domingo, 24 de febrero de 2013

SENTIDO DE LA HISTORIA


ORIGEN IDENTIDAD Y SENTIDO DE LA HISTORIA

Historia es la suma de datos derivados de la experiencia humana a lo largo de su existencia. Conocemos aquellos que nos significan y nos significan porque nos importan.
Frente a la historia existen varios elementos de juicio que desajustan la providencia funcional de la historia. La confusión que surge frente a las razones, que en ocasiones provienen de los convencionalismos sociales culturales. El que se repita una y otra vez  “existen muchas versiones sobre la interpretación de la historia, o, son varias las teorías, o, yo no creo que exista solo una respuesta”, estos términos confunden la realidad de las cosas. Existen varias respuestas y varias proposiciones teóricas incluso multitud de interpretaciones, eso es así, es una realidad porque cada humano es único y libre, por lo mismo, tiene el derecho a opinar, pero hay una diferencia esencial entre la opinión y la justicia. Cualquier razón es posible, pero no todas las razones justifican el juicio justo, la razón que justifica algo es la justa y no existen dos razones justas opuestas  paralelas para el mismo juicio. ¿Alguien podría en un juicio ofrecer el siguiente veredicto: es culpable pero al mismo tiempo es inocente? La justicia solo se declara en el juicio justo, en la razón que justifica su existir. Toda existencia responde a una sola y única necesidad que la justifica válida, solo una es su razón de ser, una razón dual, vale para si y vale para el todo. Es en ese acomodo entre el si y el todo en donde se justifica la existencia y la realidad de la existencia. La historia es una realidad cuya razón se justifica en el si que se acomoda al Todo y eso es lo que espero se deduzca de esta presentación.
La historia humana se inicia en el primer antepasado de la humanidad cuyo deber de ser auténtico se vio mermado por su incapacidad de madurar.

¿De donde se deduce que el primer humano no maduró?
De haber madurado habría consolidado la primera familia biotipo original de perfecta humanidad, ejemplo de tradición justa y legitima  para sus descendientes.
Aspectos que se declaran en los descendientes de nuestros primeros antepasados y que justifican que ellos como causales de las generaciones posteriores no ofrecieron un modelo de autenticidad legítima y cumplida:

1-Falta de responsabilidad en responder, siempre y en todo, al deber de resolver, realizar y satisfacer a la máxima necesidad valida  para Todo.
2-Ignorancia de los juicios justos que corresponden con los principios de la creación y que justifican su comportamiento.
3-Inmadurez en el control y dominio sobre el celo y los instintos.

Los primeros antepasados de la humanidad no pudieron establecer el modelo de familia original autentica y verdadera en concordancia con el cumplimiento de la satisfacción emocional, de la justificación racional y de la tradición normada. Lo que produjo un desajuste ante el auténtico deber de ser humano y los redujo a la posición  de ser esclavos del instinto y del celo.
Los descendientes de los antepasados somos incapaces de controlar los instintos y el  celo, y de realizarnos en la incondicionalidad del vínculo afectivo, cognoscitivo y tradicional normado, en su máxima expresión de unidad vincular, confianza en la verdad y dominio sobre nuestro comportamiento. Esta insuficiencia ha producido derivados trastornos en la personalidad, en la percepción de la naturaleza humana, y en la tradición de las costumbres, y de eso se ha repleto la historia humana.

La esperanza de la normativa natural humana ha sido, desde sus inicios, la restauración del hombre insuficiente en suficiente, del hombre ignorante en hombre justo y de hombre insatisfecho en satisfecho. La máxima esperanza de la naturaleza humana es la felicidad de la especie humana fruto del cumplimiento de su verdadera razón de ser. Ser maduro en el dominio de los extremos emocionales, intelectuales y motivacionales y ser uno en el control y dominio sobre el celo y los instintos de protección (ansiedad y angustia), de mantenimiento (alimentación, descanso y ejercicio) y de reproducción (superando la tentación del apetito intergenital prematuro).

El ser humano que responde voluntariamente siempre al cumplimiento de la máxima necesidad valida para Todo, que descubre la razón del juicio justo y, que se determina en libertad a la realización de la máxima necesidad humana que es valida para Todo, es un hombre maduro, justo y responsable. Nadie puede reclamar su actuar, ni acusarlo de ser falso, ni descalificarlo por cumplir con el deber de responder al llamado de la máxima necesidad. Ese tipo de carácter nunca se estableció y eso nos prueba que los antepasados de la humanidad jamás lograron establecerse como verdaderos padres de la humanidad.

¿Qué se perdió en la relación entre los primeros padres de la humanidad?
Se perdió la verdadera tradición normada del individuo, el verdadero raciocinio del juicio justo, y se perdió la unidad y la felicidad.
La especie humana perdió la orientación, la lealtad a la verdadera conducta de dominio, al juicio justo y, a la respuesta voluntaria al cumplimiento del deber. Esa deslealtad al cumplimiento del deber transforma a las generaciones en irresponsables. Ignorar el deber de ser verdaderamente humano resta al ser humano su condición de ser persona y lo esclaviza al servicio del celo y los instintos.

En paralelo al mundo de la libertad humana existe el mundo restringido del instinto. El instinto es celoso de su operatividad en extremo. A tal extremo que ninguna especie natural puede desligarse de él. La especie humana contiene por naturaleza otra dimensión, la que le permite dominar la restricción del instinto y reducirlo a su propia voluntad  o entregarse a sus propios apetitos. La especie humana es por naturaleza responsable, es decir, puede responder voluntariamente a las exigencias o necesidades del ambiente porque está dotado con libertad. De otro modo no podría declararse responsable.

Libertad y responsabilidad son dos aspectos complementarios del valor, sin uno el otro no es posible. Los primeros antepasados fueron los primeros en adquirir esta dualidad porque era necesaria y complementaba los valores relativos de cada especie, hasta lo absoluto en el dominio de la actitud responsable del primer humano (asumiendo que hubo uno, masculino y femenino en paralelo). El primer hombre fue dotado con la responsabilidad de cumplir su completa realización en libertad. Esta posibilidad debió entenderla el intelecto del primer humano, porque su capacidad era la de encontrar el juicio justo y razonarlo. Pero a juzgar por su descendencia, no lo comprendió porque de haberlo comprendido lo habría realizado.

El juicio justo de la razón humana es aquel que coincide y concuerda con la propia naturaleza humana de ser maduro, justo, y adecuado. La naturaleza humana es libre, autónoma y responsable. Libre para optar por la alternativa valida para Todo, autónoma en el reconocimiento de sus funciones naturales y responsable de cumplir con el deber de ser normal. Un ser normal es aquel que es normado y para eso, es necesario descubrir la norma. Este es el elemento que los primeros antepasados no cumplieron. No descubrieron la norma de ser auténtico y por consiguiente, le restaron la normalidad a su condición.

Ignorar la norma pone al individuo en una posición riesgosa, si su actuar coincide con lo normado se transforma en normal, pero si no coincide su actuar con lo normado se transforma en anormal. Esa posibilidad existió en el primer adolescente humano, considerando adolescente como quien adolece “le falta” del significado de la razón de ser. Este primer adolescente creyó que era suficiente con ser como era y nunca recapacitó en que debía de ser no como era, dentro de su percepción adolescente, sino como debía de ser de acuerdo con la norma natural del ser humano. El deber de ser humano se redujo al creer que ya era tal, y en ese credo, se quedó su descendencia.

El ser humano contemporáneo piensa y cree que es normal, pero ignora la norma de la razón de ser. ¿Cómo, entonces, se puede justificar normal alguien que no conoce la norma que lo declara justo? ¿De qué modo justifico la razón de lo que soy si no conozco la razón legítima del ser?  Este ha sido el tema de atención intelectual a lo largo de la historia y fruto de la proximidad o lejanía con las normas de la creación, la historia ha vivido relaciones de acomodo y tranquilidad o de desacomodo, tensión y guerras.

La humanidad perdió el juicio al ignorar el criterio de la justicia, y evaluó la realidad de acuerdo con la adolescente regulación del inmaduro. Se perdió el biotipo humano de la normalidad, el modelo de familia verdadera y el verdadero paternazgo maduro en la incondicionalidad. Se perdieron a los verdaderos padres de la humanidad y esa ausencia crea la necesidad por conseguirlos. Esa es, ha sido y será siempre, la esperanza de las generaciones, y esa es la razón que justifica la tensión adolescente.

El adolescente siente y compara su ideal original de padre verdadero con la realidad que este padre natural manifiesta y lo rechaza por ser inconstitucional (no se constituye normado). El drama de los trastornos emocionales adolescentes se origina en esa comparación del hijo que no reconoce al padre normado y le exige. En la exigencia expresa sus diferencias entre la visión original, innata en él, del verdadero paternazgo ideal, con la realidad del comportamiento de su padre natural. Lógicamente el ideal de padre es aquel que siempre cumple con la responsabilidad de realizar la máxima necesidad valida para Todo. Y no todos tenemos un padre que se acomode dentro de esa regla.

Responder a la máxima necesidad valida para Todo, no es solo disponer de los recursos económicos para la salud, educación y desarrollo profesional de los hijos, es además disponer del dominio sobre el celo y los instintos, reconocer los juicios justos, y cumplir con la responsabilidad y respeto que la familia, tribu y sociedad exigen de él.  Esa realidad es solo un  ideal en este momento, pero es un ideal que espera su realización. El primero que lo logre será el máximo ejemplar humano, el biotipo de comparación histórica,  el héroe heredero del valor humano en su máxima dimensión, el Rey de reyes.

¿Cómo se perdió la normalidad del ser humano? En el proceso de desarrollo, hubo un instante en el que el adolescente debió elegir una propuesta adecuada que de un modo u otro afectaba a las futuras generaciones. Esa decisión debió ser tan importante como para trastornar o afirmar la naturaleza humana. ¿Cuál pudo ser esa decisión y con qué tuvo relación?
Si hubiese sido la decisión de optar por construir o destruir algo, “una cosa” ¿qué importancia podría tener en sus descendientes, los afectaría en algo su naturaleza el construir o destruir algo? Lógicamente no. Y si hablamos de construir no “algo”, sino al otro, al descendiente, pongámonos en la escena reproductiva, imaginemos que el padre decide reproducirse sin conocer cómo madurar su construcción, ¿afectaría su ignorancia a su descendiente? Imaginemos a un padre sobre potente, sobre protector, o sobre exigente con el hijo, ¿no obligaría al hijo a la sumisión de una voluntad extralimitada y egoísta? O, imaginemos el caso opuesto de un padre indiferente ¿no mermaría en lo afectivo al descendiente produciéndole una carencia afectiva que lo trastornaría de por vida?
Pensemos por un momento en un padre incapaz de superar la tentación del celo extremo, ¿qué consecuencias produciría en su descendiente un padre violento o irrespetuoso? ¿Hasta qué grado debe controlar los extremos un padre para ser maduro? Siempre y en todo. Esa es la respuesta justa, ¡siempre y en todo!
En todo significa que en el momento de optar por la reproducción, el padre debe estar en la posición de dominar la tentación del apetito intergenital prematuro, por la sencilla razón de que si se establece la reproducción prematuramente, previo a la disposición de los recursos afectivos, de juicio justo y de dominio sobre los extremos, el acto se realiza de forma inadecuada, insuficiente e ilegítima. Todo acto injusto es ilegítimo. Y en este sentido el acto reproductor, cuando es prematuro, cuando no se dispone de los recursos físicos y espirituales para construir hasta madurar al descendiente, los afecta en su totalidad. Este es el acto que afectó a la descendencia del humano antepasado, y que ha venido afectando a los descendientes de esa “primera familia originaria”.

Los primeros padres de la humanidad fallaron en reconocer la norma de la reproducción. Fallaron en descubrir cómo se establece la creación del descendiente y su maduración. Fallaron en descubrir los principios de la creación y obraron en consecuencia con un credo fragmentario, egoísta e inadecuado. Esta opción se repite a lo largo de las generaciones y del fruto de esta ilegitimidad se derivaron todos los significados del valor que en ningún caso coincidieron con la naturaleza de lo absoluto.

El valor valido solo para uno y que no es valido para todos es un error, no es valor. Es un impedimento a lo absoluto un opuesto, una contradicción. La defensa y preferencia de los valores fragmentarios cuando no se ajustan al derecho natural es injusta. Nuestra historia está repleta de ideales anti-absolutos, de pretensiones relativas al criterio adolescente de un monarca impositivo o al acomodo democrático de un criterio insuficiente o inmaduro. Hoy vivimos en un medio democrático repleto de valores relativos. Un medio sin promedio maduro, un medio sin intermedio ajustado, un medio que no nos deja ser enteros porque lo entero es considerado absoluto e impositivo.

¿Es impositivo el juicio justo? Y por ser justo ¿no se transforma en absoluto, en valido siempre y para todo? Luego, el ser valido siempre y para todo ¿es impositivo o es absoluto? Si es absoluto y no es impositivo debemos asumir que no todo lo absoluto es impositivo, siendo al mismo tiempo justo y esperado lo que en su deber pudiera sentirse obligado, pero en ningún caso y de ningún modo impositivo, todo lo contrario. ¿Podría decirse que el amor, la verdad y el beneficio son impositivos porque todo lo creado lo espera y lo persigue? El deber no es una obligación impositiva, es una obligación en pro del beneficio. Ganar un campeonato es el deber del campeón, pero ¿podría decirse que ser campeón es un deber impositivo? Ser normal es un deber pero ningún normal se establece sobre la base de un deber impuesto, a pesar de venir dado de antemano por la naturaleza propia del ser. Impuesto se sobreentiendo que es contra voluntad, y la naturaleza humana no opera contra la voluntad del individuo, todo lo contrario, lo realiza, lo ajusta y lo satisface plenamente. El propósito de la creación es un deber natural, no tiene nada de impositivo.

Los primeros antepasados de la humanidad reprodujeron su propio contenido inconsecuente con la norma y recibieron descendientes inconsecuentes con la naturaleza humana. Realizaron una labor reproductiva inconsciente, sin consciencia del deber reproductivo y como resultado recibieron trastornos de personalidad hasta el extremo de odiarse entre hermanos y divorciarse entre cónyuges, para lo cual, debieron reducir a su complemento a la posición de objeto de su poder. La mujer ha sufrido esa posición de sometida hasta principios de siglo, incluso en algunas culturas aún siguen sufriendo esta bajeza.

El error de los antepasados no fue otro que no calificar de responsables por no hacer uso de la libertad en su máxima expresión, la de optar por la alternativa valida siempre y para Todo. Si el primer adolescente hombre se hubiera tomado el tiempo necesario para descubrir cual era la función reproductiva antes de hacer uso de su órgano genital, habría llegado a la conclusión de reconocer que su naturaleza era distinta del resto de las especies. El disponía de dominio sobre sus instintos, podía comer o ayunar a voluntad, dormir o no dormir, defecar o aguantarse, eso le habría llevado a interrogarse el por qué él y no el resto de los animales con los que compartía su espacio. ¿Para qué estaba dotado con esa habilidad de dominar los instintos?  Seguramente habría deducido que ese poder de dominar los instintos debía de ser ejercido en su totalidad.

 Dominar los instintos no era todo, era capaz de dominar al resto de las especies naturales.
 En algún momento llegaría a la conclusión de que esa capacidad de dominio le permitía dominar, no solo el instinto y al resto de las especies, sino también al estado de ánimo, a las influencias espirituales que le llevaban a extremos de ansiarse frente a lo pretendido o a angustiarse frente al porvenir. Su conciencia natural era una con la naturaleza humana, no había contaminación verbal o cultural alguna, por lo tanto, sus sentidos perceptivos eran puros y sanos.

Su salud o sanidad mental se vio en su adolescencia frente a un drama difícil de resolver. Debió ser en su periodo sensible a la pubertad. En ese momento aparecen varias cosas extrañas en él y en su pareja. El púber manifiesta una conducta mental instigadora, reaccionaria al otro en la recogniciòn y definición de género. Descubre su identidad distinta al complemento y aparecen hormonas que activan el atractivo por el otro. Por un lado se reconoce maduro físicamente pero al mismo tiempo se reconoce insuficiente en el reconocimiento de la ley. ¿Cómo descubrir la norma del proceso reproductor sin tener la experiencia previa, ni la asistencia del experto en ello?
La única posibilidad era hacer uso de la razón y descubrir el ideal de la creación antes de ejercer la tarea reproductiva. Nuestro antepasado adolescente debió pensar en eso como piensa todo adolescente cuando se despierta el periodo sensible a la identidad y se cuestionan ¿qué soy, de donde vengo, a donde voy? ¿Quién no se ha hecho esa pregunta en su adolescencia?
¿Qué soy, de donde vengo, a donde voy?
Esta pregunta estoy seguro de que se la formuló el primer antepasado de la humanidad, pero está claro que no tuvo paciencia suficiente como para respondérsela.
¿Qué soy? Soy un humano y eso es algo así como ser libre, si, algo más libre que el resto de las especies, porque el primer humano, no creo que se considerase libre en el sentido que lo comprendemos ahora, libre de hacer cualquier cosa. Yo pienso que se consideraba libre de optar por lo valido para él u optar por lo valido para el resto de las especies colindantes. Y de algún modo sería sensible a reconocer que cuando optaba por la opción de mejorar al resto, se beneficiaba también él. Lo que le dejaría de manifiesto que optar por lo que es valido para todo, era mejor que optar por lo que es valido para uno cuando no se está en consecuencia con lo valido para todo. Este raciocinio no es tan difícil de descubrirlo. Estoy seguro de que este adolescente lo descubrió, pero le faltaba realizarse en ello. También creo se debió dar cuenta de que su libertad solo le permitía responder a lo que consideraba válido, porque no pudo nunca hacer otra cosa distinta a lo que le dio la gana y esa “gana” era lo único que motivaba a su libertad. Esto que para alguno de nuestros contemporáneos puede sonar a retórica filosófica, al primer humano sin contaminación mental alguna, debió parecerle de lo más razonable. La cosa aquí dependía de poner su gana al servicio del bienestar global de las especies, o reducirla a su propio beneficio independiente del beneficio general. Seguramente tuvo alguna experiencia con el priorizar su propia alternativa valida por sobre la alternativa valida para él y su pareja, y de estas experiencias pudo llegar a la conclusión de que cuando mejoraba a su pareja con su decisión se beneficiaban mutuamente, y la alegría aumentaba en su satisfacción.
De una u otra manera los primeros antepasados disponían de todo lo necesario para llegar a la conclusión de que eran libres ante las decisiones, que disponían de capacidad de juicio y que disponían de dominio por sobre la naturaleza y eso es suficiente para llegar a la conclusión de que el humano es un ser libre autónomo y responsable.

Si se sentían libres como cualquier adolescente, y si se sabían capaces de responder a cualquier necesidad, ¿por qué no se cuestionaron cual era la máxima necesidad válida para todo? Quizá después de cuestionarse eso habrían llegado a la conclusión de que la máxima necesidad valida para todo era que ellos se ordenaran en consecuencia con sus capacidades emocionales, intelectuales y motivacionales, responsables, justos y por consecuencia libres. ¿Cómo no pensar que para ser libres se debe ser antes responsables?¿Cómo no darse cuenta de que la libertad está ligada al cumplimiento del deber? Y ¿Cómo no descubrir que el deber del ser humano es el de ejercer el dominio sobre el celo extremo y sobre los instintos, en especial estando dentro de un ambiente en el que todo lo demás opera estrictamente ligado con el instinto? ¿Cómo no darse cuenta de su diferencia?

Los primeros antepasados disponían de la claridad mental suficiente para percibir las sensaciones en el máximo de su pureza, sin contaminación cultural alguna,  ni social, ni tradicional, eran puros hasta que perdieron su pureza. Eran inteligentes hasta que obraron contra la verdad, y eran sanos hasta que perdieron la noción de sanidad. El primer humano mantuvo esa ligazón con lo absoluto y estuvo siempre en él hasta que relativizó el valor a su propia pretensión y lo redujo al criterio de un adolescente.

Los primeros antepasados sufrieron el trauma de caer en la tentación del apetito intergenital previo a su verdadera comprensión, y lo conocieron como algo insuficiente, algo injustificado, algo digno de no repetirse, pero con la atenuante de ser lo más atractivo de la creación y ser impotentes frente al llamado de su apetito. Esto debió dolerles en lo más hondo de su estructura. ¿Qué hacer cuando sientes que no sabes lo que has hecho? Lo lógico es temerlo. En especial cuando causa tantos desajustes vinculares, tanta desconfianza y tanto rechazo. ¿Cómo pudo sentirse la mujer después de ver el aumento de su vientre sin un compañero seguro de si mismo, sin control del celo extremo y sin control de los instintos? ¿Cómo debió ser la relación entre ellos dos con un hombre incapaz de dominar los cambios hormonales de la mujer? ¿Cómo respondería este hombre adolescente del conocimiento del dominio por sobre los extremos emocionales, incapaz de controlar el poder de los instintos y reclamando las diferencias de la mujer, acusada de ser ella quien dio a luz al descendiente que ninguno de ellos sabe cómo realizar? Debió ser similar al cómo operan las relaciones interpersonales actuales entre las parejas adolescentes, un verdadero infierno repleto de sufrimiento e insatisfacción. Lógico pensar que su descendencia se odiara hasta el máximo de los extremos.

¿Qué somos? Por supuesto, humanos, y dentro de esa categoría somos sensibles, inteligentes y creativos, claro que esas cualidades también son compartidas por el resto de las especies. Toda especie contiene intencionalidad, selectividad y poder y bajo ese punto de vista sienten, disciernen y operan, pero entre ellos y nosotros existe una enorme diferencia. Nosotros, los humanos, sentimos las máximas necesidades validas para todas las especies y ellas, las especies, no. Nosotros  reconocemos las verdades constantes, las razones justificativas de los procesos y finalidades del resto de las especies y ellas no. Nosotros disponemos del dominio sobre las especies y ellas no disponen del dominio sobre otras especies. En este sentido somos capaces de percibir las máximas necesidades, de comprender los máximos conocimientos y de disponer a voluntad del dominio sobre todas las cosas. Esta condición es meramente humana. Somos libres, autónomos y responsables.
Responsables ¿de qué? De responder a la máxima necesidad valida siempre y para Todo. Libres, ¿para qué? Para cumplir con el deber de responder a la máxima necesidad valida siempre y para Todo. Cumplir con el deber de realizar la máxima necesidad valida siempre y para todo nos justifica y, esta justificación nos declara autónomos.
Pensar en Dios es muy bonito, pero quien no cumple con la máxima necesidad valida siempre y para Todo, no se comunica con Dios, ni lo entiende ni lo realiza. Dios es un estándar de madurez y si no se responde al cumplimiento de la máxima necesidad valida siempre y para todo no se es maduro, por lo tanto, Dios no encuentra reciprocidad en ese individuo a nivel de madurez.
La naturaleza humana espera  este nivel de entendimiento, determinación y cumplimiento.

Reconociéndonos capaces de satisfacer la máxima necesidad valida para Todo, podemos descubrir lo lejos que estamos de esa categoría. Ni los líderes nacionales disponen de esa claridad. Cada líder nacional aboga por la custodia de su propio territorio y lo prefiere por sobre la totalidad del espacio. Defiende la naturaleza de su cultura por sobre la naturaleza humana trascendente en el tiempo. En este sentido el líder se transforma en antiespecie, pues prefiere su fragmento a la totalidad de la especie.
Muchos de estos líderes caen en el recurso de entender que: “el más tonto de entre los tontos es el que sabiendo que son tontos no se aprovecha de ello”. Este tipo de corrupción es muy común entre los líderes que no están al servicio de las máximas necesidades.
¿De donde venimos, venimos del mono, de Dios, de una casualidad o ficción, de un misterio o de donde nos originamos? Si nuestro origen es casual no causal, altruista y al azar, entonces no hay sentido que justifique la historia, pero no solo la historia, tampoco habría sentido en la funcionalidad del resto de las especies y en ese caso, cada una de ellas cumpliría con el azar siguiendo la lógica del azar, es decir la ilógica del azar, porque no podríamos hablar de lógica alguna en el azar. Pero parece ser que las cosas no son de ese modo. Existe una razón que justifica toda intencionalidad y ese hecho nos demuestra que nuestro origen no puede ser casual. De ser el azar el productor de la creación, ¿por qué, cómo y de qué manera pierde su cualidad de ser casual al transformarse en funcional, orientado y repetitivo? Todas las especies crecen, se reproducen y ejercen el dominio sobre un área específica, eso no es azar, eso es constante en cada especie. Todo acto contiene intencionalidad, signifaciòn y poder, eso se repite en todo acto y, eso no es azar. Tampoco es azar el hecho de la interconexión de las especies naturales, ¿Qué fue primero, el insecto polinizador o la semilla? En la polinización entomófila se necesita del insecto para la perpetración de la especie. Si ambos son necesarios… ¿cómo puede ser por azar?

Nada puede crearse a no ser que se contengan los recursos de la creación, en el caso del origen de lo humano debe suceder lo mismo, sin los recursos humanos ¿cómo pudo originarse lo humano? ¿Qué recursos son los que caracterizan al humano? Lo humano se caracteriza por su grado de sensibilidad, de conocimiento y de dominio. El grado de sensibilidad humana es absoluto, es el máximo posible es el grado de plenitud. El grado de conocimiento es el absoluto el máximo posible es el juicio justo. Y el grado de dominio es el absoluto el humano puede cumplir con el máximo deber ecológico de ordenar todas las especies. Estas cualidades máximas absolutas de dominio máximo en el cumplimiento del deber, en el raciocinio del juicio justo y en la capacidad de descubrir, percibir o captar la máxima necesidad valida siempre y para todo, debe estar contenida en el origen de la especie humana. Lo que no infiere que el origen sea formalmente humano en su morfología, pero si debe contener los atributos en noción de la morfología humana. De igual modo que el cuadro que pinto no es mi forma yo como pintor contengo los atributos rectangulares de cuadro que voy a pintar, así como las formas y colores que represento en él.

Si el origen del humano es también humano en su potencial, y es sensible, inteligente y creativo, lógicamente dispone de los atributos de la creación para transformar los elementos de que dispone en sustancias, tejidos y fuerzas necesarias para la funcionalidad del ser humano. De otro modo su creación sería imposible.

¿Cual entonces sería el propósito del ser humano? Si el causal del humano es la naturaleza humana, el propósito del humano sería cumplir con su naturaleza siendo pleno, autónomo y responsable. ¿Cómo se logra eso? En primer lugar para ser responsable debe responder a la máxima necesidad valida para todo y en eso debe hallar el juicio justo. Para sentirse pleno debería cumplir con la realización intravincular completa, madurando los vínculos en la confianza y unidad hijo al padre filiopaternal, hermano hermana, esposo esposa, fraternoconyugal y padres a hijos  paternofilial en la incondicionalidad que lo declare responsable. Para eso debe superar la tentación de los apetitos y controlar los extremos del celo. Esto que parece simple requiere de toda una vida de servicio incondicional voluntario, confianza y afecto vincular. Quien logre el establecimiento incondicional de los vínculos intrafamiliares en su totalidad podría decirse responsable autónomo y libre de establecerlo porque lo ha cumplido.
Esta máxima inconclusa en el origen de la especie humana transformó la historia de la felicidad humana en  historia de confrontamiento, contradicción y confusión. Para restaurar esta máxima esperada por la naturaleza humana el hombre fue guiado por la propia naturaleza hacia el encuentro con el juicio justo. En la actualidad ya no cabe duda sobre la identidad del biotipo humano original, ya no cabe duda sobre el sentido de la vida, ni cabe duda sobre la realización del hombre. Pero hemos tenido que recorrer un largo recorrido de relaciones interpersonales, inter tribales e inter sociales ásperas y sufridas para aumentar el grado de sensibilidad, hasta lograr el grado de suficiencia exigida por el juicio justo.

Proceso de desarrollo histórico en pro del reconocimiento de la identidad humana.
La historia se inicia en los primeros padres de la humanidad. El primer aspecto que el primer humano no cumplió fue el control del celo y para ello debió restaurar la lealtad a la naturaleza humana. Esta lealtad debió ser restaurada en tiempo y en sus estructuras morales. Un hombre perdió la fe en su ideal y un hombre también debió restaurar la fe en el ideal.
El primer hombre debió cumplir el proceso natural de la creación. Dicho proceso implica tres etapas una de formación, una segunda etapa de crecimiento y una tercera de cumplimiento del ideal. Y cada una de estas etapas a su vez encierran un inicio, un medio y un término de cada una de ellas, lo que sumadas hacen un total de nueve etapas en las que debió establecer la estructura base de cuatro posiciones o fundamento base de toda actividad.

¿Qué es la estructura base de cuatro posiciones?
Todo acto para ser realizado exige posiciones causa y consecuencia sujeto creador y objeto creado. Todo acto responde a una necesidad que lo justifica valido, esa necesidad propositiva es el causal de su realización pero no puede cumplirse a no ser que alguien o algo lo realice, ese “algo” en cierto sentido, es el emisor del objeto que realiza tal proposición, al que denominamos sujeto. El objeto transformado en consecuencia y la consecuencia son las cuatro posiciones exigidas en toda proposición. El primer humano debió cumplir con sus respectivos periodos sensibles hasta completarse en su realización y eso, es en cada uno de ellos, lo que se denomina base de cuatro posiciones.

El primer humano al perder la fe en el ideal fue desleal al propósito de la creación y cayó en la tentación del celo. La historia debió restituir esa fe. El celo que sintió el primer humano al priorizar su propio beneficio por sobre el beneficio mutuo lo redujo a la cobarde actuación de robar la incondicionalidad del afecto, y  transformó el amor en egoísta. Se tomó el afecto para si mismo, sin considerar el beneficio mutuo, en especial el de su pareja. Transformó a la compañera en el objeto de su voluntad y no en el objeto del afecto incondicional vincular y por supuesto ella reclamó esta cobardía. Debió acusarlo hasta el grado de rechazarlo. Es lógico pensar que se sintieron avergonzados de su cobardía. Los sentimientos derivados de la inversión del afecto y de su transformación en defecto debieron ser muchos. En particular la desconfianza entre ambos. Seguida del temor y rechazo mutuo.

Este sentimiento de rechazo aprendido en esa primera pareja impidió el establecimiento familiar auténtico, y por lo mismo, no hubo nunca en la historia un modelo de verdadera familia o de verdaderos padres de la humanidad. La historia debió poner al hombre en situaciones de redención de este fallo. El primer hombre que se tiene noción que restaurase la fe en el ideal (a su modo de ver) fue Noé. Noé tuvo fe en un mandato divino que le pidió construir un arca de 3 pisos en lo alto de un monte durante 120 años (bíblicos) puso en él 4 familias y diluvió durante 40 días, se mantuvieron durante 210 días flotando y 40 semanas después el hijo de Noé, Cam se avergonzó de la desnudez de su padre. Estos datos demuestran un proceso de consecución de aspectos espirituales que debemos entender en profundidad porque se repite este proceso en la historia una y otra vez.
Desde el primer antepasado hasta Noé  transcurre un tiempo de cuatro periodos de 400 años, un total de 1600 años bíblicos, que es un múltiplo de 40. Desde Noé hasta el siguiente caso de restitución del vínculo entre padre e hijo del que tenemos noticia, el de Abraham e Isaac pasan también 400 años. Veamos qué ocurrió en estos dos casos. En el caso de Noé, él reestableció la lealtad al mandato de la naturaleza humana, al mandato del ideal de la creación o si queremos ponerlo de otro modo, al mandato de Dios. Noé restauró la fe perdida del primer humano, restauró la lealtad al paternazgo quizá sin comprenderlo, pero lo hizo. Nadie puede afirmar si esta es una historia literal o ficción, pero lo que nos interesa es el significado que contiene. Noé fue leal al paternazgo incondicional, y es incondicional porque ni él mismo supo de donde provenía el mandato. Hoy sabemos que cumplía con el deber de restituir la lealtad exigida por la naturaleza humana original, pero no creo que Noé supiera en detalle la razón del por qué era necesario ser leal a ese mandato. El caso es que lo estableció y eso es parte de la historia. Después de ser leal durante 400 años, se unió durante 120 años con el mandamiento de construir un arca en la montaña, algo muy extraño de aceptar, pero también lo cumplió cabalmente. Y pasó 40 días aislado separado del resto de la humanidad, lo que también era necesario para establecerse como primera familia humana centrada en el modelo humano original intravincular, pero nos dice su historia que Can su segundo hijo se avergonzó de él al verle desnudo y ebrio en la cama. Este hecho es curioso de analizar, en primer lugar ¿por qué sintió vergüenza de un padre al que le había seguido con tanta lealtad? Vergüenza es lo que sintieron los antepasados que al no superar la tentación del apetito intergenital prematuro, cayeron en el establecimiento de un afecto egoísta y defectuoso, por lo mismo era natural que en la familia de Noé, si él había superado la vergüenza de construir un arca en la montaña, su hijo superara la sensación de vergüenza  también para demostrar que en esa familia se había superado por completo la deslealtad al padre y la tentación del celo. Pero sabemos por el relato, que Can no pudo superarlo y el castigo que Noè le imprime a ese hecho tan insignificante es tremendo, le dice que sus descendientes serán sometidos a la voluntad de los descendientes de sus hermanos, y sucedió esto durante 400 años. Este hecho desleal de Can debió ser restituido por otro de los descendientes de la familia humana, y así lo hizo Abraham. Abraham asume la tarea de ofrecer una ofrenda después de superadas varias pruebas.


Para reiniciar el camino de la FE en el amor incondicional, el hombre caído debía
primero separarse de lo condicional, del egoísmo, de lo impropio, del mal.
Con la caída de Adán y de Eva se perdió todo, se perdió el Amor verdadero o amor
incondicional, se perdió la comprensión de lo absoluto o la verdad, y se perdió la
Bondad entre individuos, y de individuos hacia la creación. Se perdió el contacto con la
fuente del valor Dios, y la descendencia de nuestros antepasados perdió su dirección.
El hombre perdió la posibilidad de completar sus 10 etapas de desarrollo y de
convertirse en el señor del 40. Se perdió el cumplimiento de las 40 posiciones. Diez
(10 ) etapas, donde debe establecerse la base de cuatro posiciones, en cada una, hacen
un total de 40 posiciones que deben ser satisfechas. 10 propósitos, 10 sujetos, 10 objetos
y 10 resultados. Es por esta razón, que se debe indemnizar el número 40 con un periodo
de separación. Separación de la conducta caída, o, sin afecto, sin verdad y sin bondad.
El hombre perdido, ignorante y temeroso, debía encontrar su fe perdida, y establecer
sus relaciones en base a esta fe en el ideal absoluto, en el principio del dar y recibir, en
el proceso y estructura del sistema base de cuatro posiciones. Pero para ello era
necesario de un periodo de tiempo de redención del 40 que se perdió, puesto que fue la
falta de fe, lo que originó la caída. Después de establecer la condición de separación, el
paso siguiente, es demostrar fe. La fe de Adán, debió mantenerse durante 10 etapas de
crecimiento, estableciendo en cada etapa la base de cuatro posiciones, centrada en el
ideal absoluto. Por eso es necesario indemnizar la falta de fe con un periodo de fe
referente al 40 y al 10.
Es por esta razón que para iniciar el camino de FE de Noé, fue necesario de un periodo
de 400+400+400+400= 1600 años y 10 generaciones, correspondientes a las 10 bases
de 4 posiciones por 10 generaciones:
(1) Adán,
(2) Seth,
(3)Enosh,
(4)Kenan,
(5)Mahalalel,
12
(6)Jared,
(7)Enoch,
(8)Mathusalah,
(9)Lamech y
(10)Noé.
Una, (400 años ) para indemnizar el periodo de separación del mal. Una segunda, de
400 años, para indemnizar la primera etapa de formación. Una tercera de 400 años, para
indemnizar la segunda etapa de crecimiento, y una cuarta de 400 años, para indemnizar
la tercera etapa de completación.
Con este sufrimiento, la humanidad pagó el derecho a la Fe de Noé. Sobre esta base,
pudo aparecer un campeón del valor. Un campeón de la incondicionalidad, de la
honestidad y de la responsabilidad.
Noé tenía 600 años, cuando comenzó el diluvio, y tardó 120 años en terminar el Arca,
luego, comenzó a construir el Arca a los 480 años. Si le resto 400 años, del periodo de
unidad con la Fe, esto nos indica que Noé tenía 80 años, cuando se determina a creer en
Dios, 80 es un número que simboliza un periodo de 40 interior o espiritual y un periodo
de 40 exterior o físico. El primer hombre perdió su mente original y además perdió toda
la creación física. Por eso Noé no pudo iniciar su camino de Fe, hasta no ser superado
un periodo relativo al 40 físico y 40 espiritual.
Desde que Noé se determinó a seguir a Dios, hasta que Dios lo encuentra justo, y le pide
crear el arca, pasan 400 años. Noé pasa 400 años dirigido por su Fe.
Dios le pide que construya el arca, de 3 pisos 10 codos por pis o = 30 codos.
Le pide que entren en él , 4 animales de cada especie, 4 familias y 4 individuos
masculinos y femeninos . Los 3 pisos o 30 codos simbolizan las 3 etapas de crecimiento
necesarias para el desarrollo de la completación del logro, del propósito de la creación y
los 4 individuos, simbolizan la base de cuatro posiciones, en el nivel de la etapa de
formación, las 4 familias, simbolizan la base de cuatro posiciones, en la etapa de
crecimiento, y los 4 animales de cada especie simbolizan la base de cuatro posiciones,
en la etapa de completación. Luego de cumplidos estos requisitos, comienza el diluvio
que duró 40 días y 40 noches. Durante este periodo, Noé permaneció aislado del mundo.
Dios separó el bien, lo incondicional, del mal o de lo condicional. Separó lo absoluto
de lo relativo, el todo y siempre, del ahora y yo.
El arca permaneció 210 días flotando, mientras esto sucedía Noé se sintió cautivo.
Durante este tiempo, Noé envió primero un cuervo que merodeaba, yendo y viniendo al
arca. Siete días después, volvió a enviar una paloma, que vino sin nada, y siete días
después, volvió a enviar a otra paloma, que regresó con un ramo de olivo. El cuervo
simboliza a la condicionalidad que merodea a nuestros alrededor esperando la
oportunidad para tentarnos. La paloma es el símbolo de Cristo, del Hijo Único, porque
la paloma tiene una sola pareja en su vida. Esa lealtad de la paloma es símbolo de la
lealtad del Cristo al Ideal de la Creación. La hoja de olivo representa al valor o
condimento que cocina los nutrientes emocionales, intelectuales y volitivos.
Noé pasó 10 meses o 40 semanas preparándose para dejar el arca y unirse luego con el
valor de la incondicionalidad universal, con la honestidad y seguridad que da la
comprensión de la ley y con la responsabilidad del cumplimiento del deber (Dios), y por
supuesto que con su familia en tierra firme.
SEPARACION - FE - UNIDAD - DIVISION - CAUTIVIDAD - PREPARACION
13
Adán Noé Dios le pide cons/ arca diluvio flotando 10 o 40 preparación
-----1600------/------400-------/ ----120----------/ ---40-----/----210--------/----40---------/*
esclavitud / regido / Unido con el / Separación /Cautividad / Preparación
del mal / por Fe / mandamiento / del bien y / y regreso / para unirse
/ del mal /con Cam
Noé establece victorioso el fundamento de Fe. Noé es el primer hombre en tener Fe
incondicional en Dios. Pero Cam se avergonzó de su padre y este lo maldice diciéndole
que será esclavo de los esclavos. Con este fallo de Cam se pierde todo el trabajo y
sacrificio de Noé, que trató de establecer una familia centrada en el amor incondicional,
puro, e inocente, donde no quepa lugar para la vergüenza. Cam estaba en la posición del
hijo que debía establecer una perfecta relación de amor incondicional con su padre Noé.
Noé no pudo amar plenamente a Cam porque este se avergonzó de su padre. ¿Es
posible establecer una relación pura de amor con alguien que se avergüenza de ti? Eva
sintió vergüenza luego de caer. Para restaurar el sentimiento de vergüenza sentido por
los descendientes de Eva, Cam pasó por la misma situación, de experimentar esta
vergüenza, teniendo así la posibilidad de restaurarla. Pero no lo hizo. Por lo tanto fue
necesario de otro periodo de sufrimiento de 400 años y 10 generaciones, al no quedar
completamente pagada la deuda, para establecer el Fundamento de Fe.
El ego se apoderó de la posición y del dominio, que originalmente correspondían a la
incondicionalidad. Desde esta posición y con el dominio sobre la incondicionalidad,
mantuvo al hombre, alejado del ideal original. El hombre, desde su posición de
dominado por el egoísmo, ignorante del ideal y con el corazón inmaduro, difícilmente
podía asimilar, y mucho menos, imaginarse las bendiciones que se encontraban tras la
virtud del dominio incondicional. Por eso, los esfuerzos providenciales de las figuras
centrales, como Noé, fueron proezas inimaginables en su momento histórico.
La oposición al egoísmo en la figura de Noé, debió ser extraordinaria. Gracias a su
oposición, el sacrificio de diez generaciones, no fue en vano. Pero visto bajo el punto de
vista de la indemnización, con su sacrificio, estas diez generaciones, cancelaron la
deuda necesaria para merecer la posibilidad de restaurar la fe del hombre.
El egoísmo sólo se termina con la incondicionalidad. La única manera de terminar con
el enemigo, es transformándolo en tu amigo.
Noé debió amar el ideal y amar a los demás, mucho más de lo que su egoísmo podía
amarlos. El egoísmo sólo puede amar a quienes le aman, pero no a quien se le opone.
Noé debió amar mucho a sus oponentes. Sólo sobre ese amor podría alguien construir
un barco en una montaña durante 120 años.
Pero el amor incondicional, ha de realizarse, además de vertical, horizontalmente. Y su
hijo Cam, ni lo comprendió, ni lo compartió.
¿Porqué razón Cam no pudo superar la vergüenza al ver a su padre desnudo? Tal vez no
se logre nunca la respuesta a esta pregunta, pero lo cierto es que priorizó su propio
entendimiento por sobre el entendimiento que es siempre y para todo válido. Para Cam,
la conducta de su padre era detestable o repelente, pero bajo el punto de vista de lo
absoluto, esa era la tentación que Cam debía de superar, y por esa razón ocurrió. Al
priorizar su visión personal por sobre la visión del Absoluto, Can quedó al margen de
obrar correctamente.
Pequeñas cosas pueden contener un gran significado, cuando son puestas en el curso
providencial de la restauración, y cuando son vistas con los ojos del todo y siempre.
14
g-EL CURSO DE JACOB
El curso de Jacob se inicia en la persona de Abraham. Jacob es el segundo hijo de Isaac,
y este es hijo de Abraham. Dios tomó a Abraham, de una familia fabricante de ídolos.
Era el primero de tres hermanos: Abram, Nachor y Harán.
Desde Noé, pasan 400 años y 10 generaciones, hasta Abraham.
Sem, tenía 100 años cuando nació su hijo
Arfaxad este tenía 35 años,
Shela 30,
Eber 34,
Peleg 30,
Reu 32,
Serug 30,
Najor 29,
Terá 70,
y Abraham, que para cumplir el total de 400 años, Abraham debería tener 10 años de
edad.
Sobre este recae la responsabilidad de restablecer nuevamente el fundamento de Fe que
se perdió de Noé, por el fallo de Cam (unión entre ideal y persona) y el fundamento de
sustancia, o unión sujeto objeto (persona tipo Caín y persona tipo Abel).
Cam fue el segundo hijo de Noé, ocupaba la posición de Abel. Cam fue tomado por el
error (egoísmo o Satanás) perdiéndose con él la posición Abel, pero Noé restauró el
fundamento de fe en lo absoluto, por esta razón, Abraham primer hijo de Terá, un
fabricante de ídolos, (Politeísta) en la posición Caín, fue tomado por lo absoluto (Dios).
La prueba en este caso, fue más sencilla que la impuesta a Noé. En lugar de 120 años de
trabajo duro construyendo un arca, de tres pisos y treinta codos de alto, se le pidió la
ofrenda de una novilla, un cordero, y unas palomas que debía dividir en dos.
El significado de esta ofrenda, está claro que tiene que ver, con las tres etapas de
crecimiento y con las tres bendiciones que se perdieron en la caída.
Abraham no completa la ofrenda y siente que esta no sirvió. Debió sentir en lo más
profundo de su ser, que el fracaso o el error en su ofrenda, determinaba a posteriori el
sufrimiento de muchos y el impedimento de otros tantos antecesores, en aproximarse al
ideal de la creación. Algo muy fuerte debió sentir, como para determinarse a ofrecer la
vida del hijo tan esperado.
En base, a este fracaso, Dios le pide que ofrezca a su hijo Isaac y Abraham obedece,
pero Isaac también accede a ser ofrecido. Isaac tenía 15 años en el momento de la
ofrenda. Esto, se deduce, de que Abraham tenía 75 años cuando sale de la casa de su
padre, y cuando nace Isaac tiene 100 años. Para que se cumpla el periodo de 40 años
desde que sale de su casa hasta la ofrenda de su hijo. Cuando nace su hijo Isaac se
habían cumplido 25 años, por lo tanto para completar hasta cuarenta se necesitan 15
años más, esta es la edad que tenía Isaac. Quince años, es uno por sobre dos veces siete,
esto le pone en la misma situación en tiempo de la caída, Adán y Eva cayeron
aproximadamente a la misma edad.
Isaac, al depositar plenamente, su fe y su confianza, en la voluntad de su padre, redimía
simbólicamente, la muerte espiritual sufrida en la caída por los primeros antepasados,
por eso esta condición era necesaria.
El periodo de separación, fue redimido por la indemnización pagada, por el sufrimiento
de las diez generaciones que existieron desde Adán a Noé. El periodo de Fe, fue
redimido por la indemnización pagada por el sufrimiento de las diez generaciones
15
existentes entre Noé y Abraham. Sobre esta redención, Abraham debía establecer la
condición de unidad en la fe con el ideal de la creación, para cumplir esto debía
completar su curso personal.
Abraham sale ofrenda nacen Esau Jacob compra la
de su casa de Isaac y Jacob primogenitura
*-------------------------------------*---------------------------*------------------------------------*
40 años 40 años 40 años
120 años de unidad
El curso de Abraham, implica a tres personas, y tres generaciones, la de este, la de su
hijo Isaac y la de su nieto Jacob.
El propósito compartido por cada figura central es siempre el mismo, el logro de la
fusión con lo absoluto, mediante la unidad en el amor incondicional. En eso consiste la
bendición.
Antes de ser bendecido por el amor, el hombre debe superar la tentación, “ la prueba
del ángel”. Noé tuvo que superar la prueba del ridículo durante 120 años que le tomó
construir el arca en la montaña.
Abraham tuvo que superar la prueba de recuperar a Lot de los 4 jefes Codorlamor,
Tadal, Amrael, Ariol. Esta primera Victoria le permitió convertirse en la figura central
de la ofrenda de la ternera, del carnero, la cabra, la paloma y la tórtola. Para restaurar las
tres etapas de crecimiento y las tres bendiciones perdidas con Adán.
Al no dividir la paloma y la tórtola, la ofrenda fue inconclusa. Cada animal representaba
una de las tres etapas del proceso inicio, medio y término. Las palomas o tórtolas
representaban la etapa de formación inicial, el cordero estaba en la posición de
simbolizar la etapa de crecimiento o medio y la ternera en la posición de la etapa de
completación o término.
Al no dividir a las tórtolas, Abraham debió superar una prueba superior, ahora debía
vencerse a sí mismo. Vencer al enemigo implica vencer el miedo a la muerte, pero
vencer el miedo a la perdida de tu hijo es vencer al deseo del amor. Esta prueba fue
inimaginable. Significaba perder el amor, la vida y todas las cosas. Superando esta
prueba, Abraham se graduó como figura central y estableció su fundamento de Fe,
junto con Isaac quien también aceptó ser ofrecido .
Abraham antes de establecer su fundamento de Fe, debió restaurar simbólicamente la
posición de Adán, Eva y Lucifer.
La historia nos cuenta, que Abraham salió de la casa de su padre en Jarán, acompañado
de su esposa Sara y de su sobrino Lot. Abraham bajó a Egipto a por provisiones y el
Faraón tomo a su esposa Sara de quien Abraham dijo ser su hermana. El Faraón bendijo
a Abraham con animales y bienes y cuando supo que Sara era su esposa y lo despidió
diciéndole: ¿Porqué no me dijiste que era tu hermana?.
El Faraón debió sentirse traicionado y con deseos de matar a Abraham, pero dominó su
odio y restauró simbólicamente la posición del arcángel (intelecto) Lucifer que también
sintió celos de la sensibilidad emocional (emoción) de Adán y Eva.
Abraham fracasa en su primera ofrenda y Dios maldice su descendencia, diciendo que
serán forasteros por 400 años.
Originalmente Abraham debería haberse establecido en Canaán, pero fue la cuarta
generación (Abraham, Isaac, Jacob, José) la que se estableció en Canaán.
16
Antes de que Abraham ofrezca a su hijo Isaac, debe restaurar de nuevo el fundamento
de fe que perdió, al no partir las palomas. Y hubo de pasar 40 años hasta la ofrenda de
Isaac. Volvió a ocurrir la situación en Gerar, donde Abraham y Sara debieron pasar por
hermanos ante Abimelec. Este también se entera, de que Sara era la esposa de Abraham
y lo reta diciéndole, ¿por qué no se lo había dicho, sabiendo que podía pecar por no
saberlo?
Luego de superada esta situación, debe enfrentarse con el ángel, este enfrentamiento
surge cuando Dios le pide que entregue a su hijo en holocausto. También supera la
tentación y se restablece la condición de Fe.
Abraham e Isaac se establecen como padres de la Fe, ahora es necesario, que esa Fe en
el amor incondicional, se sustancie entre un Caín y un Abel. Isaac tuvo dos hijos, Esau y
Jacob.
Abraham tenía 75 años cuando sale de la casa de su padre y 115 años cuando ofrece a
Isaac, esto hace un tiempo de 40 años.
El curso de Jacob, comienza con Adán hasta Noé 1600 años, 10 generaciones.
De Noé hasta Abraham pasan 400 años y 10 generaciones. Desde que Abraham sale de
Jarán, hasta que Jacob compra su primogenitura, pasan 120 años, en unidad familiar.
A partir de ese momento se dividen Esaú y Jacob durante 40 años, hasta que Isaac
bendice a Jacob. Este debe huir a la casa de Labán y pasar allí 21 años, 7 por Raquel,
pero Labán le entrega a Lea, 7 más por Raquel y otros 7 por el ganado. Jacob cumple su
tiempo y se escapa de Labán sin despedirse de él. Esto enfurece a Labán, porque
además, le desaparecieron unos Dioses que tenía, por eso lo quería castigar. En sueños
recibe una revelación de que Jacob ha sido justo con él y cuando se encuentran, Labán
dice a Jacob:” Si me hubieras dicho que te ibas te habría hecho una fiesta”.Con lo que se
establece la unidad entre la persona tipo Caín (Labán) y la persona tipo Abel (Jacob).
Aquí, se nos muestra, cómo Jacob restaura la unidad entre Caín y Abel fuera de su casa.
Con este fundamento vuelve para encontrarse con su hermano, (persona tipo Caín) pero
antes de la bendición de la unidad, es necesario vencer al ángel o superar la tentación y
Jacob en el vado de Jabot, lucha con el ángel, quien le parte la cadera. Luego de
superada esta situación se encuentra con Esaú quien lo viene a recibir con 400
hombres.
Jacob divide en dos a su gente, primero las siervas y sus hijos, luego a Lea y a sus
niños y detrás a Raquel y a José, y pasando él delante de ellos, se postró siete veces
hasta que llegó a su hermano
completación Raquel y José
------------------------------------------------------------
crecimiento Lea y sus hijos
------------------------------------------------------------
formación siervas y sus hijos
Esaú corrió a su encuentro, lo abrazó y se unió con él. En este momento, se restauran
completamente, a nivel familiar, tanto el fundamento de Fe, como el de Sustancia,
restableciendo así las posiciones originales de Adán y Eva y de Caín y Abel.
El curso de Jacob, es el curso modelo, que posteriormente siguieron Moisés y Jesús.
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Adán Noé Abraham Primogenitura bendición regreso a José
Isaac de Jacob de Isaac Canaán en Egipto
*---1600--*---400----* ----120---------*------40----------*-----21--------*-------40----------*
En paralelo al curso de Jacob ya se estaba preparando el curso de Moisés para la
Providencia de la Restauración, a nivel, nacional.
Abraham Jacob salida a Harán regreso a Canaán José
compró la
primogenitura
*-----120---------*----------40-----------*-----21------------* --------40-------------*
Abraham Moisés
*---------------------------------400--------------------------------------------------------------*
Conviene saber, que Dios estuvo siempre, detrás de cada acontecimiento, cumpliendo
de manera absoluta toda su responsabilidad y la espera de la persona que se le una.
Jacob amaba a Raquel, ese era un amor centrada en él y no en Dios. Dios hizo lo propio
para enseñar a Jacob que el amor debía ser incondicional, e hizo que Raquel fuera estéril
y que Lea fuese fecunda, para que a través de los hijos pudiera amar a Lea.
Lea fue incondicional al entregarse al amor de Jacob, y pese a las negativas de Jacob
hacia ella, Lea siempre lo esperó.
Cuando tuvo el primer hijo, lo llamó Rubén porque pensó que Dios había visto su
aflicción. Al segundo hijo, lo llamó Simeón porque Dios había visto que era
despreciada. Al tercero, lo llamó Leví, por la esperanza en que Jacob la amaría y al
cuarto lo llamó Judá, exclamando: ¡Esta vez alabaré a Dios! En otras palabras, Judá era
una ofrenda para la unidad con Dios.
El amor de Lea, atravesó por un periodo de desarrollo en tres etapas como vemos.
madurez Judá (unidad )
___________________________________________
completación Leví esperanza (preparación)
___________________________________________
crecimiento Simeón desprecio ( división)
___________________________________________
formación Rubén aflicción (personal)
Estas etapas, están en la posición de restaurar el proceso de crecimiento, así como las
diez generaciones de Adán a Noé, o las 10 veces que Labán le cambió el salario a
Jacob.(Gen 31-7).
Jacob no amó en vida a Lea, tanto como a Raquel. Dios puso a Lea en el camino de
Jacob, para que este iniciara una relación incondicional con ella, pero Jacob no
estableció esta condición, necesaria para restaurar a la familia de Adán. Por esta razón,
fue necesario de 40 generaciones más para que naciera el Mesías. 40 generaciones desde
Jacob hasta Jesús (Mat. 1,17). Judá era el cuarto hijo -4- de Lea y José era el primer
hijo de Raquel. José desde la posición de Caín debió unirse con Judá en la posición de
Abel. Los hermanos de José quieren matarlo, pero Judá, no.
José luego de ser vendido por sus hermanos, y descifrado los sueños del faraón, es
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nombrado, primer ministro de Egipto. José tenía treinta años cuando es presentado ante
el faraón.
El faraón le dijo, sin orden tuya, no moverá nadie mano ni pié en Egipto. José inicia el
curso de restauración, a nivel nacional, para lo cual la nación pasa por un periodo de tres
etapas. Siete años de abundancia, siete años de sequía, y siete años de regreso a Canaán
con sus hermanos.
En los momentos de sequía, fueron a José, 10 de sus hermanos y 70 personas de la
familia de Jacob. José consigue que el faraón se una con él, también consigue unirse con
sus hermanos y con su padre. Si nos damos cuenta existe un paralelo entre José y Jacob.
A Jacob lo quiso matar Esaú, a José lo quisieron matar sus hermanos. Jacob consigue la
unidad de su tío Labán, José consigue la unidad con el Faraón. Luego Jacob se une con
Esau, del mismo modo José se une con sus hermanos y padre.
Jacob vivió 147 años, 17 de estos en Egipto con José. Los niveles son distintos, pero las
condiciones son similares.
José, toma por mujer a Asenat, de la que nacen dos hijos Manasés y Efraín. Jacob acepta
a Manasés y a Efraín como sus propios hijos y los bendice, poniendo la mano derecha
sobre el más joven Efraín y la mano izquierda sobre el mayor Manasés.
En la familia de Adán, Caín fue el primero o primogénito y Abel el segundo. Dios
aceptó al segundo, pero no al primero, para posibilitar de este modo, la restauración del
sentimiento de celos, originado en la caída. Esto quedó restaurado, en la relación entre
Esaú y Jacob, a nivel, familiar. Sobre esta etapa, era necesario restaurar las mismas
posiciones, a nivel, nacional.
Manasés y Efraín, eran hijos de un rey José y debían restaurar estas posiciones de Caín
y Abel en su nivel. José establece, al unirse con Judá el fundamento de sustancia, a
nivel, nacional.
José celebró los funerales de su padre durante siete 7 días y los egipcios, lloraron la
muerte de Jacob por 70 días. Es lógico pensar que si los egipcios, cuya creencia en Dios
era distinta de la de Jacob, lloraron la muerte de este, durante 70 días, la unidad lograda
por José y Jacob con el pueblo egipcio fue grande. Si se estableció la condición del
fundamento de sustancia y de fe, ¿porqué razón no apareció el Mesías en esta familia?
La razón es clara. Jacob amó a Raquel de manera condicional. Dios esperaba que
estableciese una relación conyugal incondicional con Lea. Lea fue incondicional frente
a la decisión de su padre Labán de ser entregada como esposa a Jacob, pero este, trabajó
duro por tomar a Raquel, la esposa que él, condicionalmente quería.
De una pareja condicional no puede nacer un fruto incondicional. De haber aceptado
incondicionalmente a Lea como su mujer, habría nacido de su familia el Mesías.
Curiosamente se estaba esperando en aquel tiempo. En este tiempo se profetizó que de
Judá vendrá el Salvador.
Judá, 4º hijo de Jacob y Lea, restaura el fundamento de fe y de sustancia, a nivel,
nacional. Judá toma por esposa a Sué, de la que nacieron tres hijos Er, Onan y Sela.
Judá era un hombre de fe. Judá, tomó para su primogénito una mujer llamada Tamar.
Er no le gustó a Dios y murió. Judá ofreció a Tamar, a su segundo hijo Onán. Onán no le
gustó a Dios y murió. Judá sintió miedo de ofrecer Tamar a Sela, su tercer hijo. Y
Tamar, que era justa ante Dios, para tener descendencia de Judá, se hizo pasar por
ramera y tomó a Judá.
Tamar le pidió un anillo, símbolo de la primera bendición (unido a la persona - persona
en unidad). El cordón que une a la persona con el anillo, simbolizando la segunda
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bendición, unidad entre dos, Adán y Eva y le pidió un tercer objeto, el bastón
simbolizando la vara, el hombre perfecto.
Adán ------------- Eva
Caín ------ Abel ------- Set
Noé ---- su mujer
Sem -- Cam --- Jafet
Judá ----- Sué
Er --- Onan ----- Sela
Adán (Judá) es tentado por una buena Eva (Tamar). De este modo, Tamar restaura a
Eva, requisito necesario para la restauración, a nivel, nacional. De esta unión, nacen
gemelos, Fares (Caín) y Zarat (Abel). Pero tampoco nace aquí el Mesías, porque la
relación entre Judá y Tamar, no fue incondicional total, Judá sintió miedo. Adán y Eva
sintieron miedo después de caer. Si sentía miedo de entregársela a su hijo ¿cómo podría
no sentir miedo de tomarla para él? Judá debió superar el miedo y entregar a Tamar a su
hijo Sela. La razón del porqué rechazó Dios a los dos, fue porque Caín, primer hijo y
luego Cam, segundo hijo, no cumplieron con su responsabilidad, por lo tanto, un tercero
debía superar la prueba. Judá restauró la posición de Adán y Eva, al afirmar que Tamar
era más justa que el, pero el no superar el miedo, al no entregar a Tamar a su tercer hijo,
hizo postergar la llegada del fruto puro (el Mesías).
Tamar permitió y posibilitó el linaje para la descendencia, pero la relación con Judá no
fue totalmente sana.
Lo absoluto
Adán Eva Adán Eva lo relativo
Caín Abel Caín Abel
Originalmente, lo absoluto sería sustancializado en Adán, como sujeto de Eva,
quien respondería con un fruto absoluto, un buen Caín y un buen Abel.
En la caída, Eva tomó para sí a Adán, luego de ser tentada por el conocimiento de ser
como Dios. Produciendo un fruto condicional, Caín, que fue tentado por celos y mató a
su hermano. Para entender esto, debemos comprender que el intelecto del hombre, se
desarrolla antes o primero, que el sentimiento del amor puro.
El sentimiento del amor incondicional, se experimenta, luego de unirse sexualmente y
de manera incondicional con su pareja, y se madura luego, con el amor por los hijos.
Adán y Eva comprendían física e intelectualmente, que debían tener relación sexual,
pero para cumplir el requisito de ser absoluto, debía realizarse después de madurar
emocionalmente, hasta obrar de manera incondicional. Adán debía entregarse por el
amor puro a Eva, es decir, debía darse a Eva por el beneficio de ella y para que ella
pudiera lograr su propósito, de dar fruto (ser madre).
Adán debió entregarse por el fruto de Eva, para de esta forma, satisfacer a Eva, con un
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sentimiento de plenitud. La experiencia de plenitud de Eva al dar fruto, ofrecía a Adán
la satisfacción de ser padre, quien recibía su calificación de padre de manera
incondicional. Luego, Eva, aceptando incondicionalmente a Adán, recibía su verdadera
maternidad y la maternidad de Eva, devolvía a Adán, de manera incondicional, su
paternidad. De haberse realizado la relación sexual de esta manera, Eva no habría tenido
razón alguna, para sentir ansiedad, miedo o vergüenza. Pero Eva tomó a Adán por
ansiedad, sintió miedo y vergüenza, producto de la celosa actitud de su conocimiento,
de forzar a Adán, a establecer una relación impropia.
Fruto de esta impropia relación nace Caín, quien de manera también impropia, mata a
su hermano Abel. Esto debe ser restaurado, para que se produzca un verdadero fruto
incondicional. Es esta la razón, del porqué surgen situaciones en la historia, donde los
personajes, repiten de manera semejante, las mismas relaciones establecidas en la
familia de Adán.
Noé reestablece la fe en lo absoluto, pero, al pretender encarnar el amor, absolutamente
puro, en su relación con su hijo Cam, este, no responde de manera conveniente. Cam se
avergüenza de la desnudez de su padre, asumiendo de esta forma, un sentimiento de
culpabilidad y rechazo, que impide la pureza en unidad de la relación, centrada en el
amor incondicional que pretendía su padre. Por esta razón, Noé maldice a Cam.
Abraham, comienza su trayectoria de restauración, desde el principio, como hermano y
hermana frente (Lucifer) al Faraón. Restablece la posición, seduciendo al Faraón,
restaurando la relación Eva Lucifer, superando la prueba del ángel y fracasa en su fe en
lo absoluto al no dividir su ofrenda. Vuelve a restablecer la posición Eva Lucifer,
superando la prueba del ángel y restaura su fe en lo absoluto al ofrecer a su hijo.
Producto de lo cual, su fruto (el fruto de su fruto) Esau y Jacob, restauran las posiciones
de Caín y de Abel en el nivel familiar.
Tamar, toma a Judá hacia lo absoluto, restaurando así la posición de Adán y Eva,
superando la tentación de ser castigada, por obrar de forma según el hombre - ilícita- y
fruto de esa unión, nacen Fares (Caín) y Zarat (Abel). De esta manera se establecería el
fundamento de fe y de sustancia, a nivel nacional, pero Judá sintió miedo de Tamar. Por
lo tanto el fundamento para la llegada del Mesías debió postergarse.








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