ORIGEN IDENTIDAD Y SENTIDO DE LA HISTORIA
Historia es la suma de datos derivados de la
experiencia humana a lo largo de su existencia. Conocemos aquellos que nos
significan y nos significan porque nos importan.
Frente a la historia existen varios elementos
de juicio que desajustan la providencia funcional de la historia. La confusión
que surge frente a las razones, que en ocasiones provienen de los
convencionalismos sociales culturales. El que se repita una y otra vez “existen muchas versiones sobre la interpretación
de la historia, o, son varias las teorías, o, yo no creo que exista solo una
respuesta”, estos términos confunden la realidad de las cosas. Existen varias
respuestas y varias proposiciones teóricas incluso multitud de
interpretaciones, eso es así, es una realidad porque cada humano es único y
libre, por lo mismo, tiene el derecho a opinar, pero hay una diferencia
esencial entre la opinión y la justicia. Cualquier razón es posible, pero no
todas las razones justifican el juicio justo, la razón que justifica algo es la
justa y no existen dos razones justas opuestas
paralelas para el mismo juicio. ¿Alguien podría en un juicio ofrecer el
siguiente veredicto: es culpable pero al mismo tiempo es inocente? La justicia
solo se declara en el juicio justo, en la razón que justifica su existir. Toda
existencia responde a una sola y única necesidad que la justifica válida, solo
una es su razón de ser, una razón dual, vale para si y vale para el todo. Es en
ese acomodo entre el si y el todo en donde se justifica la existencia y la
realidad de la existencia. La historia es una realidad cuya razón se justifica
en el si que se acomoda al Todo y eso es lo que espero se deduzca de esta
presentación.
La historia humana se inicia en el primer
antepasado de la humanidad cuyo deber de ser auténtico se vio mermado por su
incapacidad de madurar.
¿De donde se deduce que el primer humano no maduró?
De haber madurado habría consolidado la
primera familia biotipo original de perfecta humanidad, ejemplo de tradición
justa y legitima para sus descendientes.
Aspectos que se declaran en los descendientes
de nuestros primeros antepasados y que justifican que ellos como causales de
las generaciones posteriores no ofrecieron un modelo de autenticidad legítima y
cumplida:
1-Falta de responsabilidad en responder,
siempre y en todo, al deber de resolver, realizar y satisfacer a la máxima
necesidad valida para Todo.
2-Ignorancia de los juicios justos que
corresponden con los principios de la creación y que justifican su
comportamiento.
3-Inmadurez en el control y dominio sobre el
celo y los instintos.
Los primeros antepasados de la humanidad no
pudieron establecer el modelo de familia original autentica y verdadera en
concordancia con el cumplimiento de la satisfacción emocional, de la
justificación racional y de la tradición normada. Lo que produjo un desajuste
ante el auténtico deber de ser humano y los redujo a la posición de ser esclavos del instinto y del celo.
Los descendientes de los antepasados somos
incapaces de controlar los instintos y el
celo, y de realizarnos en la incondicionalidad del vínculo afectivo,
cognoscitivo y tradicional normado, en su máxima expresión de unidad vincular,
confianza en la verdad y dominio sobre nuestro comportamiento. Esta
insuficiencia ha producido derivados trastornos en la personalidad, en la
percepción de la naturaleza humana, y en la tradición de las costumbres, y de
eso se ha repleto la historia humana.
La esperanza de la normativa natural humana ha
sido, desde sus inicios, la restauración del hombre insuficiente en suficiente,
del hombre ignorante en hombre justo y de hombre insatisfecho en satisfecho. La
máxima esperanza de la naturaleza humana es la felicidad de la especie humana
fruto del cumplimiento de su verdadera razón de ser. Ser maduro en el dominio
de los extremos emocionales, intelectuales y motivacionales y ser uno en el
control y dominio sobre el celo y los instintos de protección (ansiedad y
angustia), de mantenimiento (alimentación, descanso y ejercicio) y de
reproducción (superando la tentación del apetito intergenital prematuro).
El ser humano que responde voluntariamente
siempre al cumplimiento de la máxima necesidad valida para Todo, que descubre
la razón del juicio justo y, que se determina en libertad a la realización de
la máxima necesidad humana que es valida para Todo, es un hombre maduro, justo
y responsable. Nadie puede reclamar su actuar, ni acusarlo de ser falso, ni
descalificarlo por cumplir con el deber de responder al llamado de la máxima
necesidad. Ese tipo de carácter nunca se estableció y eso nos prueba que los
antepasados de la humanidad jamás lograron establecerse como verdaderos padres
de la humanidad.
¿Qué se perdió en la relación entre los primeros
padres de la humanidad?
Se perdió la verdadera tradición normada del
individuo, el verdadero raciocinio del juicio justo, y se perdió la unidad y la
felicidad.
La especie humana perdió la orientación, la
lealtad a la verdadera conducta de dominio, al juicio justo y, a la respuesta
voluntaria al cumplimiento del deber. Esa deslealtad al cumplimiento del deber
transforma a las generaciones en irresponsables. Ignorar el deber de ser
verdaderamente humano resta al ser humano su condición de ser persona y lo
esclaviza al servicio del celo y los instintos.
En paralelo al mundo de la libertad humana
existe el mundo restringido del instinto. El instinto es celoso de su
operatividad en extremo. A tal extremo que ninguna especie natural puede
desligarse de él. La especie humana contiene por naturaleza otra dimensión, la
que le permite dominar la restricción del instinto y reducirlo a su propia
voluntad o entregarse a sus propios
apetitos. La especie humana es por naturaleza responsable, es decir, puede
responder voluntariamente a las exigencias o necesidades del ambiente porque
está dotado con libertad. De otro modo no podría declararse responsable.
Libertad y responsabilidad son dos aspectos
complementarios del valor, sin uno el otro no es posible. Los primeros
antepasados fueron los primeros en adquirir esta dualidad porque era necesaria
y complementaba los valores relativos de cada especie, hasta lo absoluto en el
dominio de la actitud responsable del primer humano (asumiendo que hubo uno,
masculino y femenino en paralelo). El primer hombre fue dotado con la responsabilidad
de cumplir su completa realización en libertad. Esta posibilidad debió
entenderla el intelecto del primer humano, porque su capacidad era la de
encontrar el juicio justo y razonarlo. Pero a juzgar por su descendencia, no lo
comprendió porque de haberlo comprendido lo habría realizado.
El juicio justo de la razón humana es aquel
que coincide y concuerda con la propia naturaleza humana de ser maduro, justo,
y adecuado. La naturaleza humana es libre, autónoma y responsable. Libre para
optar por la alternativa valida para Todo, autónoma en el reconocimiento de sus
funciones naturales y responsable de cumplir con el deber de ser normal. Un ser
normal es aquel que es normado y para eso, es necesario descubrir la norma.
Este es el elemento que los primeros antepasados no cumplieron. No descubrieron
la norma de ser auténtico y por consiguiente, le restaron la normalidad a su
condición.
Ignorar la norma pone al individuo en una
posición riesgosa, si su actuar coincide con lo normado se transforma en
normal, pero si no coincide su actuar con lo normado se transforma en anormal.
Esa posibilidad existió en el primer adolescente humano, considerando
adolescente como quien adolece “le falta” del significado de la razón de ser.
Este primer adolescente creyó que era suficiente con ser como era y nunca
recapacitó en que debía de ser no como era, dentro de su percepción
adolescente, sino como debía de ser de acuerdo con la norma natural del ser
humano. El deber de ser humano se redujo al creer que ya era tal, y en ese credo,
se quedó su descendencia.
El ser humano contemporáneo piensa y cree que
es normal, pero ignora la norma de la razón de ser. ¿Cómo, entonces, se puede
justificar normal alguien que no conoce la norma que lo declara justo? ¿De qué
modo justifico la razón de lo que soy si no conozco la razón legítima del ser? Este ha sido el tema de atención intelectual a
lo largo de la historia y fruto de la proximidad o lejanía con las normas de la
creación, la historia ha vivido relaciones de acomodo y tranquilidad o de
desacomodo, tensión y guerras.
La humanidad perdió el juicio al ignorar el
criterio de la justicia, y evaluó la realidad de acuerdo con la adolescente
regulación del inmaduro. Se perdió el biotipo humano de la normalidad, el
modelo de familia verdadera y el verdadero paternazgo maduro en la
incondicionalidad. Se perdieron a los verdaderos padres de la humanidad y esa
ausencia crea la necesidad por conseguirlos. Esa es, ha sido y será siempre, la
esperanza de las generaciones, y esa es la razón que justifica la tensión
adolescente.
El adolescente siente y compara su ideal
original de padre verdadero con la realidad que este padre natural manifiesta y
lo rechaza por ser inconstitucional (no se constituye normado). El drama de los
trastornos emocionales adolescentes se origina en esa comparación del hijo que
no reconoce al padre normado y le exige. En la exigencia expresa sus
diferencias entre la visión original, innata en él, del verdadero paternazgo
ideal, con la realidad del comportamiento de su padre natural. Lógicamente el
ideal de padre es aquel que siempre cumple con la responsabilidad de realizar
la máxima necesidad valida para Todo. Y no todos tenemos un padre que se
acomode dentro de esa regla.
Responder a la máxima necesidad valida para
Todo, no es solo disponer de los recursos económicos para la salud, educación y
desarrollo profesional de los hijos, es además disponer del dominio sobre el
celo y los instintos, reconocer los juicios justos, y cumplir con la
responsabilidad y respeto que la familia, tribu y sociedad exigen de él. Esa realidad es solo un ideal en este momento, pero es un ideal que
espera su realización. El primero que lo logre será el máximo ejemplar humano,
el biotipo de comparación histórica, el
héroe heredero del valor humano en su máxima dimensión, el Rey de reyes.
¿Cómo se perdió la normalidad del ser humano? En el proceso de desarrollo, hubo un instante en el que el adolescente
debió elegir una propuesta adecuada que de un modo u otro afectaba a las
futuras generaciones. Esa decisión debió ser tan importante como para
trastornar o afirmar la naturaleza humana. ¿Cuál pudo ser esa decisión y con
qué tuvo relación?
Si hubiese sido la decisión de optar por
construir o destruir algo, “una cosa” ¿qué importancia podría tener en sus
descendientes, los afectaría en algo su naturaleza el construir o destruir
algo? Lógicamente no. Y si hablamos de construir no “algo”, sino al otro, al
descendiente, pongámonos en la escena reproductiva, imaginemos que el padre
decide reproducirse sin conocer cómo madurar su construcción, ¿afectaría su
ignorancia a su descendiente? Imaginemos a un padre sobre potente, sobre
protector, o sobre exigente con el hijo, ¿no obligaría al hijo a la sumisión de
una voluntad extralimitada y egoísta? O, imaginemos el caso opuesto de un padre
indiferente ¿no mermaría en lo afectivo al descendiente produciéndole una
carencia afectiva que lo trastornaría de por vida?
Pensemos por un momento en un padre incapaz de
superar la tentación del celo extremo, ¿qué consecuencias produciría en su
descendiente un padre violento o irrespetuoso? ¿Hasta qué grado debe controlar
los extremos un padre para ser maduro? Siempre y en todo. Esa es la respuesta
justa, ¡siempre y en todo!
En todo significa que en el momento de optar
por la reproducción, el padre debe estar en la posición de dominar la tentación
del apetito intergenital prematuro, por la sencilla razón de que si se
establece la reproducción prematuramente, previo a la disposición de los
recursos afectivos, de juicio justo y de dominio sobre los extremos, el acto se
realiza de forma inadecuada, insuficiente e ilegítima. Todo acto injusto es
ilegítimo. Y en este sentido el acto reproductor, cuando es prematuro, cuando
no se dispone de los recursos físicos y espirituales para construir hasta
madurar al descendiente, los afecta en su totalidad. Este es el acto que afectó
a la descendencia del humano antepasado, y que ha venido afectando a los
descendientes de esa “primera familia originaria”.
Los primeros padres de la humanidad fallaron
en reconocer la norma de la reproducción. Fallaron en descubrir cómo se
establece la creación del descendiente y su maduración. Fallaron en descubrir
los principios de la creación y obraron en consecuencia con un credo
fragmentario, egoísta e inadecuado. Esta opción se repite a lo largo de las
generaciones y del fruto de esta ilegitimidad se derivaron todos los
significados del valor que en ningún caso coincidieron con la naturaleza de lo
absoluto.
El valor valido solo para uno y que no es
valido para todos es un error, no es valor. Es un impedimento a lo absoluto un
opuesto, una contradicción. La defensa y preferencia de los valores
fragmentarios cuando no se ajustan al derecho natural es injusta. Nuestra
historia está repleta de ideales anti-absolutos, de pretensiones relativas al
criterio adolescente de un monarca impositivo o al acomodo democrático de un
criterio insuficiente o inmaduro. Hoy vivimos en un medio democrático repleto
de valores relativos. Un medio sin promedio maduro, un medio sin intermedio
ajustado, un medio que no nos deja ser enteros porque lo entero es considerado
absoluto e impositivo.
¿Es impositivo el juicio justo? Y por ser
justo ¿no se transforma en absoluto, en valido siempre y para todo? Luego, el
ser valido siempre y para todo ¿es impositivo o es absoluto? Si es absoluto y
no es impositivo debemos asumir que no todo lo absoluto es impositivo, siendo
al mismo tiempo justo y esperado lo que en su deber pudiera sentirse obligado,
pero en ningún caso y de ningún modo impositivo, todo lo contrario. ¿Podría
decirse que el amor, la verdad y el beneficio son impositivos porque todo lo
creado lo espera y lo persigue? El deber no es una obligación impositiva, es
una obligación en pro del beneficio. Ganar un campeonato es el deber del
campeón, pero ¿podría decirse que ser campeón es un deber impositivo? Ser
normal es un deber pero ningún normal se establece sobre la base de un deber
impuesto, a pesar de venir dado de antemano por la naturaleza propia del ser.
Impuesto se sobreentiendo que es contra voluntad, y la naturaleza humana no
opera contra la voluntad del individuo, todo lo contrario, lo realiza, lo
ajusta y lo satisface plenamente. El propósito de la creación es un deber
natural, no tiene nada de impositivo.
Los primeros antepasados de la humanidad
reprodujeron su propio contenido inconsecuente con la norma y recibieron
descendientes inconsecuentes con la naturaleza humana. Realizaron una labor
reproductiva inconsciente, sin consciencia del deber reproductivo y como resultado
recibieron trastornos de personalidad hasta el extremo de odiarse entre
hermanos y divorciarse entre cónyuges, para lo cual, debieron reducir a su
complemento a la posición de objeto de su poder. La mujer ha sufrido esa
posición de sometida hasta principios de siglo, incluso en algunas culturas aún
siguen sufriendo esta bajeza.
El error de los antepasados no fue otro que no
calificar de responsables por no hacer uso de la libertad en su máxima
expresión, la de optar por la alternativa valida siempre y para Todo. Si el
primer adolescente hombre se hubiera tomado el tiempo necesario para descubrir
cual era la función reproductiva antes de hacer uso de su órgano genital,
habría llegado a la conclusión de reconocer que su naturaleza era distinta del
resto de las especies. El disponía de dominio sobre sus instintos, podía comer
o ayunar a voluntad, dormir o no dormir, defecar o aguantarse, eso le habría
llevado a interrogarse el por qué él y no el resto de los animales con los que
compartía su espacio. ¿Para qué estaba dotado con esa habilidad de dominar los
instintos? Seguramente habría deducido
que ese poder de dominar los instintos debía de ser ejercido en su totalidad.
Dominar
los instintos no era todo, era capaz de dominar al resto de las especies naturales.
En
algún momento llegaría a la conclusión de que esa capacidad de dominio le
permitía dominar, no solo el instinto y al resto de las especies, sino también
al estado de ánimo, a las influencias espirituales que le llevaban a extremos
de ansiarse frente a lo pretendido o a angustiarse frente al porvenir. Su
conciencia natural era una con la naturaleza humana, no había contaminación
verbal o cultural alguna, por lo tanto, sus sentidos perceptivos eran puros y
sanos.
Su salud o sanidad mental se vio en su
adolescencia frente a un drama difícil de resolver. Debió ser en su periodo
sensible a la pubertad. En ese momento aparecen varias cosas extrañas en él y
en su pareja. El púber manifiesta una conducta mental instigadora, reaccionaria
al otro en la recogniciòn y definición de género. Descubre su identidad
distinta al complemento y aparecen hormonas que activan el atractivo por el
otro. Por un lado se reconoce maduro físicamente pero al mismo tiempo se
reconoce insuficiente en el reconocimiento de la ley. ¿Cómo descubrir la norma
del proceso reproductor sin tener la experiencia previa, ni la asistencia del
experto en ello?
La única posibilidad era hacer uso de la razón
y descubrir el ideal de la creación antes de ejercer la tarea reproductiva.
Nuestro antepasado adolescente debió pensar en eso como piensa todo adolescente
cuando se despierta el periodo sensible a la identidad y se cuestionan ¿qué
soy, de donde vengo, a donde voy? ¿Quién no se ha hecho esa pregunta en su
adolescencia?
¿Qué soy, de donde vengo, a donde voy?
Esta pregunta estoy seguro de que se la
formuló el primer antepasado de la humanidad, pero está claro que no tuvo
paciencia suficiente como para respondérsela.
¿Qué soy? Soy un humano y eso es algo así como
ser libre, si, algo más libre que el resto de las especies, porque el primer
humano, no creo que se considerase libre en el sentido que lo comprendemos
ahora, libre de hacer cualquier cosa. Yo pienso que se consideraba libre de
optar por lo valido para él u optar por lo valido para el resto de las especies
colindantes. Y de algún modo sería sensible a reconocer que cuando optaba por
la opción de mejorar al resto, se beneficiaba también él. Lo que le dejaría de
manifiesto que optar por lo que es valido para todo, era mejor que optar por lo
que es valido para uno cuando no se está en consecuencia con lo valido para
todo. Este raciocinio no es tan difícil de descubrirlo. Estoy seguro de que
este adolescente lo descubrió, pero le faltaba realizarse en ello. También creo
se debió dar cuenta de que su libertad solo le permitía responder a lo que
consideraba válido, porque no pudo nunca hacer otra cosa distinta a lo que le
dio la gana y esa “gana” era lo único que motivaba a su libertad. Esto que para
alguno de nuestros contemporáneos puede sonar a retórica filosófica, al primer
humano sin contaminación mental alguna, debió parecerle de lo más razonable. La
cosa aquí dependía de poner su gana al servicio del bienestar global de las
especies, o reducirla a su propio beneficio independiente del beneficio
general. Seguramente tuvo alguna experiencia con el priorizar su propia
alternativa valida por sobre la alternativa valida para él y su pareja, y de
estas experiencias pudo llegar a la conclusión de que cuando mejoraba a su
pareja con su decisión se beneficiaban mutuamente, y la alegría aumentaba en su
satisfacción.
De una u otra manera los primeros antepasados
disponían de todo lo necesario para llegar a la conclusión de que eran libres
ante las decisiones, que disponían de capacidad de juicio y que disponían de
dominio por sobre la naturaleza y eso es suficiente para llegar a la conclusión
de que el humano es un ser libre autónomo y responsable.
Si se sentían libres como cualquier
adolescente, y si se sabían capaces de responder a cualquier necesidad, ¿por
qué no se cuestionaron cual era la máxima necesidad válida para todo? Quizá
después de cuestionarse eso habrían llegado a la conclusión de que la máxima
necesidad valida para todo era que ellos se ordenaran en consecuencia con sus
capacidades emocionales, intelectuales y motivacionales, responsables, justos y
por consecuencia libres. ¿Cómo no pensar que para ser libres se debe ser antes
responsables?¿Cómo no darse cuenta de que la libertad está ligada al
cumplimiento del deber? Y ¿Cómo no descubrir que el deber del ser humano es el
de ejercer el dominio sobre el celo extremo y sobre los instintos, en especial
estando dentro de un ambiente en el que todo lo demás opera estrictamente
ligado con el instinto? ¿Cómo no darse cuenta de su diferencia?
Los primeros antepasados disponían de la
claridad mental suficiente para percibir las sensaciones en el máximo de su
pureza, sin contaminación cultural alguna,
ni social, ni tradicional, eran puros hasta que perdieron su pureza.
Eran inteligentes hasta que obraron contra la verdad, y eran sanos hasta que
perdieron la noción de sanidad. El primer humano mantuvo esa ligazón con lo
absoluto y estuvo siempre en él hasta que relativizó el valor a su propia
pretensión y lo redujo al criterio de un adolescente.
Los primeros antepasados sufrieron el trauma
de caer en la tentación del apetito intergenital previo a su verdadera
comprensión, y lo conocieron como algo insuficiente, algo injustificado, algo
digno de no repetirse, pero con la atenuante de ser lo más atractivo de la
creación y ser impotentes frente al llamado de su apetito. Esto debió dolerles
en lo más hondo de su estructura. ¿Qué hacer cuando sientes que no sabes lo que
has hecho? Lo lógico es temerlo. En especial cuando causa tantos desajustes
vinculares, tanta desconfianza y tanto rechazo. ¿Cómo pudo sentirse la mujer
después de ver el aumento de su vientre sin un compañero seguro de si mismo,
sin control del celo extremo y sin control de los instintos? ¿Cómo debió ser la
relación entre ellos dos con un hombre incapaz de dominar los cambios
hormonales de la mujer? ¿Cómo respondería este hombre adolescente del
conocimiento del dominio por sobre los extremos emocionales, incapaz de
controlar el poder de los instintos y reclamando las diferencias de la mujer, acusada
de ser ella quien dio a luz al descendiente que ninguno de ellos sabe cómo
realizar? Debió ser similar al cómo operan las relaciones interpersonales
actuales entre las parejas adolescentes, un verdadero infierno repleto de
sufrimiento e insatisfacción. Lógico pensar que su descendencia se odiara hasta
el máximo de los extremos.
¿Qué somos? Por supuesto, humanos, y dentro de
esa categoría somos sensibles, inteligentes y creativos, claro que esas
cualidades también son compartidas por el resto de las especies. Toda especie
contiene intencionalidad, selectividad y poder y bajo ese punto de vista
sienten, disciernen y operan, pero entre ellos y nosotros existe una enorme
diferencia. Nosotros, los humanos, sentimos las máximas necesidades validas
para todas las especies y ellas, las especies, no. Nosotros reconocemos las verdades constantes, las
razones justificativas de los procesos y finalidades del resto de las especies
y ellas no. Nosotros disponemos del dominio sobre las especies y ellas no
disponen del dominio sobre otras especies. En este sentido somos capaces de
percibir las máximas necesidades, de comprender los máximos conocimientos y de
disponer a voluntad del dominio sobre todas las cosas. Esta condición es
meramente humana. Somos libres, autónomos y responsables.
Responsables ¿de qué? De responder a la máxima
necesidad valida siempre y para Todo. Libres, ¿para qué? Para cumplir con el
deber de responder a la máxima necesidad valida siempre y para Todo. Cumplir
con el deber de realizar la máxima necesidad valida siempre y para todo nos
justifica y, esta justificación nos declara autónomos.
Pensar en Dios es muy bonito, pero quien no
cumple con la máxima necesidad valida siempre y para Todo, no se comunica con
Dios, ni lo entiende ni lo realiza. Dios es un estándar de madurez y si no se
responde al cumplimiento de la máxima necesidad valida siempre y para todo no
se es maduro, por lo tanto, Dios no encuentra reciprocidad en ese individuo a
nivel de madurez.
La naturaleza humana espera este nivel de entendimiento, determinación y
cumplimiento.
Reconociéndonos capaces de satisfacer la
máxima necesidad valida para Todo, podemos descubrir lo lejos que estamos de
esa categoría. Ni los líderes nacionales disponen de esa claridad. Cada líder
nacional aboga por la custodia de su propio territorio y lo prefiere por sobre
la totalidad del espacio. Defiende la naturaleza de su cultura por sobre la
naturaleza humana trascendente en el tiempo. En este sentido el líder se
transforma en antiespecie, pues prefiere su fragmento a la totalidad de la
especie.
Muchos de estos líderes caen en el recurso de
entender que: “el más tonto de entre los tontos es el que sabiendo que son
tontos no se aprovecha de ello”. Este tipo de corrupción es muy común entre los
líderes que no están al servicio de las máximas necesidades.
¿De donde venimos, venimos del mono, de Dios,
de una casualidad o ficción, de un misterio o de donde nos originamos? Si
nuestro origen es casual no causal, altruista y al azar, entonces no hay
sentido que justifique la historia, pero no solo la historia, tampoco habría
sentido en la funcionalidad del resto de las especies y en ese caso, cada una
de ellas cumpliría con el azar siguiendo la lógica del azar, es decir la
ilógica del azar, porque no podríamos hablar de lógica alguna en el azar. Pero
parece ser que las cosas no son de ese modo. Existe una razón que justifica
toda intencionalidad y ese hecho nos demuestra que nuestro origen no puede ser
casual. De ser el azar el productor de la creación, ¿por qué, cómo y de qué
manera pierde su cualidad de ser casual al transformarse en funcional,
orientado y repetitivo? Todas las especies crecen, se reproducen y ejercen el
dominio sobre un área específica, eso no es azar, eso es constante en cada
especie. Todo acto contiene intencionalidad, signifaciòn y poder, eso se repite
en todo acto y, eso no es azar. Tampoco es azar el hecho de la interconexión de
las especies naturales, ¿Qué fue primero, el insecto polinizador o la semilla?
En la polinización entomófila se necesita del insecto para la perpetración de
la especie. Si ambos son necesarios… ¿cómo puede ser por azar?
Nada puede crearse a no ser que se contengan
los recursos de la creación, en el caso del origen de lo humano debe suceder lo
mismo, sin los recursos humanos ¿cómo pudo originarse lo humano? ¿Qué recursos
son los que caracterizan al humano? Lo humano se caracteriza por su grado de
sensibilidad, de conocimiento y de dominio. El grado de sensibilidad humana es
absoluto, es el máximo posible es el grado de plenitud. El grado de
conocimiento es el absoluto el máximo posible es el juicio justo. Y el grado de
dominio es el absoluto el humano puede cumplir con el máximo deber ecológico de
ordenar todas las especies. Estas cualidades máximas absolutas de dominio
máximo en el cumplimiento del deber, en el raciocinio del juicio justo y en la
capacidad de descubrir, percibir o captar la máxima necesidad valida siempre y
para todo, debe estar contenida en el origen de la especie humana. Lo que no
infiere que el origen sea formalmente humano en su morfología, pero si debe
contener los atributos en noción de la morfología humana. De igual modo que el
cuadro que pinto no es mi forma yo como pintor contengo los atributos
rectangulares de cuadro que voy a pintar, así como las formas y colores que
represento en él.
Si el origen del humano es también humano en
su potencial, y es sensible, inteligente y creativo, lógicamente dispone de los
atributos de la creación para transformar los elementos de que dispone en
sustancias, tejidos y fuerzas necesarias para la funcionalidad del ser humano.
De otro modo su creación sería imposible.
¿Cual entonces sería el propósito del ser
humano? Si el causal del humano es la naturaleza humana, el propósito del
humano sería cumplir con su naturaleza siendo pleno, autónomo y responsable.
¿Cómo se logra eso? En primer lugar para ser responsable debe responder a la
máxima necesidad valida para todo y en eso debe hallar el juicio justo. Para
sentirse pleno debería cumplir con la realización intravincular completa,
madurando los vínculos en la confianza y unidad hijo al padre filiopaternal,
hermano hermana, esposo esposa, fraternoconyugal y padres a hijos paternofilial en la incondicionalidad que lo
declare responsable. Para eso debe superar la tentación de los apetitos y
controlar los extremos del celo. Esto que parece simple requiere de toda una
vida de servicio incondicional voluntario, confianza y afecto vincular. Quien
logre el establecimiento incondicional de los vínculos intrafamiliares en su
totalidad podría decirse responsable autónomo y libre de establecerlo porque lo
ha cumplido.
Esta máxima inconclusa en el origen de la
especie humana transformó la historia de la felicidad humana en historia de confrontamiento, contradicción y
confusión. Para restaurar esta máxima esperada por la naturaleza humana el
hombre fue guiado por la propia naturaleza hacia el encuentro con el juicio
justo. En la actualidad ya no cabe duda sobre la identidad del biotipo humano
original, ya no cabe duda sobre el sentido de la vida, ni cabe duda sobre la
realización del hombre. Pero hemos tenido que recorrer un largo recorrido de
relaciones interpersonales, inter tribales e inter sociales ásperas y sufridas
para aumentar el grado de sensibilidad, hasta lograr el grado de suficiencia
exigida por el juicio justo.
Proceso de desarrollo histórico en pro del
reconocimiento de la identidad humana.
La historia se inicia en los primeros padres
de la humanidad. El primer aspecto que el primer humano no cumplió fue el
control del celo y para ello debió restaurar la lealtad a la naturaleza humana.
Esta lealtad debió ser restaurada en tiempo y en sus estructuras morales. Un
hombre perdió la fe en su ideal y un hombre también debió restaurar la fe en el
ideal.
El primer hombre debió cumplir el proceso
natural de la creación. Dicho proceso implica tres etapas una de formación, una
segunda etapa de crecimiento y una tercera de cumplimiento del ideal. Y cada
una de estas etapas a su vez encierran un inicio, un medio y un término de cada
una de ellas, lo que sumadas hacen un total de nueve etapas en las que debió
establecer la estructura base de cuatro posiciones o fundamento base de toda
actividad.
¿Qué es la estructura base de cuatro
posiciones?
Todo acto para ser realizado exige posiciones
causa y consecuencia sujeto creador y objeto creado. Todo acto responde a una
necesidad que lo justifica valido, esa necesidad propositiva es el causal de su
realización pero no puede cumplirse a no ser que alguien o algo lo realice, ese
“algo” en cierto sentido, es el emisor del objeto que realiza tal proposición,
al que denominamos sujeto. El objeto transformado en consecuencia y la
consecuencia son las cuatro posiciones exigidas en toda proposición. El primer
humano debió cumplir con sus respectivos periodos sensibles hasta completarse
en su realización y eso, es en cada uno de ellos, lo que se denomina base de
cuatro posiciones.
El primer humano al perder la fe en el ideal
fue desleal al propósito de la creación y cayó en la tentación del celo. La
historia debió restituir esa fe. El celo que sintió el primer humano al
priorizar su propio beneficio por sobre el beneficio mutuo lo redujo a la
cobarde actuación de robar la incondicionalidad del afecto, y transformó el amor en egoísta. Se tomó el afecto
para si mismo, sin considerar el beneficio mutuo, en especial el de su pareja.
Transformó a la compañera en el objeto de su voluntad y no en el objeto del
afecto incondicional vincular y por supuesto ella reclamó esta cobardía. Debió
acusarlo hasta el grado de rechazarlo. Es lógico pensar que se sintieron
avergonzados de su cobardía. Los sentimientos derivados de la inversión del
afecto y de su transformación en defecto debieron ser muchos. En particular la
desconfianza entre ambos. Seguida del temor y rechazo mutuo.
Este sentimiento de rechazo aprendido en esa
primera pareja impidió el establecimiento familiar auténtico, y por lo mismo,
no hubo nunca en la historia un modelo de verdadera familia o de verdaderos
padres de la humanidad. La historia debió poner al hombre en situaciones de
redención de este fallo. El primer hombre que se tiene noción que restaurase la
fe en el ideal (a su modo de ver) fue Noé. Noé tuvo fe en un mandato divino que
le pidió construir un arca de 3 pisos en lo alto de un monte durante 120 años
(bíblicos) puso en él 4 familias y diluvió durante 40 días, se mantuvieron
durante 210 días flotando y 40 semanas después el hijo de Noé, Cam se avergonzó
de la desnudez de su padre. Estos datos demuestran un proceso de consecución de
aspectos espirituales que debemos entender en profundidad porque se repite este
proceso en la historia una y otra vez.
Desde el primer antepasado hasta Noé transcurre un tiempo de cuatro periodos de
400 años, un total de 1600 años bíblicos, que es un múltiplo de 40. Desde Noé
hasta el siguiente caso de restitución del vínculo entre padre e hijo del que
tenemos noticia, el de Abraham e Isaac pasan también 400 años. Veamos qué
ocurrió en estos dos casos. En el caso de Noé, él reestableció la lealtad al
mandato de la naturaleza humana, al mandato del ideal de la creación o si
queremos ponerlo de otro modo, al mandato de Dios. Noé restauró la fe perdida
del primer humano, restauró la lealtad al paternazgo quizá sin comprenderlo,
pero lo hizo. Nadie puede afirmar si esta es una historia literal o ficción,
pero lo que nos interesa es el significado que contiene. Noé fue leal al
paternazgo incondicional, y es incondicional porque ni él mismo supo de donde
provenía el mandato. Hoy sabemos que cumplía con el deber de restituir la
lealtad exigida por la naturaleza humana original, pero no creo que Noé supiera
en detalle la razón del por qué era necesario ser leal a ese mandato. El caso
es que lo estableció y eso es parte de la historia. Después de ser leal durante
400 años, se unió durante 120 años con el mandamiento de construir un arca en
la montaña, algo muy extraño de aceptar, pero también lo cumplió cabalmente. Y
pasó 40 días aislado separado del resto de la humanidad, lo que también era
necesario para establecerse como primera familia humana centrada en el modelo
humano original intravincular, pero nos dice su historia que Can su segundo
hijo se avergonzó de él al verle desnudo y ebrio en la cama. Este hecho es
curioso de analizar, en primer lugar ¿por qué sintió vergüenza de un padre al
que le había seguido con tanta lealtad? Vergüenza es lo que sintieron los
antepasados que al no superar la tentación del apetito intergenital prematuro,
cayeron en el establecimiento de un afecto egoísta y defectuoso, por lo mismo era
natural que en la familia de Noé, si él había superado la vergüenza de
construir un arca en la montaña, su hijo superara la sensación de
vergüenza también para demostrar que en
esa familia se había superado por completo la deslealtad al padre y la tentación
del celo. Pero sabemos por el relato, que Can no pudo superarlo y el castigo
que Noè le imprime a ese hecho tan insignificante es tremendo, le dice que sus
descendientes serán sometidos a la voluntad de los descendientes de sus
hermanos, y sucedió esto durante 400 años. Este hecho desleal de Can debió ser
restituido por otro de los descendientes de la familia humana, y así lo hizo
Abraham. Abraham asume la tarea de ofrecer una ofrenda después de superadas
varias pruebas.
Para reiniciar el camino de la FE en el amor incondicional, el
hombre caído debía
primero separarse de lo condicional,
del egoísmo, de lo impropio, del mal.
Con la caída de Adán y de Eva se perdió todo, se
perdió el Amor verdadero o amor
incondicional, se perdió la comprensión de lo absoluto
o la verdad, y se perdió la
Bondad entre individuos, y de individuos hacia la
creación. Se perdió el contacto con la
fuente del valor Dios, y la descendencia de
nuestros antepasados perdió su dirección.
El hombre perdió la posibilidad de completar sus 10
etapas de desarrollo y de
convertirse en el señor del 40. Se perdió el
cumplimiento de las 40 posiciones. Diez
(10 ) etapas, donde debe establecerse la base de
cuatro posiciones, en cada una, hacen
un total de 40 posiciones que deben ser
satisfechas. 10 propósitos, 10 sujetos, 10 objetos
y 10 resultados. Es por esta razón, que se debe
indemnizar el número 40 con un periodo
de separación. Separación de la conducta caída, o, sin afecto, sin
verdad y sin bondad.
El hombre perdido, ignorante y temeroso, debía
encontrar su fe perdida, y establecer
sus relaciones en base a esta fe en el ideal
absoluto, en el principio del dar y recibir, en
el proceso y estructura del sistema base de cuatro
posiciones. Pero para ello era
necesario de un periodo de tiempo de redención del
40 que se perdió, puesto que fue la
falta de fe, lo que originó la caída. Después de
establecer la condición de separación, el
paso siguiente, es demostrar fe. La fe de Adán,
debió mantenerse durante 10 etapas de
crecimiento, estableciendo en cada etapa la base de
cuatro posiciones, centrada en el
ideal absoluto. Por eso es necesario indemnizar la
falta de fe con un periodo de fe
referente al 40 y al 10.
Es por esta razón que para iniciar el camino de FE
de Noé, fue necesario de un periodo
de 400+400+400+400= 1600 años y 10 generaciones,
correspondientes a las 10 bases
de 4 posiciones por 10 generaciones:
(1) Adán,
(2) Seth,
(3)Enosh,
(4)Kenan,
(5)Mahalalel,
12
(6)Jared,
(7)Enoch,
(8)Mathusalah,
(9)Lamech y
(10)Noé.
Una, (400 años ) para indemnizar el periodo de
separación del mal. Una segunda, de
400 años, para indemnizar la primera etapa de
formación. Una tercera de 400 años, para
indemnizar la segunda etapa de crecimiento, y una
cuarta de 400 años, para indemnizar
la tercera etapa de completación.
Con este sufrimiento, la humanidad pagó el derecho
a la Fe de Noé.
Sobre esta base,
pudo aparecer un campeón del valor. Un campeón de
la incondicionalidad, de la
honestidad y de la responsabilidad.
Noé tenía 600 años, cuando comenzó el diluvio, y
tardó 120 años en terminar el Arca,
luego, comenzó a construir el Arca a los 480 años.
Si le resto 400 años, del periodo de
unidad con la
Fe , esto nos indica que Noé tenía 80 años, cuando se
determina a creer en
Dios, 80 es un número que simboliza un periodo de
40 interior o espiritual y un periodo
de 40 exterior o físico. El primer hombre perdió su
mente original y además perdió toda
la creación física. Por eso Noé no pudo iniciar su
camino de Fe, hasta no ser superado
un periodo relativo al 40 físico y 40 espiritual.
Desde que Noé se determinó a seguir a Dios, hasta
que Dios lo encuentra justo, y le pide
crear el arca, pasan 400 años. Noé pasa 400 años
dirigido por su Fe.
Dios le pide que construya el arca, de 3 pisos 10
codos por pis o = 30 codos.
Le pide que entren en él , 4 animales de
cada especie, 4 familias y 4 individuos
masculinos y femeninos . Los 3
pisos o 30 codos simbolizan las 3 etapas de crecimiento
necesarias para el desarrollo de la completación
del logro, del propósito de la creación y
los 4 individuos, simbolizan la base de cuatro
posiciones, en el nivel de la etapa de
formación, las 4 familias, simbolizan la base de
cuatro posiciones, en la etapa de
crecimiento, y los 4 animales de cada especie
simbolizan la base de cuatro posiciones,
en la etapa de completación. Luego de cumplidos
estos requisitos, comienza el diluvio
que duró 40 días y 40 noches. Durante este periodo,
Noé permaneció aislado del mundo.
Dios separó el bien, lo incondicional, del mal o de
lo condicional. Separó lo absoluto
de lo relativo, el todo y siempre, del ahora y yo.
El arca permaneció 210 días flotando, mientras esto
sucedía Noé se sintió cautivo.
Durante este tiempo, Noé envió primero un cuervo
que merodeaba, yendo y viniendo al
arca. Siete días después, volvió a enviar una
paloma, que vino sin nada, y siete días
después, volvió a enviar a otra paloma, que regresó
con un ramo de olivo. El cuervo
simboliza a la condicionalidad que merodea a
nuestros alrededor esperando la
oportunidad para tentarnos. La paloma es el símbolo
de Cristo, del Hijo Único, porque
la paloma tiene una sola pareja en su vida. Esa
lealtad de la paloma es símbolo de la
lealtad del Cristo al Ideal de la Creación. La hoja de
olivo representa al valor o
condimento que cocina los nutrientes emocionales,
intelectuales y volitivos.
Noé pasó 10 meses o 40 semanas preparándose para
dejar el arca y unirse luego con el
valor de la incondicionalidad universal, con la
honestidad y seguridad que da la
comprensión de la ley y con la responsabilidad del
cumplimiento del deber (Dios), y por
supuesto que con su familia en tierra firme.
SEPARACION - FE - UNIDAD - DIVISION - CAUTIVIDAD -
PREPARACION
13
Adán Noé Dios le pide cons/ arca diluvio flotando
10 o 40 preparación
-----1600------/------400-------/
----120----------/ ---40-----/----210--------/----40---------/*
esclavitud / regido / Unido con el / Separación
/Cautividad / Preparación
del mal / por Fe / mandamiento / del bien y / y
regreso / para unirse
/ del mal /con Cam
Noé establece victorioso el fundamento de Fe. Noé
es el primer hombre en tener Fe
incondicional en Dios. Pero Cam se avergonzó de su
padre y este lo maldice diciéndole
que será esclavo de los esclavos. Con este fallo de
Cam se pierde todo el trabajo y
sacrificio de Noé, que trató de establecer una
familia centrada en el amor incondicional,
puro, e inocente, donde no quepa lugar para la
vergüenza. Cam estaba en la posición del
hijo que debía establecer una perfecta relación de
amor incondicional con su padre Noé.
Noé no pudo amar plenamente a Cam porque este se
avergonzó de su padre. ¿Es
posible establecer una relación pura de amor con
alguien que se avergüenza de ti? Eva
sintió vergüenza luego de caer. Para restaurar el
sentimiento de vergüenza sentido por
los descendientes de Eva, Cam pasó por la misma situación,
de experimentar esta
vergüenza, teniendo así la posibilidad de
restaurarla. Pero no lo hizo. Por lo tanto fue
necesario de otro periodo de sufrimiento de 400
años y 10 generaciones, al no quedar
completamente pagada la deuda, para establecer el Fundamento
de Fe.
El ego se apoderó de la posición y del dominio, que
originalmente correspondían a la
incondicionalidad. Desde esta posición y con el
dominio sobre la incondicionalidad,
mantuvo al hombre, alejado del ideal original. El
hombre, desde su posición de
dominado por el egoísmo, ignorante del ideal y con
el corazón inmaduro, difícilmente
podía asimilar, y mucho menos, imaginarse las
bendiciones que se encontraban tras la
virtud del dominio incondicional. Por eso, los
esfuerzos providenciales de las figuras
centrales, como Noé, fueron proezas inimaginables
en su momento histórico.
La oposición al egoísmo en la figura de Noé, debió
ser extraordinaria. Gracias a su
oposición, el sacrificio de diez generaciones, no
fue en vano. Pero visto bajo el punto de
vista de la indemnización, con su sacrificio, estas
diez generaciones, cancelaron la
deuda necesaria para merecer la posibilidad de
restaurar la fe del hombre.
El egoísmo sólo se termina con la
incondicionalidad. La única manera de terminar con
el enemigo, es transformándolo en tu amigo.
Noé debió amar el ideal y amar a los demás, mucho
más de lo que su egoísmo podía
amarlos. El egoísmo sólo puede amar a quienes le
aman, pero no a quien se le opone.
Noé debió amar mucho a sus oponentes. Sólo sobre
ese amor podría alguien construir
un barco en una montaña durante 120 años.
Pero el amor incondicional, ha de realizarse,
además de vertical, horizontalmente. Y su
hijo Cam, ni lo comprendió, ni lo compartió.
¿Porqué razón Cam no pudo superar la vergüenza al
ver a su padre desnudo? Tal vez no
se logre nunca la respuesta a esta pregunta, pero
lo cierto es que priorizó su propio
entendimiento por sobre el entendimiento que es
siempre y para todo válido. Para Cam,
la conducta de su padre era detestable o repelente,
pero bajo el punto de vista de lo
absoluto, esa era la tentación que Cam debía de
superar, y por esa razón ocurrió. Al
priorizar su visión personal por sobre la visión
del Absoluto, Can quedó al margen de
obrar correctamente.
Pequeñas cosas pueden contener un gran significado,
cuando son puestas en el curso
providencial de la restauración, y cuando son
vistas con los ojos del todo y siempre.
14
g-EL CURSO DE JACOB
El curso de Jacob se inicia en la persona de
Abraham. Jacob es el segundo hijo de Isaac,
y este es hijo de Abraham. Dios tomó a Abraham, de
una familia fabricante de ídolos.
Era el primero de tres hermanos: Abram, Nachor y Harán.
Desde Noé, pasan 400 años y 10 generaciones, hasta
Abraham.
Sem, tenía 100 años cuando nació su hijo
Arfaxad este tenía 35 años,
Shela 30,
Eber 34,
Peleg 30,
Reu 32,
Serug 30,
Najor 29,
Terá 70,
y Abraham, que para cumplir el total de 400 años,
Abraham debería tener 10 años de
edad.
Sobre este recae la responsabilidad de
restablecer nuevamente el fundamento de Fe que
se perdió de Noé, por el fallo de Cam (unión
entre ideal y persona) y el fundamento de
sustancia, o unión sujeto objeto (persona tipo
Caín y persona tipo Abel).
Cam fue el segundo hijo de Noé, ocupaba la posición
de Abel. Cam fue tomado por el
error (egoísmo o Satanás) perdiéndose con él la
posición Abel, pero Noé restauró el
fundamento de fe en lo absoluto, por esta razón,
Abraham primer hijo de Terá, un
fabricante de ídolos, (Politeísta) en la posición
Caín, fue tomado por lo absoluto (Dios).
La prueba en este caso, fue más sencilla que la
impuesta a Noé. En lugar de 120 años de
trabajo duro construyendo un arca, de tres pisos y
treinta codos de alto, se le pidió la
ofrenda de una novilla, un cordero, y unas palomas
que debía dividir en dos.
El significado de esta ofrenda, está claro que
tiene que ver, con las tres etapas de
crecimiento y con las tres bendiciones que se
perdieron en la caída.
Abraham no completa la ofrenda y siente que esta no
sirvió. Debió sentir en lo más
profundo de su ser, que el fracaso o el error en su
ofrenda, determinaba a posteriori el
sufrimiento de muchos y el impedimento de otros
tantos antecesores, en aproximarse al
ideal de la creación. Algo muy fuerte debió sentir,
como para determinarse a ofrecer la
vida del hijo tan esperado.
En base, a este fracaso, Dios le pide que ofrezca a
su hijo Isaac y Abraham obedece,
pero Isaac también accede a ser ofrecido. Isaac
tenía 15 años en el momento de la
ofrenda. Esto, se deduce, de que Abraham tenía 75
años cuando sale de la casa de su
padre, y cuando nace Isaac tiene 100 años. Para que
se cumpla el periodo de 40 años
desde que sale de su casa hasta la ofrenda de su
hijo. Cuando nace su hijo Isaac se
habían cumplido 25 años, por lo tanto para
completar hasta cuarenta se necesitan 15
años más, esta es la edad que tenía Isaac. Quince
años, es uno por sobre dos veces siete,
esto le pone en la misma situación en tiempo de la
caída, Adán y Eva cayeron
aproximadamente a la misma edad.
Isaac, al depositar plenamente, su fe y su
confianza, en la voluntad de su padre, redimía
simbólicamente, la muerte espiritual sufrida en la
caída por los primeros antepasados,
por eso esta condición era necesaria.
El periodo de separación, fue redimido por la
indemnización pagada, por el sufrimiento
de las diez generaciones que existieron desde Adán
a Noé. El periodo de Fe, fue
redimido por la indemnización pagada por el
sufrimiento de las diez generaciones
15
existentes entre Noé y Abraham. Sobre esta
redención, Abraham debía establecer la
condición de unidad en la fe con el ideal de la
creación, para cumplir esto debía
completar su curso personal.
Abraham sale ofrenda nacen Esau Jacob compra la
de su casa de Isaac y Jacob primogenitura
*-------------------------------------*---------------------------*------------------------------------*
40 años 40 años 40 años
120 años de unidad
El curso de Abraham, implica a tres personas, y
tres generaciones, la de este, la de su
hijo Isaac y la de su nieto Jacob.
El propósito compartido por cada figura central es
siempre el mismo, el logro de la
fusión con lo absoluto, mediante la unidad en el
amor incondicional. En eso consiste la
bendición.
Antes de ser bendecido por el amor, el hombre debe
superar la tentación, “ la
prueba
del ángel”. Noé tuvo que superar la prueba del
ridículo durante 120 años que le tomó
construir el arca en la montaña.
Abraham tuvo que superar la prueba de recuperar a
Lot de los 4 jefes Codorlamor,
Tadal, Amrael, Ariol. Esta primera Victoria le
permitió convertirse en la figura central
de la ofrenda de la ternera, del carnero, la cabra,
la paloma y la tórtola. Para restaurar las
tres etapas de crecimiento y las tres bendiciones
perdidas con Adán.
Al no dividir la paloma y la tórtola, la ofrenda
fue inconclusa. Cada animal representaba
una de las tres etapas del proceso inicio, medio y
término. Las palomas o tórtolas
representaban la etapa de formación inicial, el
cordero estaba en la posición de
simbolizar la etapa de crecimiento o medio y la
ternera en la posición de la etapa de
completación o término.
Al no dividir a las tórtolas, Abraham debió superar
una prueba superior, ahora debía
vencerse a sí mismo. Vencer al enemigo implica
vencer el miedo a la muerte, pero
vencer el miedo a la perdida de tu hijo es vencer
al deseo del amor. Esta prueba fue
inimaginable. Significaba perder el amor, la vida y
todas las cosas. Superando esta
prueba, Abraham se graduó como figura central y
estableció su fundamento de Fe,
junto con Isaac quien también aceptó ser ofrecido .
Abraham antes de establecer su fundamento de Fe,
debió restaurar simbólicamente la
posición de Adán, Eva y Lucifer.
La historia nos cuenta, que Abraham salió de la
casa de su padre en Jarán, acompañado
de su esposa Sara y de su sobrino Lot. Abraham bajó
a Egipto a por provisiones y el
Faraón tomo a su esposa Sara de quien Abraham dijo
ser su hermana. El Faraón bendijo
a Abraham con animales y bienes y cuando supo que
Sara era su esposa y lo despidió
diciéndole: ¿Porqué no me dijiste que era tu
hermana?.
El Faraón debió sentirse traicionado y con deseos
de matar a Abraham, pero dominó su
odio y restauró simbólicamente la posición del
arcángel (intelecto) Lucifer que
también
sintió celos de la sensibilidad emocional (emoción)
de Adán y Eva.
Abraham fracasa en su primera ofrenda y Dios
maldice su descendencia, diciendo que
serán forasteros por 400 años.
Originalmente Abraham debería haberse establecido
en Canaán, pero fue la cuarta
generación (Abraham, Isaac, Jacob, José) la que se
estableció en Canaán.
16
Antes de que Abraham ofrezca a su hijo Isaac, debe
restaurar de nuevo el fundamento
de fe que perdió, al no partir las palomas. Y hubo
de pasar 40 años hasta la ofrenda de
Isaac. Volvió a ocurrir la situación en Gerar,
donde Abraham y Sara debieron pasar por
hermanos ante Abimelec. Este también se entera, de
que Sara era la esposa de Abraham
y lo reta diciéndole, ¿por qué no se lo había
dicho, sabiendo que podía pecar por no
saberlo?
Luego de superada esta situación, debe enfrentarse
con el ángel, este enfrentamiento
surge cuando Dios le pide que entregue a su hijo en
holocausto. También supera la
tentación y se restablece la condición de Fe.
Abraham e Isaac se establecen como padres de la Fe , ahora es necesario, que esa
Fe en
el amor incondicional, se sustancie entre un Caín y
un Abel. Isaac tuvo dos hijos, Esau y
Jacob.
Abraham tenía 75 años cuando sale de la casa de su
padre y 115 años cuando ofrece a
Isaac, esto hace un tiempo de 40 años.
El curso de Jacob, comienza con Adán hasta Noé 1600
años, 10 generaciones.
De Noé hasta Abraham pasan 400 años y 10
generaciones. Desde que Abraham sale de
Jarán, hasta que Jacob compra su primogenitura,
pasan 120 años, en unidad familiar.
A partir de ese momento se dividen Esaú y Jacob
durante 40 años, hasta que Isaac
bendice a Jacob. Este debe huir a la casa de Labán
y pasar allí 21 años, 7 por Raquel,
pero Labán le entrega a Lea, 7 más por Raquel y
otros 7 por el ganado. Jacob cumple su
tiempo y se escapa de Labán sin despedirse de él.
Esto enfurece a Labán, porque
además, le desaparecieron unos Dioses que tenía,
por eso lo quería castigar. En sueños
recibe una revelación de que Jacob ha sido justo
con él y cuando se encuentran, Labán
dice a Jacob:” Si me hubieras dicho que te ibas te
habría hecho una fiesta”.Con lo que se
establece la unidad entre la persona tipo Caín
(Labán) y la persona tipo Abel (Jacob).
Aquí, se nos muestra, cómo Jacob restaura la unidad
entre Caín y Abel fuera de su casa.
Con este fundamento vuelve para encontrarse con su
hermano, (persona tipo Caín) pero
antes de la bendición de la unidad, es necesario
vencer al ángel o superar la tentación y
Jacob en el vado de Jabot, lucha con el ángel,
quien le parte la cadera. Luego de
superada esta situación se encuentra con Esaú quien
lo viene a recibir con 400
hombres.
Jacob divide en dos a su gente, primero las siervas
y sus hijos, luego a Lea y a sus
niños y detrás a Raquel y a José, y pasando él
delante de ellos, se postró siete veces
hasta que llegó a su hermano
completación Raquel y José
------------------------------------------------------------
crecimiento Lea y sus hijos
------------------------------------------------------------
formación siervas y sus hijos
Esaú corrió a su encuentro, lo abrazó y se unió con
él. En este momento, se restauran
completamente, a nivel familiar, tanto el
fundamento de Fe, como el de Sustancia,
restableciendo así las posiciones originales de
Adán y Eva y de Caín y Abel.
El curso de Jacob, es el curso modelo, que
posteriormente siguieron Moisés y Jesús.
17
Adán Noé Abraham Primogenitura bendición regreso a
José
Isaac de Jacob de Isaac Canaán en Egipto
*---1600--*---400----*
----120---------*------40----------*-----21--------*-------40----------*
En paralelo al curso de Jacob ya se estaba
preparando el curso de Moisés para la
Providencia de la Restauración , a
nivel, nacional.
Abraham Jacob salida a Harán regreso a Canaán José
compró la
primogenitura
*-----120---------*----------40-----------*-----21------------*
--------40-------------*
Abraham Moisés
*---------------------------------400--------------------------------------------------------------*
Conviene saber, que Dios estuvo siempre, detrás de
cada acontecimiento, cumpliendo
de manera absoluta toda su responsabilidad y la
espera de la persona que se le una.
Jacob amaba a Raquel, ese era un amor centrada en
él y no en Dios. Dios hizo lo propio
para enseñar a Jacob que el amor debía ser
incondicional, e hizo que Raquel fuera estéril
y que Lea fuese fecunda, para que a través de los
hijos pudiera amar a Lea.
Lea fue incondicional al entregarse al amor de
Jacob, y pese a las negativas de Jacob
hacia ella, Lea siempre lo esperó.
Cuando tuvo el primer hijo, lo llamó Rubén porque
pensó que Dios había visto su
aflicción. Al segundo hijo, lo llamó Simeón porque
Dios había visto que era
despreciada. Al tercero, lo llamó Leví, por la
esperanza en que Jacob la amaría y al
cuarto lo llamó Judá, exclamando: ¡Esta vez alabaré
a Dios! En otras palabras, Judá era
una ofrenda para la unidad con Dios.
El amor de Lea, atravesó por un periodo de
desarrollo en tres etapas como vemos.
madurez Judá (unidad )
___________________________________________
completación Leví esperanza (preparación)
___________________________________________
crecimiento Simeón desprecio ( división)
___________________________________________
formación Rubén aflicción (personal)
Estas etapas, están en la posición de restaurar el
proceso de crecimiento, así como las
diez generaciones de Adán a Noé, o las 10 veces que
Labán le cambió el salario a
Jacob.(Gen 31-7).
Jacob no amó en vida a Lea, tanto como a Raquel.
Dios puso a Lea en el camino de
Jacob, para que este iniciara una relación
incondicional con ella, pero Jacob no
estableció esta condición, necesaria para restaurar
a la familia de Adán. Por esta razón,
fue necesario de 40 generaciones más para que
naciera el Mesías. 40 generaciones desde
Jacob hasta Jesús (Mat. 1,17). Judá era el cuarto
hijo -4- de Lea y José era el primer
hijo de Raquel. José desde la posición de Caín
debió unirse con Judá en la posición de
Abel. Los hermanos de José quieren matarlo, pero
Judá, no.
José luego de ser vendido por sus hermanos, y
descifrado los sueños del faraón, es
18
nombrado, primer ministro de Egipto. José tenía
treinta años cuando es presentado ante
el faraón.
El faraón le dijo, sin orden tuya, no moverá nadie
mano ni pié en Egipto. José inicia el
curso de restauración, a nivel nacional, para lo
cual la nación pasa por un periodo de tres
etapas. Siete años de abundancia, siete años de
sequía, y siete años de regreso a Canaán
con sus hermanos.
En los momentos de sequía, fueron a José, 10 de sus
hermanos y 70 personas de la
familia de Jacob. José consigue que el faraón se
una con él, también consigue unirse con
sus hermanos y con su padre. Si nos damos cuenta
existe un paralelo entre José y Jacob.
A Jacob lo quiso matar Esaú, a José lo quisieron matar
sus hermanos. Jacob consigue la
unidad de su tío Labán, José consigue la unidad con
el Faraón. Luego Jacob se une con
Esau, del mismo modo José se une con sus hermanos y
padre.
Jacob vivió 147 años, 17 de estos en Egipto con
José. Los niveles son distintos, pero las
condiciones son similares.
José, toma por mujer a Asenat, de la que nacen dos
hijos Manasés y Efraín. Jacob acepta
a Manasés y a Efraín como sus propios hijos y los
bendice, poniendo la mano derecha
sobre el más joven Efraín y la mano izquierda sobre
el mayor Manasés.
En la familia de Adán, Caín fue el primero o
primogénito y Abel el segundo. Dios
aceptó al segundo, pero no al primero, para
posibilitar de este modo, la restauración del
sentimiento de celos, originado en la caída. Esto
quedó restaurado, en la relación entre
Esaú y Jacob, a nivel, familiar. Sobre esta etapa,
era necesario restaurar las mismas
posiciones, a nivel, nacional.
Manasés y Efraín, eran hijos de un rey José y
debían restaurar estas posiciones de Caín
y Abel en su nivel. José establece, al unirse con
Judá el fundamento de sustancia, a
nivel, nacional.
José celebró los funerales de su padre durante
siete 7 días y los egipcios, lloraron la
muerte de Jacob por 70 días. Es lógico pensar que
si los egipcios, cuya creencia en Dios
era distinta de la de Jacob, lloraron la muerte de
este, durante 70 días, la unidad lograda
por José y Jacob con el pueblo egipcio fue grande.
Si se estableció la condición del
fundamento de sustancia y de fe, ¿porqué razón no
apareció el Mesías en esta familia?
La razón es clara. Jacob amó a Raquel de manera
condicional. Dios esperaba que
estableciese una relación conyugal incondicional
con Lea. Lea fue incondicional frente
a la decisión de su padre Labán de ser entregada
como esposa a Jacob, pero este, trabajó
duro por tomar a Raquel, la esposa que él,
condicionalmente quería.
De una pareja condicional no puede nacer un fruto
incondicional. De haber aceptado
incondicionalmente a Lea como su mujer, habría
nacido de su familia el Mesías.
Curiosamente se estaba esperando en aquel tiempo.
En este tiempo se profetizó que de
Judá vendrá el Salvador.
Judá, 4º hijo de Jacob y Lea, restaura el
fundamento de fe y de sustancia, a nivel,
nacional. Judá toma por esposa a Sué, de la que
nacieron tres hijos Er, Onan y Sela.
Judá era un hombre de fe. Judá, tomó para su
primogénito una mujer llamada Tamar.
Er no le gustó a Dios y murió. Judá ofreció a
Tamar, a su segundo hijo Onán. Onán no le
gustó a Dios y murió. Judá sintió miedo de ofrecer
Tamar a Sela, su tercer hijo. Y
Tamar, que era justa ante Dios, para tener
descendencia de Judá, se hizo pasar por
ramera y tomó a Judá.
Tamar le pidió un anillo, símbolo de la primera
bendición (unido a la persona - persona
en unidad). El cordón que une a la persona con el
anillo, simbolizando la segunda
19
bendición, unidad entre dos, Adán y Eva y le pidió
un tercer objeto, el bastón
simbolizando la vara, el hombre perfecto.
Adán ------------- Eva
Caín ------ Abel ------- Set
Noé ---- su mujer
Sem -- Cam --- Jafet
Judá ----- Sué
Er --- Onan ----- Sela
Adán (Judá) es tentado por una buena Eva (Tamar).
De este modo, Tamar restaura a
Eva, requisito necesario para la restauración, a
nivel, nacional. De esta unión, nacen
gemelos, Fares (Caín) y Zarat (Abel). Pero tampoco
nace aquí el Mesías, porque la
relación entre Judá y Tamar, no fue incondicional
total, Judá sintió miedo. Adán y Eva
sintieron miedo después de caer. Si sentía miedo de
entregársela a su hijo ¿cómo podría
no sentir miedo de tomarla para él? Judá debió
superar el miedo y entregar a Tamar a su
hijo Sela. La razón del porqué rechazó Dios a los
dos, fue porque Caín, primer hijo y
luego Cam, segundo hijo, no cumplieron con su
responsabilidad, por lo tanto, un tercero
debía superar la prueba. Judá restauró la posición
de Adán y Eva, al afirmar que Tamar
era más justa que el, pero el no superar el miedo,
al no entregar a Tamar a su tercer hijo,
hizo postergar la llegada del fruto puro (el
Mesías).
Tamar permitió y posibilitó el linaje para la
descendencia, pero la relación con Judá no
fue totalmente sana.
Lo absoluto
Adán Eva
Adán Eva lo relativo
Caín Abel
Caín Abel
Originalmente, lo absoluto sería sustancializado en
Adán, como sujeto de Eva,
quien respondería con un fruto absoluto, un buen
Caín y un buen Abel.
En la caída, Eva tomó para sí a Adán, luego de ser
tentada por el conocimiento de ser
como Dios. Produciendo un fruto condicional, Caín,
que fue tentado por celos y mató a
su hermano. Para entender esto, debemos comprender
que el intelecto del hombre, se
desarrolla antes o primero, que el sentimiento del
amor puro.
El sentimiento del amor incondicional, se
experimenta, luego de unirse sexualmente y
de manera incondicional con su pareja, y se madura
luego, con el amor por los hijos.
Adán y Eva comprendían física e intelectualmente,
que debían tener relación sexual,
pero para cumplir el requisito de ser absoluto,
debía realizarse después de madurar
emocionalmente, hasta obrar de manera
incondicional. Adán debía entregarse por el
amor puro a Eva, es decir, debía darse a Eva por el
beneficio de ella y para que ella
pudiera lograr su propósito, de dar fruto (ser
madre).
Adán debió entregarse por el fruto de Eva, para de
esta forma, satisfacer a Eva, con un
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sentimiento de plenitud. La experiencia de plenitud
de Eva al dar fruto, ofrecía a Adán
la satisfacción de ser padre, quien recibía su
calificación de padre de manera
incondicional. Luego, Eva, aceptando
incondicionalmente a Adán, recibía su verdadera
maternidad y la maternidad de Eva, devolvía a Adán,
de manera incondicional, su
paternidad. De haberse realizado la relación sexual
de esta manera, Eva no habría tenido
razón alguna, para sentir ansiedad, miedo o
vergüenza. Pero Eva tomó a Adán por
ansiedad, sintió miedo y vergüenza, producto de la
celosa actitud de su conocimiento,
de forzar a Adán, a establecer una relación
impropia.
Fruto de esta impropia relación nace Caín, quien de
manera también impropia, mata a
su hermano Abel. Esto debe ser restaurado, para que
se produzca un verdadero fruto
incondicional. Es esta la razón, del porqué surgen
situaciones en la historia, donde los
personajes, repiten de manera semejante, las mismas
relaciones establecidas en la
familia de Adán.
Noé reestablece la fe en lo absoluto, pero, al
pretender encarnar el amor, absolutamente
puro, en su relación con su hijo Cam, este, no
responde de manera conveniente. Cam se
avergüenza de la desnudez de su padre, asumiendo de
esta forma, un sentimiento de
culpabilidad y rechazo, que impide la pureza en
unidad de la relación, centrada en el
amor incondicional que pretendía su padre. Por esta
razón, Noé maldice a Cam.
Abraham, comienza su trayectoria de restauración,
desde el principio, como hermano y
hermana frente (Lucifer) al Faraón. Restablece la
posición, seduciendo al Faraón,
restaurando la relación Eva Lucifer, superando la
prueba del ángel y fracasa en su fe en
lo absoluto al no dividir su ofrenda. Vuelve a
restablecer la posición Eva Lucifer,
superando la prueba del ángel y restaura su fe en
lo absoluto al ofrecer a su hijo.
Producto de lo cual, su fruto (el fruto de su
fruto) Esau y Jacob, restauran las posiciones
de Caín y de Abel en el nivel familiar.
Tamar, toma a Judá hacia lo absoluto, restaurando
así la posición de Adán y Eva,
superando la tentación de ser castigada, por obrar
de forma según el hombre - ilícita- y
fruto de esa unión, nacen Fares (Caín) y Zarat
(Abel). De esta manera se establecería el
fundamento de fe y de sustancia, a nivel nacional,
pero Judá sintió miedo de Tamar. Por
lo tanto el fundamento para la llegada del Mesías
debió postergarse.
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