domingo, 24 de febrero de 2013

DESARROLLO DE LA CREATIVIDAD


DESARROLLO DE LA CREATIVIDAD                                             por Martín Soria

Como ya hemos visto, apreciación, dominio y creatividad son inseparables,  pero para entendernos vamos a estudiarlas  por separado.
El hombre fue dotado con capacidades y habilidades, pero no sólo basta con ambas para crear; para desarrollar la creatividad es necesario de libertad. Libertad es la posibilidad de optar, sin opción es imposible la creatividad y sin opción es imposible el dominio. Luego, libertad es la condición que nos permite optar y determinarnos en una dirección. Por lo tanto, el primer requisito para crear belleza es el disponer de libertad.
1er  recorrido   1º Libertad de pensamiento.
                                2º Dominio sobre las impresiones sensibles, cognitivas, volitivas.
                                3º Producto del dominio y  la concentración  perseverante en
                                      una   dirección, aparece la idea o creación.
2º recorrido           1º Libertad de acción y opinión.
                                                2º Dominio sobre los elementos de construcción.
                                                3º Producto del dominio sobre los elementos, se conso-
                                                      lida la idea sustancial.

El hombre debe trabajar por establecer un mundo en libertad y respeto, donde pueda ejercer su creatividad en la dirección que considere oportuna, siempre y cuando, respete las leyes de la creación. El respeto obediente por el propósito universal de la creación, hace posible la libertad, la equidad y la dignidad del individuo. ¿Cuál es ese “propósito universal de la creación”?
El propósito universal de la creación es, el de que, todo lo creado existe por y para el beneficio del otro, o de lo otro. En la creación, cada cosa creada satisface a su creador, por lo tanto todo lo creado existe por y para el beneficio del otro. Por un lado, todo lo creado existe para el beneficio del creador y además para el beneficio del apreciador. Todo lo creado puede ser apreciado. Si pensamos en  profundidad, nos daremos cuenta, de que creación involucra a la estructura base de cuatro posiciones y dentro de esta estructura base de cuatro posiciones, existe contenida la ley del dar. A esa ley del dar se le considera, eje medular que satisface al propósito universal de la creación. La Ley del dar, es la estructura base del movimiento y movimiento es una constante universal. El movimiento existe en todo, porque todo es energía, y para que se dé la energía es preciso de fuerza en movimiento. El propósito universal de la creación es el propósito inicial del movimiento, es decir la armonía. El respeto, entonces por la armonía, hace posible la existencia acción y multiplicación de la libertad, equidad y dignidad del individuo.

La creatividad, prácticamente fluye de la libertad. Todo hombre tiene necesidades, intereses y habilidades que satisfacer, por lo tanto, la mejor educación de la creatividad es la acción libre y responsable. La acción es producto de una motivación y la motivación es creada por el “deseo por”, “el interés en”,  o la “necesidad de”. Lo que generalmente entendemos como propósito.
Existe dentro de cualquier propósito, una función universal y una función específica. El propósito, sea cual fuere, modifica tanto al individuo, como  al conjunto, a lo temporal como a lo atemporal.
El propósito que desee, se interese o necesite realizar el creador, debe su logro a las fuerzas de la vida ( fuerzas de la naturaleza) y a la fuerza del amor ( fuerza del afecto que el creador tiene por su obra). El trabajo no sólo se realiza con fuerza, también existe en el trabajo una necesidad a satisfacer. Esa necesidad quiere al objeto que la satisface, busca unirse con él. Busca que satisfaga su necesidad de crear. Esa fuerza que une es el amor. Por lo tanto la creación se realiza mediante el uso de la fuerza del amor y de la fuerza de los principios de la naturaleza.
 El artista, venera las condiciones gracias a las cuales prospera mediante el dominio de sus virtudes. Virtudes que tienen mucho que ver con el desarrollo moral, ético y estético de la persona, pero también tienen que ver con la voluntad social y cultural del momento histórico del que participa. Finalmente el resultado del propósito a realizar debe contener, dentro de su momentaneidad, la universalidad que lo perpetúe, es decir que lo califique como siempre valido y valido también para todos. Los privilegios de esta estructura, son sin duda alguna la suficiencia, validez y completación que satisface, al establecer una unidad en armonía. El propósito de la creación, sea esta cual fuere, no es otro más que el de la satisfacción total, donde se integran tanto el creador como el objeto creado.

El creador pretende con lo creado, ya sea consciente o inconscientemente: sentirse satisfecho, sentirse  reconocido, y sentirse cumplido. Su creación se realiza porque la necesita,  le interesa o desea hacerla. Tras ese sentir, necesidad, interés o deseo, se esconde el potencial por ser satisfecho, lo que evidencia que el propósito último es el de sentirse satisfecho. Además, la creación del creador se realiza para que sea reconocida como válida por el creador. Pero, no sólo el creador reconoce lo creado, sino que además se espera, que el apreciador, (cualquiera que este sea) también pueda reconocerse en lo apreciado, con lo que hace posible el reconocer también a su creador; así se establece la recognición  del creador, mediante lo cual se siente reconocido. El creador de cualquier trabajo creativo, cuando lo da por válido, es porque está completo. La completación del logro es el deseo cumplido, con lo cual el creador siente la satisfacción de sentirse cumplido. Satisfecho, reconocido y cumplido son los deseos más profundos del creador.
En pro de ese logro, la creación precisa del uso  de libertad, seguridad y responsabilidad. El artista necesita ser libre de optar por la alternativa válida. El artista debe estar seguro del conocimiento verídico que le permite crear y debe ser responsable en el cumplimiento de su deber, priorizándo la realización del deber por sobre el querer. Cuando el creativo cumple su deber por sobre el querer, cuando está seguro de la veracidad y cuando opta por la alternativa válida, la creación adquiere valor. Hay mucha gente que cuando ha de hacer algo, hace algo; aunque no sea exactamente lo que ha de hacer. Debemos evitar el hacer por hacer.
No es la fuerza, sino la perseverancia de los altos sentimientos la que hace a las hombres superiores.
“La única intención de la vida es la de servir al género humano” decía  León Tolstoi. El arte no sirve más que para satisfacer al hombre. El proceso de la creación para satisfacer al apreciador se realiza mediante el uso de libertad para dirigir la iniciativa hacia la alternativa correcta, iniciativa que despierta las expectativas, expectativas que perseveran hacia la consecución del logro que finalmente satisface al creador. Ese círculo completo motiva a la nueva empresa.

El mejor motivador es el ejemplo. La creación se desarrolla por un lado, en base a conceptos, conocimientos e ideas, y además por las experiencias realizadas.
Ver el producto de una experiencia nos hace partícipes de alguno de los elementos expresados en ella,  pero la experiencia no se transmite. La experiencia, hay que vivirla para sentirla. Sabemos que la apreciación del valor es opcional, pero la experiencia del valor es siempre y para todos complaciente. Todas las relaciones se establecen,  en base a la necesidad por complacencia.
 El artista no puede apartarse de esta realidad ¿No es cierto que el tener, o el saber,  no te hace tan feliz como el sentir? Si no es así dime ¿quien es más feliz, el que más tiene, el que más sabe, o el que más feliz se siente?.

Martin Soria
Tel 22012755   www.martinsoria.cl  

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