mejor correctivo es la experiencia o consecuencia de nuestro propio actuar. Generalmente el objeto opera en función del grado de responsabilidad ejercida por el sujeto.

La autoridad es conductual y no impositiva, domina su labor de director, pero no oprime, esclaviza o avasalla a sus subordinados. En la restauración establecemos relaciones de autoridad, entre la figura central y los miembros de la comunidad. Tanto la figura central o autoridad, como los miembros de la comunidad, tienen el derecho de ser felices, y a su ved tienen ambos ciertas obligaciones que cumplir frente al otro. En el proceso de la restauración, debería ser nuestro padre, el jefe de la familia el primero en reconocer los principios de la creación y tomar la responsabilidad de restaurar a toda su familia, pero desgraciadamente esto no ocurre así. En ocasiones es el hijo menor el que se encuentra con los principios de la creación y ha de tomar la posición de ser él quien restaure a sus padres y hermanos mayores que él, lo que causa muchas dificultades y malos entendidos. En cualquier caso es necesario de mantener la autoridad en el caso y ejercerla sin vacilar.
Desde la posición de padre, (a pesar de ser un joven soltero y sin experiencia) es preciso preparar un plan de acción, un propósito, una estrategia, mediante la cual puedas lograr la restauración de tu familia entera. Esta estrategia, no siempre funciona a la primera. Y en ocasiones debes retroceder e iniciar de nuevo la estrategia.
La autoridad contempla siempre varias alternativas, varias posibilidades dentro del plan de acción. Estas posibilidades permiten la aceleración de las conductas. En caso de no responder de la manera esperada se estipula la solución siguiente al instante.
El sistema es simple:
1- valora o no valora,
2- acepta o rechaza,
3- recibe o no recibe,
4-cumple o no cumple.
Si no valora lo que le ofrece la autoridad, esta debe valorarse más. Tal vez con mejor vestimenta, con un ambiente mejor,  un mejor lenguaje, etc. Si no acepta lo ofrecido, tal vez hay que explicarlo mejor, ser más claro, más preciso, más ordenado, más reconocible. Si no recibe lo que acepta, habrá que presentarle lo útil y práctico de lo expresado, habrá que mostrar ejemplos, etc. Si no cumple, habrá que motivarlo con la experiencia de otros, etc.
La autoridad tiene la responsabilidad de lograr el propósito que se proponga.
Como decíamos antes, en el proceso de la restauración, no siempre son nuestros mayores, quienes logran el hallazgo de lo absoluto y por eso se establecen una serie de reacciones ilógicas e indescifrables entre conductas de autoridad en personas ajenas a dichas conductas. Los hijos se ponen en la posición de conducir a sus padres o a sus hermanos mayores, las hijas toman la posición de liderar a sus padres y pareja,  etc.
Independientemente de esta aparente confusión, que por otro lado es lógica cuando se entiende que lo absoluto no tiene edades ni posiciones ni culturas, simplemente le llega a quienes lo reconocen, independientemente de estas situaciones, la autoridad de quienes conocen y practican los principios de la creación, ha de ser ejercida en toda su extensión. Como autoridad es preciso seducir, persuadir y motivar en el afecto, en la verdad y en la bondad, a todo aquél que se interese, necesite y desee estar en la posesión de un bien. Y como autoridad, es preciso también ser leal y obediente absolutamente a los principios de la creación.
La autoridad tiene estratos que van desde la individualidad hasta el cosmos, pasando por  la familia, la tribu, la sociedad, la nación, el continente, el mundo y el cosmos.
Cada uno de nosotros debería emprender la carrera de la restauración de nuestra familia de nuestra tribu y de nuestra sociedad. Eso garantiza a nuestra descendencia la presencia de un ambiente adecuado, la presencia de una seguridad y protección completas y la presencia de un medio ambiente compuesto de familias normadas en los valores absolutos del afecto, de la verdad y de la bondad.
Si se espera un mundo mejor para nuestros hijos, debemos cumplir con nuestra responsabilidad para con ellos. No podemos observar como espectadores a quienes no saben, no tienen y no quieren tomarse el gusto de conocer los principios absolutos de la creación.
Cada uno de nosotros es responsable de sus actos y de su familia. Si quieres lo mejor para tu familia, debes ofrecerles lo mejor. ¿Hay algo mejor que lo que es siempre y para todos válido? ¿Hay algo más verdad que lo que es siempre y para todos cierto? ¿ Hay algo más pleno, que produzca un sentimiento de plenitud más grande que aquello que es siempre y para todos uno? ¿Algo más pleno que el amor que es siempre y para todos válido? Entonces a qué esperas para ir y dárselo a tu familia? Esa es tu autoridad. Tu sabes, tu sientes, tu quieres que todo tu alrededor sea ideal, y como sabes qué hay que hacer para transformarlo en ideal, ¡empieza la transformación! No pierdas ni un minuto.


g-EL ARTE DE LIDERAR
El arte de liderar entraña tres problemas:
1-      Emocional
2-      Intelectual
3-      Conductual
Emocionalmente el líder ha de estar maduro para ofrecerse incondicionalmente por el beneficio de sus subordinados, sin esperar de ellos nada más que su voluntaria retribución, basada en el afecto, reconocimiento y valoración, por parte del líder hacia el subordinado.
Intelectualmente El líder ha de comprender con extrema claridad y precisión, los fundamentos esenciales, y el propósito  de la creación. La exposición clara y precisa del conocimiento de su  propio origen, identidad y propósito, permite el reconocimiento del subordinado y con ello, hace posible la confianza entre ambos.
Conductualmente, el líder ha de obrar en función del cumplimiento del deber, y no puede, o no debe salirse del margen del deber, porque en el caso de excederse, pierde la posición de responsable, y con ello la posición de líder.
Además de estos tres problemas, el arte de liderar entraña otros tres problemas:

1-Moral                         -- Regular conductas del subordinado
2-Pedagógico                – Instaurar la educación del subordinado
      3-Psicológico                – Regular las emociones y conductas del subordinado

Liderar no es dar órdenes o doblegar voluntades, liderar es Educar, instruir y conducir.
1-      Educar- Lograr el desarrollo de toda perfección que la naturaleza humana lleva consigo.
2-      Instruir- Enseñar el conocimiento técnico, normas de conducta y sentimientos ligados con el paradigma absoluto del valor. Enseñar todo lo que proporciona al subordinado los conocimientos específicos para cumplir su misión.
3-      Conducir- Guiar y dirigir con el ejemplo al subordinado. Modelo de conducta.

El líder guía al subordinado motivándolo con el ejemplo; al transformarse en el ejemplo a seguir, motiva. El líder nunca impone, obliga o exige.
 MOTIVA- ES EL EJEMPLO A SEGUIR.
El líder obtiene obediencia voluntaria, se gana la confianza del subordinado. Es el maestro educador y sabio que persuade y educa.
PERSUADE- DESDE LA POSICIÓN DE MAESTRO EDUCADOR.
El líder inspira al subordinado, desde la posición de padre espiritual seduce con afecto, irradiando paz, seguridad y alegría. El líder quiere al subordinado.
SEDUCE- DESDE LA POSICIÓN DE PADRE ESPIRITUAL

EL JEFE por el contrario arrastra, arrea, manda e impone su autoridad.   IMPONE
Produce temor, inseguridad AMENAZA
Acusa, culpa y castiga al subordinado. CASTIGA
El jefe delega en el subordinado la función del éxito.
El líder alcanza el éxito que motiva al subordinado.



h-PRINCIPIOS DE DISCIPLINA
1-Considera la viabilidad, factibilidad, y posibilidad del proyecto, propuesta o proposición. QUE EL PROYECTO SEA FACTIBLE.

2-Ser claro, convincente y parco en la entrega de direcciones o conocimientos.
PERSUADIR CON VERACIDAD

3-Mantenerse constante y sinceramente interesado por el bienestar del subordinado
FIRMEZA EN EL AFECTO.

4-Ser un ejemplo de buena voluntad, buena recepción, buena actitud.
DISPOSICIÓN A SOLUCIONAR LOS PROBLEMAS Y COMPLETAR LOS PROYECTOS.

5-Cualquier medida disciplinaria debe ir dirigida a corregir el error y no a castigar al subordinado. NO CASTIGAR.

6-No echar en cara ni frente al público el error de nadie. No reprendas en presencia de otros. NO ACUSAR O CULPAR.

7-Cuando se toma una medida disciplinaria, ha de mantenerse con firmeza su aplicación completa NO SEAS PARCIAL.

8-Nunca impongas sanciones que no estén previamente justificadas.
ADVIERTE ANTES DE SANCIONAR

9-Verifica la intención previa al correctivo, y al error del subordinado.
VERIFICA SIEMPRE LA INTENCIÓN

10-La sanción ha de imponerse en su momento, no después. El correctivo debe realizarse en el momento del error y no después. Después no es correctivo, sino venganza. CORREGIR EN EL MOMENTO

11-Permite un lugar para escuchar al amonestado. No se deje llevar al terreno de la discusión. NO DISCUTAS CON EL AMONESTADO

12-Definir obligaciones y responsabilidades. Definir el método a seguir. Considerar intereses, ambiente, momento, etc. Condiciones, contar con los medios necesarios para la misión. Establecer alternativas para hacer frente a los imprevistos. ASESORARSE.

i-PLANEAR
Elaborar una estrategia escrita, utilizando datos reales y objetos claros, parcos y concisos.
Actuar en equipo.
Determinar plazos y cumplirlos.

j-ORGANIZAR
Es dotar a un grupo de todos los elementos necesarios para su funcionamiento

Definir claramente deberes y obligaciones.
Evitar confusión.
Responsabilizar al subordinado.
Delegar autoridad.
Capacitar al subordinado para las exigencias.
Preparar a los futuros mandos para evitar soluciones de continuidad.
Confeccionar alternativas.

k-MANDAR
Es comunicar con firmeza las decisiones adoptadas.
Se manda por medio de ordenes que tienen un carácter imperativo y que implica como respuesta su ejecución y compromete la responsabilidad en la ejecución.
Antes de decidir, hay que meditar prudentemente, después ejecutar sin titubeos.
No olvidar que orden más contraorden trae desorden.
La virtud del que manda es la escuela del que obedece.

l- COORDINAR
Es establecer la armonía entre los subordinados y sus respectivas tareas.
El objetivo de la coordinación es que cada uno ayude más y obstaculice menos a los demás.
División del trabajo para mantener la unidad del funcionamiento.
Buena información para que el sujeto tenga conocimiento exacto de la situación y para que los subordinados sepan el proceso de la marcha de las actividades, para no entorpecer con malas interpretaciones.
Deben saber el cómo cuando y porqué de lo que se está haciendo.
Si todos saben a donde van, se llegará antes y mejor.

ll- CONTROLAR
Es asegurarse de que todos y cada uno cumplen con el plan trazado.
Es verificar en todo momento, a todo nivel.
Planear y controlar son las líneas maestras que confluyen en el objetivo de toda actividad.
Fundamentalmente se deben controlar, cada una de las etapas del plan establecido. Los cambios que experimente el mismo. Supervisar las tareas encomendadas. Vigilar el cumplimiento de lo ordenado. Comprobar la buena intercomunicación. Pueden utilizarse los siguientes medios:
Inspección personal o delegada.
Información recibida.
Partes periódicos.

m- EVALUAR
Es deducir un estudio de resultados entre el plan y su realización. Es volver a vivir cada circunstancia, cada éxito o cada vicisitud del plan, para extraer las enseñanzas más convenientes.
Tiene como fin comprobar en qué medida se han logrado los fines y objetivos programados y cómo han actuado los métodos y las técnicas elegidas.
Todo plan enseña y proporciona experiencia, incluso en el caso de que falle. Es pues necesario que al finalizar todo plan, se haga una meditación para deducir fallos y aciertos, obteniendo así un rendimiento más completo, del objetivo realizado.
El líder que descuida esta última revisión, pierde una ocasión  magnífica de obtener óptimos beneficios para sí y para sus subordinados.

n- CUALIDADES O ATRIBUTOS DE UN LIDER
Un buen líder:
Conoce perfectamente su trabajo y tiene completo dominio de todos los que supervisa.
Usa con preferencia su habilidad para  dirigir y no su autoridad para mandar. Explica, no sólo cómo deben ser hechas las cosas, sino también el para qué, cuando las circunstancias lo aconsejan.
Da ordenes e instrucciones claras y se cerciora de que estas han sido bien comprendidas.
No repite sus ordenes por sistema, por revelar flaqueza, o falta de seguridad.
No grita, las voces altas y los alardes de autoridad indican el miedo que tiene a ser desobedecido.
Prevee, planifica y delega cometidos, pero nunca responsabilidades.
Mantiene ocupados a sus subordinados, del modo más adecuado a las aptitudes de cada uno, y a las necesidades del trabajo.
Observa una conducta estable en sus actuaciones.
Conoce las actividades y el rendimiento de cada uno de sus subordinados y los juzga honestamente.
Aprecia y reconoce el esfuerzo y superación en el trabajo.
Cuando reprende, corrige la falta respetando a la persona.
Sabe interpretar los reclamos. No hace concesiones a las faltas de disciplina, y presta atención a las reclamaciones justas.
Demuestra interés personal por cada uno, es leal con todos, tanto con los subordinados como con los superiores. Asume las responsabilidades, No culpa a otros.
Cumple sus promesas y no promete lo que no puede cumplir.
No tiene prejuicios, está siempre dispuesto a escuchar al otro.

Aprende a distinguir de entre los subordinados al que responde a la razón, a la fuerza y al afecto. Trátalos de acuerdo con este conocimiento y habrás logrado la eficacia y la alegría de tus subordinados.

El subordinado espera que sus jefes lo valoren. Se interesen por el, reconozcan sus méritos. Por lo tanto Si eres líder:
 VALORA   a tus subordinados.  Hazle sentir bien
 INTERÉSATE por ellos y  confía en él.
RECONOCE sus logros, acéptalo.

La misión del líder es la de apreciar, reconocer y conducir al subordinado, en el proceso de la consecución de un propósito. Para hacer esto es preciso que exista entre el líder y los subordinados una misma visión. Una visión compartida. Donde hay más de una visión hay división. La unidad psicosomática del hombre fundamenta el desarrollo productivo.
La visión compartida ha de ser integradora. La conducta, tanto del líder como de los subordinados ha de estar centrada en el beneficio de todos, lo que produce integridad. El comportamiento es la manifestación física de una elección, surge de una alternativa, la misión del líder es la de convencer al subordinado de que la alternativa elegida por él, es la válida, porque integra a todos siempre. Donde no hay una visión integradora, no hay equipo y por lo tanto no hay futuro.
El lazo entre los seres humanos es su inteligencia común y el lenguaje es el vehículo que hace posible la inteligencia abstracta entre ellos. El uso correcto del lenguaje permite el intercambio y desarrollo de la inteligencia. El lenguaje debe evitar la mediocridad. Los líderes mediocres son el- límite- de la excelencia de su equipo.
Esperar una crisis para evaluar el perfil del liderazgo es una irresponsabilidad. En el momento de crisis se ponen a prueba las condiciones del liderazgo, pero no es necesario esperar hasta la crisis para descifrar el contenido y las características del líder.
Aquel que asume la soledad del poder, es porque nunca fue líder..

m- ORDENES Y SUS TIPOS
La orden terminante: Es la orden que se imparte en forma escueta, con tono de autoridad, sin permitir observaciones.
Este tipo de orden es conveniente para: Los perezosos, los indiferentes y descuidados. Para el protestón u objetador crónico y también para dar énfasis en los casos urgentes o que precisan de un energía.
Su uso debe limitarse porque despierta la antipatía, enfurece al nervioso, y resta entusiasmo al subordinado responsable y al que tiene iniciativa propia.

La orden solicitada: Es fácil comenzar la orden con frases como por ejemplo “podría usted hacer...””, o “hágame el favor de...”
Este tipo de orden es conveniente para, el susceptible, para el nervioso o sensible. Para probar las habilidades del nuevo subordinado. También es útil para los subordinados responsables, trabajadores y con iniciativa, para los subordinados de edad o con muchos años de servicio. Los subordinados nuevos y los que carecen de experiencia. O, para ordenar un trabajo difícil, peligroso, detallado, etc.
Este tipo de ordenes suaviza a la gente irritable, no ofende al susceptible, ni al veterano ni al responsable.

La orden sugerida, consiste en la indicación del problema, quedando implícita la  invitación para resolverlo.

Este tipo de ordenes, invita a quien la recibe a estudiar el problema y planear todo lo necesario para resolverlo.
Se ha de impartir solo a personas de responsabilidad, iniciativa y conocimientos apropiados.

La orden escrita, es una manera de presentar la orden terminante sin posibilidades de tergiversación.
Es conveniente para impartirla a subordinados que están en otros lugares, subordinados lentos en entender. Cuando el orden de los pasos a seguir es de importancia. Pormenorizar el significado de la orden y hacerla recordar.

La orden verbal, es otra forma de presentar una orden terminante, o bien una solicitada, o una sugerida, obliga con la misma fuerza que la escrita. Es conveniente para trabajos simples de cumplimiento inmediato, y permite imprimir el estilo del jefe que la imparte.

Causas de mala interpretación en las ordenes:
Falta de precisión en el lenguaje
Demasiado extensas o demasiado escuetas
Demasiado complicadas
Suponer en quien recibe la orden más capacidad de la que tiene
 Utilizar una terminología desconocida para quien la recibe.

Una orden no tiene valor alguno, si no se vigila su cumplimiento.

Conozca exactamente qué se tiene que hacer y cómo quiere que se haga. Al dar la orden considere su viabilidad, si el subordinado recibió y comprendió la orden y si tiene las cualidades como para cumplirla.
Considera también que la orden considere siempre estos seis interrogantes satisfechos Quien,  qué,  para que,  cómo, dónde y cuando
Cumpla con sus propias promesas. Compruebe el cumplimiento de sus ordenes, siguiendo su ejecución muy de cerca. Considere la mentalidad del que va a completar la orden. Recuerde que el hombre tiene límites en su capacidad. Emplee la expresión correcta en forma clara, precisa, concisa y completa. Hable con calma y sin levantar la voz más de lo necesario. Use un tono de autoridad sin dejar de ser amable.
Asegúrese de que su orden ha sido comprendida. Repítala si es necesario.

Evite las amenazas, las quejas, el ridiculizar. No use sarcasmos, ni regañe. No insulte, no muestre indecisión, no vacile. No rebaje al otro, ni a los demás. No se ponga por ejemplo, “en mis tiempos yo hice...” Nunca demuestre desacuerdo con lo que ordena. Nunca se disculpe por una orden.

ñ- MODELOS DE UN FALSO LÍDER
El egoísta. Las personas egoístas son incapaces de conformar un equipo. Solo pueden conseguir conjuntos de obsecuentes, que se mantienen en su posición alimentando su ego. En su afán por quedar bien con el líder, corroboran toda decisión intimidados por su personalidad egoísta. De esta forma constituye un grupo de corroboradores, en vez de un equipo de colaboradores. En las crisis los egoístas quedan absolutamente solos, porque nadie le quitará el privilegio de devorar todo su fracaso.

El desconfiado. Si el líder desconfía de su gente, su grupo engendrará desconfianza sospechando el uno del otro. Esto trae como consecuencia, que no compartan sus ideas por el temor de revelar información comprometedora. En las crisis todos se sienten traicionados y se culpan mutuamente sin encarar una solución integradora. El principio de la desintegración es la desconfianza.

El soberbio, la falta de humildad en el liderazgo estanca la creatividad de un grupo. Nadie quiere aportar sus ideas cuando el líder, es incapaz de recibirlas con interés. El soberbio cree que todo lo hace perfecto y desprecia los aportes de quienes están debajo de su nivel de autoridad. Esto trae aparejado una enorme falta de entusiasmo. En las crisis se descubre que muchos habían advertido de antemano lo que estaba por ocurrir y para evitar el mal momento de comentárselo al soberbio, dejaron que este lo descubra demasiado tarde.

El omnipotente. Al que pretende que nunca necesita ayuda, nadie lo ayudará para no ofenderlo. El grupo proyectará que nunca ocurra nada que el líder omnipotente no pueda solucionar por sí mismo. La gente tendrá la tendencia de acercarle una mayor cantidad de problemas que los que debe atender, y cuando sobrevenga una crisis, estará sobrecargado de tareas, con riesgo de ser aplastado.

El sabelotodo, tiene la tendencia a opinar de todas las cosas. A veces sufre de incontinencia verbal. Cuando es descubierto en un exceso, hablando con suficiencia de lo que ignora, pierde la credibilidad de su grupo y adquiere la categoría de charlatán. Es alarmante la cantidad de líderes capaces y bien intencionados que caen en la trampa del descrédito, por no seleccionar adecuadamente los temas donde vierten sus comentarios y opiniones. Un charlatán es la última persona a la que se acude en una crisis. De todas maneras el sabelotodo ya lo sabe.

El que compite contra su equipo, El líder que compite contra su equipo lo hace en una desigualdad de fuerzas que implica deslealtad. La gente suele dejar ganar a su líder para que se sienta bien y no los moleste pidiendo permanentes revanchas. El problema es que mientras el líder se entretiene y conforma, ganándole a su equipo, sus verdaderos competidores le pasan por encima. En las crisis el equipo no sabe si debe alentar al líder o al problema.

El humillante,  un grupo de personas resentidas tendrá una tendencia a quebrarse antes de enfrentar el desafío de una crisis. La humildad es una virtud que cada uno debe desarrollar por su propia decisión. El líder que cree que está a la cabeza para humillar a su grupo, faltándoles el respeto, cosechará más resentimiento que humildad. Un líder sabio desarrollará la humildad de su equipo por imitación y no por humillación reiterada

o- PROPÓSITO  DEL LIDERAZGO

“Y lo que has oído de mí, en la presencia de muchos testigos, eso encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. (Segunda carta escrita por el Apóstol Pablo a su discípulo Timoteo, líder de la congregación de Efeso”

Esta frase tomada de la carta del apóstol, contiene los elementos básicos del desarrollo exitoso de líderes. Los grandes logros, los avances, los cambios positivos, las fuertes transformaciones culturales, pueden perderse si el liderazgo no comprende su más alta responsabilidad, su máximo compromiso, que es desarrollar nuevos líderes.
Los tres elementos del desarrollo de líderes:
El modelo, el compromiso y la idoneidad.

El modelo de líder

Sin la existencia de un modelo de liderazgo que muestra una vida en completa coherencia, con la causa que pretende encabezar, la autoridad del mismo se desvanece, y el valor de su mensaje se hace nulo.- Haz lo que yo digo pero no lo que yo hago-, es una de las frases más absurdas que alguien ha utilizado. La inserción de una persona en una nueva cultura, la forma de aprender las conductas más elementales durante la niñez, derivan de imitar lo que se observa. Luego el líder, debe saber que las personas a su cargo serán ampliamente influenciadas e imitaran su conducta. Aquellos aspectos de su propio carácter que detesta, si no son corregidos, los sufrirá desde aquellas personas que están bajo su liderazgo.
Lo irónico es cuando aparece alguna persona que  ha copiado "lo peor" del carácter del líder y éste la reprueba porque no acepta en otros, lo que esos mismos están obligados a tolerarle a él. En esto consiste la virtud más importante del líder, en comprender su responsabilidad y vivir en absoluta coherencia con lo que enseña.
No puede ser un buen líder quien no ha sido un buen discípulo. Un alumno puede aprender determinadas materias y luego aplicarlas o no en su rutina. El discipulado es una experiencia diferente porque no se limita a aprender sino que se trata de alguien dedicado a practicar lo aprendido.
Un verdadero liderazgo se manifiesta por sus discípulos.
 Si mencionamos al Sr. Amati como una persona que vivió en Cremona Italia, hace muchos años, es muy probable que la mayoría de nosotros no pueda dar de él mayores referencias. Si agregamos que su discípulo fue Stradivarius, no será ninguna hazaña concluir que se trataba de un destacado luthier, especialista en violines. Sócrates no escribió ningún tratado, pero lo conocemos por su discípulo Plutón. El máximo ejemplo es Jesucristo que tampoco escribió, pero su enseñanza mucho antes de la globalización, dio innumerables vueltas al mundo afectando a todos los estratos de la sociedad, a través de sus discípulos. Lo ocurrido durante las últimas décadas en Corea del sur y actualmente en China, donde más de 50.000 personas se convierten al cristianismo cada día, basta ya como ejemplo.

El compromiso y la idoneidad.
Junto con la idoneidad del líder, su capacidad, sus conocimientos, su talento para enseñar es indispensable el compromiso con la visión. Este compromiso es la fidelidad que se menciona como característica de selección en el párrafo elegido. Siempre que planteamos la estrategia para la formación de un equipo excelente, mencionamos que las claves son la selección, la capacitación y la motivación. No hace falta aclarar que la idoneidad de la que hablamos es en gran parte consecuencia de la capacitación. La enseñanza debe ser enfocada en las necesidades de la actividad y evitar todo aquello que sea erudición inútil, que solo sirve para el lucimiento personal y las discusiones necias sobre asuntos irrelevantes. En resumen, nadie perfecciona su estilo de natación por saber que el agua se compone básicamente de Hidrógeno y Oxígeno. 
Quiero poner énfasis en el compromiso, destacado por la palabra fieles. El proceso de selección (Hablo de proceso de selección, porque sostengo que así como la capacitación y la motivación, son un proceso permanente, la selección también lo es). debe servir para detectar personas fieles, que saben lo que es el compromiso. Esta virtud que será aumentada por la influencia del líder pero tiene que ser planteada como excluyente para el que fue seleccionado para su capacitación para el liderazgo. Las personas inconstantes, que no entienden el compromiso como valor, son en general aquellos que todavía no saben bien lo que quieren y en función de sus sentimientos, se dejan llevar. El compromiso se manifiesta por la determinación y no por los sentimientos. Una persona fuertemente comprometida con la visión, es aquella que capacitada correctamente puede ser facultada para liderar. La mayoría de los autores indican que compartir el conocimiento, es una de las claves de éxito del empowerment, pero aunque la información y el conocimiento fluyan libremente, este proceso no funcionará correctamente si la gente no está comprometida.
Un modelo de liderazgo imitable en compromiso e idoneidad, se multiplicará exitosamente capacitando y motivando gente comprometida e idónea, para conformar nuevas generaciones de liderazgo. Esto es él más alto propósito del liderazgo.
p-3 LEYES PARA LIDERAR EL MOVIMIENTO 
Toda organización que aspira lograr y mantener una posición de excelencia debe comprender la importancia de aceptar constantes cambios o movimientos, como la manifestación más natural de salud.
He percibido que la mayoría de las personas que trabajan en empresas, aceptan el concepto de mejora continua como una realidad ineludible para la supervivencia, pero encuentro que no muchos ven claramente que la mejora continua, no es otra cosa que el cambio continuo y el movimiento continuo.
Hay gente como el Sr. Campana, gerente de una prestigiosa empresa, que quiere mejorar sin cambiar nada. A propósito, le llaman Campana porque es "tan ton tin".
El cambio produce incertidumbre y temor, por esa razón la resistencia al cambio parece una actitud natural. Dejar de lado el temor y aceptar la realidad del cambio es el precio de la mejora. El cambio vendrá de todos modos y mejor que resistirlo es liderarlo.
"El cambio es una constante".
"No todos los cambios producen mejoras pero sin cambios no habrá mejoras".
1) Principio de inercia:
Todo cuerpo al que no se le aplica un impulso, permanece en estado de reposo o de movimiento uniforme.
Lo primero que debo asegurar si quiero una mejora es la acción. No parece una gran noticia, pero cuantas cosas se dejan de hacer simplemente porque alguien cree que no son prioritarias y elige no preguntar. Cosas que se empezaron a hacer y no se mantuvieron en el tiempo porque no eran para evaluarlas inmediatamente. Reportes, controles, estadísticas, reuniones de equipo, que se dejaron porque nadie reclamó y entonces llega el día donde queremos ver resultados y no están. Luego preguntamos: ¿Por qué no se está haciendo tal o cual cosa? Y la respuesta puede ser: Nadie nos dijo que teníamos que seguir haciéndolo. Aunque tampoco nadie dijo que dejaran de hacerlo.
Liderar la mejora es liderar el proceso de cambio e implica liderar la acción sabiendo que todo lo que no recibe impulso no se mueve, o simplemente se repite hasta el hartazgo sin cambios.
El que al viento observa, no sembrará; y el que mira a las nubes, no segará. (Eclesiastés 11:4)
2) Relación entre impulso y cantidad de movimiento:
La cantidad de movimiento de un cuerpo es igual al impulso que se le aplica. La aceleración que este cuerpo toma es directamente proporcional a la fuerza que se le aplica e inversamente proporcional a la masa del mismo.
La aceleración que tome el cambio será proporcional al impulso que se le dé al mismo, e inversamente proporcional a la magnitud de lo que quiero cambiar.
Si quiero una mejora incremental puedo apelar a la mejora continua, pero si quiero un cambio radical y dramático entonces necesito innovación y reingeniería. Todo líder debe saber claramente si lo que necesita es hacer algunos cambios o un verdadero breaktrough. El equipo debe entender claramente de que nos estamos defendiendo, si es de los mosquitos o de una estampida de elefantes. Todos los esfuerzos suelen ser proporcionales a los resultados que espero alcanzar. Los recursos, la atención y la prioridad que reciba una acción serán proporcionales a los resultados. Nada importante se logra sin un esfuerzo importante.
Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. (2 Corintios 9:6)
3) Principio de acción y reacción:
Toda fuerza aplicada a un cuerpo en un punto recibe una resistencia de igual dirección e intensidad pero de sentido contrario en el punto determinado.
No se puede esperar que los cambios que sacan a las personas de la comodidad de la rutina se acepten sin resistencia.
Sabemos que el "stress" no viene de lo mucho que hacemos sino de esas cosas que están pendientes todavía. Creo que cuando proponemos algo al equipo y éste lo acepta sin chistar debemos preguntarnos: ¿Estaremos realmente cambiando algo?
Generalmente se necesita una crisis para que las empresas decidan un cambio profundo.
El sabio gerente me aconsejó diciéndome: "las grandes acciones generan grandes reacciones y un conjunto de pequeñas acciones genera un conjunto de pequeñas reacciones".
Si no logramos vencer la resistencia no habrá movimiento. Todo plan de acción que no contemple un plan de reacción está dejando de evaluar lo que realmente pasará.
¿Ha oído Ud. hablar de planes de contingencias? La reacción no es una contingencia, es algo que inevitablemente ocurrirá y si deseo liderar el cambio debo también liderar la reacción.
Cada posible reacción tiene que estar ponderada dentro del plan para poder evaluar correctamente el impulso que demandará vencerla. Esto permite establecer presupuestos y planes veraces. Muchas empresas abandonan el cambio porque comenzaron sin conocer el verdadero esfuerzo que requiere.
Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.
O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil? Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz. (San Lucas 14:28-32)
Evidentemente provocar un cambio positivo, es pasar de cualquier situación determinada a otra mejor y si entendemos que esto no es cuestión de suerte, necesariamente debemos liderar el cambio.



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