LA
FAMILIA COMO NÚCLEO DE CONVERGENCIA Y UNIÓN
La familia es el
núcleo social que permite el desarrollo del individuo y de la humanidad. La
humanidad se fundamenta sobre la estructura base celular de la unidad familiar.
La familia está
compuesta por tres generaciones, la generación de los abuelos, la generación de
los padres, y la generación de los hijos. Abuelos, padres, e hijos, en género
masculino y femenino, completan el núcleo familiar, donde se anidan y
desarrollan los tres tipos de amor, filial, fraterno-conyugal y paternal.
La familia debe ser
el orientador, gobernador y generador de proposiciones, normas y conductas correctas.
El desarrollo del afecto, de las normas y del dominio, se madura y completa en
las relaciones familiares. La familia es el núcleo rector de la fortuna, de la
prosperidad y de la perpetuidad. El éxito o fracaso de una nación se deben al
éxito o fracaso en la autenticidad de las familias de que se compone.
a-QUE
ES FAMILIA -
Es un sistema
completo, donde se manifiesta el parentesco, la tradición y el respeto al estrato
posicional dentro de la jerarquía del desarrollo vincular afectivo. Si
analizamos a la familia, bajo el punto de vista de la base de cuatro
posiciones, veremos que en la estructura base de cuatro posiciones, existe un
proceso en tiempo, similar a la tradición. También existe una estructura
posicional jerárquica y por lo tanto una función que cumplir:
1-
Posición de la intencionalidad (Propósito Ideal) que
corresponde a los padres maduros. Es el padre de familia, quien conduce al
grupo hacia el ideal. Un padre sin ideal, es garante del fracaso familiar. El
padre ha de seducir, persuadir y motivar a la esposa hacia el ideal que este
propone, hasta motivarla, convencerla y satisfacerla. Este ideal ha de ser
mutuo y compartido por ambos, esposo y esposa. Sin ideal no hay familia. Pero
el ideal de la familia, ha de ser consecuente con el ideal de la creación. Sin
esa correlatividad, recognición o correspondencia entre el ideal familiar y el
ideal de la creación, la familia es un barco a la deriva. La garantía de la
unidad familiar y de la completación del propósito de cada participe de la
familia, reside en el cumplimiento del ideal universal y absoluto del principio
de la creación.
¿Cuál es el ideal
del principio de la creación? El principio de la creación tiene por ideal la
unidad absoluta y completa. Para lograr la unidad completa que es siempre y
para todos válida, es preciso satisfacer a cada posición de la estructura base
de cuatro posiciones: satisfacer al propósito, al sujeto, al objeto y al logro.
Esto se logra únicamente cuando cada uno de los cuatro componentes, completa la
trinidad de sus respectivos objetivos, es decir, cuando el propósito satisface
al sujeto al objeto y al logro; cuando el sujeto satisface al propósito, al
objeto y al logro; cuando el objeto satisface al propósito al sujeto y al
logro; cuando el logro satisface al propósito, al sujeto y al objeto. Este
principio de la creación es el ideal de la creación. El ideal de la creación es
el ideal de la unidad absoluta y completa. Por lo tanto la intencionalidad
original, dentro del grupo familiar, ha de perseguir la unidad absoluta y
completa entre cada uno de los miembros que la componen.
2-
Posición del sujeto emisor, director o conductor, que corresponde al
padre o esposo en vías de ser maduro. El ideal ha de ser conducido por el
sujeto o padre de familia. La esposa retribuye con su lealtad, y de esta
lealtad se estimula el marido, para mantener la conducción del grupo familiar.
Una mujer desleal y desobediente al marido es la garantía del fracaso familiar.
Sin un marido conductor, no hay familia. Pero sin una esposa retribuidora,
tampoco.
El hombre y la
mujer, contienen diferencias en sus capacidades y en sus habilidades. Ambos son
iguales en valor, ambos contienen atributos emocionales, intelectuales y
volitivos, pero existen algunas pequeñas pero notorias diferencias entre ambos.
A pesar de que ambos pueden ocupar las posiciones tando de liderar, como de
subordinarse, es cierto que tienden a sentirse más cómodos ocupando aquellas
funciones que les son propias. El hombre se acomoda más con la posición de
riesgo y la mujer se acomoda más con la sensación de seguridad. Al hombre le
preocupan los ideales nacionales o mundiales más que a la mujer, y a la mujer
le preocupa más la administración y protección familiar, más que los ideales
del presidente del gobierno.
La concepción del
ideal de hombre es la del líder, maestro y padre, en especial se le asignan los
atributos de fortaleza, valor, arriesgado, iniciativo, conductor, firme,
determinado y maduro y mientras que el ideal femenino es el de, lealtad
obediencia y reciprocidad, se le asignan los atributos de belleza, delicadeza,
lealtad, orden y armonía.
El hombre persigue los
objetos de valor, mientras que la mujer persigue el orden de los objetos. El
hombre persigue la casa grande, con hartas piezas y sólida, con piscina y patio
para jugar al fútbol, persigue el auto veloz y potente, y los amigos bien
posicionados; la mujer ordena los muebles y los adornos, busca que el auto
contenga una gran maleta, para llevar las cosas de la familia, y busca amigas
que la escuchen y comprendan.
3- Posición de objeto retributor, que responde en
unidad con el sujeto, que corresponde a la esposa y madre en vías de
desarrollo. La posición de objeto, no significa que el valor de la posición sea
distinto a la de la posición del sujeto. Hay que entender que, no es una más o
menos que la otra, todo lo contrario. Debemos pensar que todas las posiciones
que se establecen en la base cuádruple, son de igual valor. Por esta razón, se
establece la equidad y la justa medida, necesarias para el completo
funcionamiento y proceso de la unidad entre las cuatro posiciones. Sin la
equidad en el valor, la relación completa no sería posible. Por lo tanto, el
sentido del objeto es meramente posicional y no contiene ninguna connotación de
mayor o menor que el otro. La posición retributiva de la esposa, así como la de
los hijos es fundamental en el desarrollo normado de la familia. Sin la
retribución afectiva al padre de familia, no hay familia.
La figura del padre
ha de ser la del modelo de valor, de verdad y de bondad a seguir por todos los
miembros de la familia. Para que el hijo se transforme en padre ha de tener un
modelo de verdadero padre, y para ligarse con el modelo ha de tener un
conductor. Alguien ha de hacer las veces de intermediario entre el padre y el
hijo, ¿porqué? Porque el padre realiza actos que son muy difíciles de entender
para el hijo inmaduro. Un hijo exige del padre su incondicionalidad absoluta
hacia él. Exige del padre su presencia, su conocimiento y su guía, pero el
padre se preocupa del orden social y para cumplir con su desarrollo
incondicional ha de darse por el beneficio social, sacrificando a su familia.
Esto no lo puede concebir un hijo en su estado de inmadurez, y para hacérselo
entender, la madre ha de explicar y suplir las necesidades emocionales del hijo
hacia el padre. ¿Cómo compensar las exigencias familiares con las sociales? El padre
maduro es el insertado en el entorno social. Pero el más preocupado por lo
social es el que más abandonada tiene a la familia. ¿Quién lo armoniza? La
lealtad y obediencia de la madre.
4 posición
logro de la intención o del propósito o Ideal, que corresponde
a los hijos, quienes deben de corresponder, asemejar, igualar al ideal,
propósito o intención, en este caso a los padres y abuelos. Los hijos son el
producto resultante del amor y del orden familiar. Sin la posición del hijo
maduro, es imposible que aparezca la calificación del padre o madre verdadero.
Un padre y una
madre, no se pueden llamar maduros hasta no haber completado con éxito el
proceso del desarrollo del amor filial en el hijo.
Un hijo que no
obtiene el sentimiento de unidad completa con sus padres, tampoco se puede
definir a sí mismo como hijo verdadero. El hijo verdadero es el que corresponde
en el amor leal y absolutamente con sus padres. De no ser así el hijo no es más
que un hijo problema.
La lealtad y
obediencia del hijo hacia el padre ha de ser completa, independientemente de
que el padre sea más o menos, capacitado, inteligente o maduro. Isaac, mostró
el modelo de lealtad en la piedad filial, al ser capaz de entregarse a su padre
Abraham, por completo. Incluso en el caso de que Isaac hubiera sido sacrificado
y hubiera perdido su vida, su lealtad en el amor, la habría mantenido
eternamente. Cuando uno ve y comprende el significado de la vida en relación
con el amor, se da cuenta de que perder la vida por el amor, es más correcto que
perder el amor por ganar la vida. Para entender esto es necesario sentirse
espiritualmente confiado.
Para completar el
sistema o estructura base de cuatro posiciones es necesario de correlatividad
entre cada posición, esto en la familia se entiende por parentesco.
La familia es un sistema, cuya estructura,
se cimenta en el desarrollo del proceso de completación de cada uno de los
componentes, hijos, padres y abuelos.
Los
hijos ocupan la posición del logro de la intención.
Desde esa posición, la responsabilidad del hijo, es la de ser leal y obediente
completamente al ideal de la familia, representado por la figura central de la
misma, o padre. La completación del amor filial, se establece mediante la
lealtad y obediencia absoluta, en los distintos estratos de maduración, del
amor filial. El amor filial se inicia desde la posición de niño o infante,
adolescente y adulto. Piedad filial es respeto, tanto vertical como
horizontalmente. Este respeto lo absorbe el hijo de su madre; es el respeto de
la madre hacia el padre o su marido, el
que desarrolla la piedad filial en sus hijos.
La lealtad y obediencia del infante, difiere
de la del adolescente, en tanto en cuanto, el infante obedece y es leal por
dependencia, mientras que la lealtad del adolescente es menos dependiente y la
lealtad del adulto es independiente y voluntaria o libremente optada. Al asumir
la responsabilidad de ser obediente y leal por decisión propia, el amor filial
se completa, puesto que pasa a ser parte del
mismo sujeto que lo practica.
La posición de los
hijos, es la de ser producto o logro del ideal de la creación, o del ideal de
la familia. El hijo, no es algo que aparece porque sí, es el fruto del amor
maduro, por lo tanto, debe de responder también, con la misma madurez que lo
concibió.
Un hijo inmaduro, no puede representar
el logro de la satisfacción de sus padres. Tampoco va a representar el
logro de la satisfacción de sí mismo, por la sencilla razón de que no sería
completo. Para ser un logro completo, ha de ser él también completo, por lo
tanto ha de hacerse maduro como hijo, siendo leal y obediente, siempre y en
todo el proceso de su desarrollo como hijo. La lealtad y obediencia del hijo
tiene su raíz en el hecho de que sus padres, ya han experimentado, lo que él ha
de vivir, y por lo tanto, su postura es la de consejero, maestro o experto. Por
esta razón es preciso de lealtad filial.
La
madre representa la posición objetiva, o
retributiva. La posición de la madre en la familia, es determinante para que el
sistema familiar se complete en orden. La madre es intermediaria entre el padre
y los hijos. La madre ha de proteger al padre, de todas aquellas
imperfecciones, que generen una conducta apartada del principio, en los hijos.
Ella debe generar en los hijos, el respeto y la lealtad. También ha de elevar
la posición del padre a la condición de conductor. Sin el apoyo de la madre, el
padre puede perder credibilidad. La madre conecta al hijo con el ideal de la
familia, representado en la función y posición del padre. La madre verdadera es
completa, para completarse, la madre ha de experimentar el amor conyugal en
estado de formación, de crecimiento y de completación. Generalmente se precisan
de siete años para experimentar el amor conyugal, como madre en estado de
formación, experimentando relaciones entre cónyuges e hijos en estado inicial.
Siete años más para completar el desarrollo del amor conyugal y maternal, en
estado intermedio, y siete años, hasta madurar a los hijos y con ello, madurar
también la relación conyugal.
El papel de la madre, es el de administradora
del valor del padre. La madre consuela, dosifica y nutre a la familia. Da a
cada cual lo que corresponde. Además ha de nutrir también el ideal del padre o
marido, al cual ha de facilitar el camino de la conducción. La madre representa
la seguridad, la acogida, la piedad, el respeto por el marido.
El padre es el conductor del sistema
familiar. Debe ligarse totalmente con el valor absoluto y determinarse a
cumplirlo en su totalidad. El padre ha de ahondar en encontrar soluciones, e
intenciones útiles. Intencionalidad e iniciativa retributiva, han de ser sus
aliados. La madre es nutriente terreo, el padre es nutriente celestial.
Mientras el padre conduce a la familia hacia el logro del valor, estableciendo
las posiciones correctas, de acuerdo al ideal, la madre administra cada paso,
ofreciendo los elementos que posibilitan el proceso. Sin la complementación de
la madre, el padre no adquiere su valor.
El
marido ha de darse en su totalidad a la completación de la mujer, y de sus hijos.
Para eso ha de proveer con protección y seguridad. La seguridad reside en el
logro de las opciones válidas satisfechas por completo. El papel del padre es
el del realizador, el que cumple, el que completa. Pero para eso es necesario
que esté muy seguro del ideal de la creación, del ideal de familia. El padre,
como marido ha de dignificar a la mujer como esposa y madre, para lo cual es
necesario que destaque sus valores en presencia de sus hijos. El padre
representa el valor, la sabiduría y el poder. Representa al inversor. Invertir
no siempre es seguro, supone un riesgo. El hombre representa el riesgo.
El marido ha de
madurar sobre la experiencia de 21 años de desarrollo. Siete de estos veintiún
años, sirven como proceso para desarrollar sus funciones conductuales y
motrices. En estos primeros siete años de infancia, el niño que se prepara para
ser marido ha de madurar las normas de conducta correctas, de lealtad y
obediencia a los padres y de respeto a las personas. En los segundos siete
años, el niño debe adquirir los conocimientos fundamentales del valor, del
ideal de la creación y de las relaciones interpersonales. Además ha de madurar
en la conducta del dominio sobre el celo, sobre los instintos, y sobre los
servidores espirituales. Este tipo de madurez se desarrolla en el tercer
periodo de desarrollo de siete años. En este tiempo ha de vencer a la tentación
del celo. Para eso ha de entregarse desde la posición de padre a tres personas
ajenas a su familia y liderarlas en el valor absoluto. Luego de satisfecha esta
experiencia, está calificado como marido conductor y dominador del celo, y del
instinto. El marido se inicia desde la posición de hermano, y por lo tanto ha
de ser primero un hermano completo, es decir, un Abel que ha restaurado a sus
tres Caín.
El
padre madura, durante el segundo curso de veintiún años de desarrollo y
completación de los hijos. Este periodo de dominio, de seguridad y de
completación de la complacencia transforma al hombre y a la mujer en esposos y
padres verdaderos. La experiencia del amor filial, conyugal y paternal,
transforman a cada miembro de la familia en maduros y plenos.
Desde esa posición
de unidad con el valor, asumen la posición de unidad con el ideal o propósito
intencional. Esa es la posición de los abuelos.
Los hermanos en la familia tienen una
posición de sujeto u objeto, dependiendo de su madurez y género. El hermano
mayor ocupa la posición de sujeto del hermano menor. Esto no significa, que lo
va a dominar imponiéndole, u obligándole a obedecerle, sino todo lo contrario,
va a seducirlo con afecto, persuadirlo con verdad y motivarlo con el ejemplo de
lo bien hecho, hasta que voluntaria y libremente responda motivado a su
conducción. Esta es la misión de un verdadero sujeto. Los problemas entre
hermanos han de ser siempre supervisados por los padres.
El padre es el núcleo conductor de la
familia. La dirección, el proceso, las estructuras familiares son
responsabilidad del padre. El comportamiento familiar, depende de la conducción
del padre de familia.
b-LA TRADICIÓN
DE LA NUEVA FAMILIA ORIGINAL
Nuestra situación, no es la original, pura
y completa. En nuestra situación de ser personas descendientes de un linaje
caído, nuestra conducta, nuestro conocimiento y nuestras actitudes, no siempre
son coherentes con los Principios de la Creación, por lo tanto es preciso
educar nuestro carácter, nuestro conocimiento y nuestra conducta.
Para
ser Padre catalogado como verdadero, es necesario ser uno con el amor
incondicional, con el conocimiento de la verdad absoluta y con la conducta
normada de acuerdo con el cumplimiento completo del deber. Para adquirir esa
conducta, ese conocimiento y ese amor, es preciso obrar incondicionalmente, es
decir es necesario amar a quien no te pertenece, al extraño, al extranjero, al
que ocupa la posición de Caín, al que te rechaza, te desacredita, o te
desprecia. Todo hombre que quiera restaurarse, ha de amar a tres personas
ajenas a su familia, sirviéndoles desde la posición más baja, desde la humilde
posición de siervo de siervo, hasta ganarse un estrato más en el ranking de
confianza y establecer una relación desde la nueva posición de siervo; en esta
posición de servir con humildad, dedicación y afecto, hay que mantenerse, hasta
alcanzar un nuevo estrato en el nivel de confianza, la posición de hijo
adoptivo. El hijo adoptivo se halla cerca del padre pero les falta el vínculo
consanguíneo, sirviendo con humildad y dedicación en este estrato, se puede
ganar la confianza del enemigo y alcanzar el nuevo estrato o condición de hijo.
Sirviendo con humildad y perseverancia, dedicando todo lo necesario para
ganarse la confianza del enemigo, se puede elevar el estándar hasta que el
estado de confianza sea tal, que se te llegue a considerar un líder. Y tal vez
con el tiempo se te considere un maestro y finalmente se te considere un padre.
Cuando el grado de humildad en el servicio perseverante, alcanza a despertar el
sentimiento en tu enemigo de sentirte como un verdadero padre, puedes decir que
restauraste la posición de tu enemigo, transformándolo en tu hijo espiritual, y
al mismo tiempo, esto te transforma en su padre espiritual. Este es el camino
sacrificial, que cada uno que desee
restaurar su naturaleza a la condición original, ha de recorrer con determinación
y humildad, hasta que cualquier persona,
sienta en el hombre que las sirve, la presencia de un verdadero padre. Cuando
el extraño establezca una confianza completa con él y se sienta motivado a
entregarse en el afecto por él, esa persona se encontrará en la posición de ser
maduro.
Tres personas ajenas y extrañas a ti, que
te muestran su confianza y su amor en el extremo de entregarse o ponerse a
voluntad tuya, indican que tu posición frente a ellos, es la de un padre.
Cuando la persona delega en ti la posición de verdadero padre, te sirve y te
ofrece su amor, para bendecirlo en santo matrimonio, Él y tu encuentran una
correlatividad, un reconocimiento y una concordancia completa en el verdadero
amor incondicional. La actitud convencida, motivada y válida del hijo
espiritual de ofrecerse al padre, restaura el fundamento de fe, perdido en la
caída.
Sobre ese fundamento completo de fe, el
siguiente paso es el de restaurar el fundamento de sustancia, hallando esta
persona, a tres personas más, de entre las que le son extrañas, o están en la
posición de Caín para él. Cuando frente al extraño, esta persona siguiendo el
mismo patrón anterior de conducta, logra el mismo resultado logrado por su
padre espiritual con él, este, establece exitosamente el fundamento de
sustancia, al unirse plenamente con su Caín.
Sobre ese estándar de afecto, es posible
iniciar el camino del afecto con tu pareja. Sobre la experiencia del afecto
incondicional, y del conocimiento que produce la completa confianza, es posible
ofrecer una conducta normada frente a tu pareja. Por eso es necesario del
afecto completo a tres ajenos o extraños.
Pero también es necesario lograr la unión
con la pareja. Esa unión ha de lograrse, sobre el fundamento de la fe y de la
lealtad femenina hacia el marido y viceversa. Para eso, durante un tiempo de
aproximadamente siete meses, la mujer y el marido, han de experimentar el ser descalificada, incluso ser rechazada o
despreciada por uno u otro. Estas situaciones de tensión, celos, rechazos etc,
no son más que la prueba necesaria para saber si se está por sobre estas
pruebas o por debajo de ellas. Si se está por debajo de las pruebas y no se
saben superar, se mostrará la naturaleza caída y con ella la inminente escisión
y rechazo entre ambos. Si por el contrario, la persona está por sobre estas pruebas, su estado de
madurez para resolver estos problemas, atraerá al contrario y se establecerá la
unidad entre ambos. Si después de esas pruebas, la esposa, o el marido se
mantienen firmes y seguros de su unión, ambos de esta manera, se califican como
leales y obedientes al principio de la creación. Esta lealtad es necesaria para
el buen funcionamiento de la vida conyugal.
El hijo, en numerosas ocasiones pasa por
ese tipo de pruebas. Se le ignora, o se le sobrepasa, o se le menosprecia, etc,
pero se mantiene junto a los padres leal y obedientemente. La esposa ha de
restaurar la posición de hija, hermana y esposa, por lo tanto es necesario que
pase por esas situaciones así como el marido que ha de restaurar también las
posiciones de hijo, hermano y esposo.
El hombre ha de atravesar esas situaciones,
para mostrar su lealtad y obediencia al ideal y ser calificado como ser humano.
c-ERRORES
QUE SURGEN EN LA FAMILIA:
La
madre demuestra un afecto extremo hacia sus hijos y rechaza la presencia del
esposo por celos. Esto no es tan extraño, es algo muy común en el
inicio de la relación matrimonial. El hijo recién nacido, es el objeto del amor
de la madre, lo ha venido sintiendo en su vientre durante nueve meses, ha
creado una relación afectiva que el marido y padre del mismo no ha tenido.
La proximidad de la madre al niño, despierta
el sentido de pertenencia y esto produce en el padre un sentimiento de
desprendimiento o lejanía, lo que incomoda al padre.
Por
otro lado, el niño precisa de más atención de la madre que el marido, quien
queda postergado y relegado a un segundo plano. Esto no se dice, pero se
siente. El marido aquí tiene la opción de sentirse celoso de la madre y
rechazar al hijo, o de rechazar a la madre por despegarlo de ella, con su apego
hacia el niño. También puede comprender la situación y optar por esperar su turno. El marido maduro,
supera la tentación del celo y mira a su esposa desde la posición de padre,
sumiendo la prioridad que la madre determina hacia su hijo, como opción válida.
Mientras que el marido inmaduro, se abandona a la tentación del celo y cae en la actitud errónea de exigir la
atención de su esposa, por sobre la atención hacia el recién nacido.
Problema
entre cuñados. Los cuñados ocupan la posición
fraterna, pero cuando un hermano nuestro tiene éxito, la actitud normal que
surge de esto, es la de compartirlo con él. Mientras que al éxito del cuñado,
se le adosa un aditivo competitivo. El éxito del cuñado amenaza la situación
del cuñado de este. Mientras que el éxito personal, suele ponerse en
comparación con la situación del cuñado, lo que tranquiliza. En estos casos, es
fácil caer en la tentación del celo hacia el otro. Para evitar el caer en la
tentación del celo hacia el cuñado, es necesario verle desde la posición del padre.
Un padre quiere lo mejor para su hijo, luego, el cuñado debe desear también lo
mejor para su homologo. Esta es la posición correcta.
El
padre no provee lo suficiente. En este caso la
madre sufre las consecuencias al no poder administrar los recursos para
satisfacer al todo. Generalmente opta por exigir al marido más de lo que este
puede dar, lo que destroza la relación entre ambos y termina con su matrimonio.
Puede también optar, por cooperar con él, y proveer con una porción que aminore
la escasez. En ninguno de estos casos va a sentirse completada, por lo tanto,
es lógico esperar tensiones en este matrimonio. La madre ha de sentirse muy
segura y protegida. De la tranquilidad de la madre dependen emocionalmente sus
hijos. Una madre alterada, preocupada y temerosa, crea vínculos afectivos con
sus hijos, y estos adquieren de la conducta de la madre, los hábitos y
conductas propias de cada uno.
El marido ha de
madurar en su iniciativa y fortaleza, para lo cual la esposa ha de darle mucha
confianza y afecto. El afecto de la esposa motiva
al hombre a ser más hombre.
La femenineidad y dulzura de la mujer, despierta la masculinidad y fortaleza
del hombre. Es una cuestión de polos. El polo positivo se hace más potente
cuanto más débil sea el polo negativo.
El cónyuge
se muestra interesado por otra alternativa. El interés por otra
alternativa es un signo de insatisfacción. Ningún cónyuge satisfecho va a
buscar otra alternativa. Sólo cuando se siente incompleto, inseguro o
insatisfecho buscará más allá de lo que tiene. En este caso, la pareja ha de
despertar una mayor iniciativa en el afecto, confianza y cuidados.
Los
hermanos se odian. Es común que los hermanos
se peleen, pero no que se odien. El rencor entre hermanos generalmente depende
del aprecio o desprecio que muestren los padres hacia ellos. Un hijo protegido
por un padre es causal de rechazo por parte del otro hijo. El amor del padre ha
de ser incondicional e igual hacia cada uno de sus hijos. La preferencia causa
el desprecio, rechazo y finalmente resentimiento u odio entre hermanos.
Todo hermano compite
con el otro sanamente, para ganarse la atención de los padres. Esta competencia
obliga al choque, al “yo soy mejor que tu” etc. El niño necesita ser
reconocido, valorado y apreciado por los padres. Si el padre o la madre no
reconocen, desprecian o invalidan a uno de los hijos, ponen a este en la
situación de compararse con el valorado y lógicamente, la única opción que
tiene es la de despreciarlo.
El hijo maduro, en este caso, es aquél, que
a pesar de la situación adversa en la que se encuentra, muestra una actitud de
amplitud y piensa en el “tal vez mañana me acepten a mi”, de todas formas yo
también soy su hijo.
Los
suegros entrometidos. Cuando los padres
dan un consejo, los hijos lo sienten como deseo de ayudar, pero cuando el
suegro da un consejo, el yerno o la nuera lo recibe como amenaza. Tu padre
sugirió que me cambie de trabajo, “porque seguramente piensa que soy un
flojo”. Las intromisiones de los suegros, han de ser vistas como las mismas
intromisiones de los padres. Ellos buscan lo mejor para cada uno por lo tanto
los consejos no tienen el doble sentido que nosotros le adjudicamos. Es fácil
caer en la tentación del celo frente a los suegros, cuando estos se toman la
posición del padre que conduce con sus consejos etc.
La familia
monoparental, origina innumerables problemas. El origen de la
familia monoparental puede ser múltiple, pero radicalmente se inicia en el
predominio del uno por sobre el todo. Cuando uno de los cónyuges desprecia,
desconfía o descalifica al otro, en otras palabras cuando se centra en sí
mismo, cuando no reconoce al otro o cuando no acepta la conducta errada del
otro con la debida responsabilidad como para corregirla, se inicia el
movimiento circular en proyección alrededor de ese acto, despreciativo,
desconfiado y descalificativo y si no se cabe controlar, si no existe el
dominio de posición y de función por el bien común, se termina separándose del
otro.
El amor, la confianza y la tranquilidad, se
transforman en dolor, desconfianza y tensión. Esta realidad no se puede
soportar por mucho tiempo. Se podría decir que el origen de esta situación,
surge por la irresponsabilidad del hombre, que no es capaz de superar la
tentación del celo frente al acto
errático de la mujer. A pesar de que la mujer pueda comportarse de una forma
difícil, es a fin de cuentas, el hombre quien ha de asumir la responsabilidad
de educar, conducir y liderar en la construcción del ideal familiar a la
esposa. A no ser que la situación sea extremadamente insostenible, ambos,
marido y mujer, deberían ser capaces de enfocar y dirigir su matrimonio en la
dirección de los valores absolutos. De no ser así, deben abandonar todo lo
hasta ese momento conseguido y empezar un curso nuevo, lo que no siempre es
fácil.
Fruto de la incapacidad de uno o de los dos
cónyuges, surge el hogar monoparental, y todos los problemas derivados de esta
situación anómala.
El hijo de un hogar monoparental experimenta:
El rechazo hacia la carencia. Si el que falta
es el padre, lógicamente existe una postura de rechazo por la posición paterna,
puesto que se le asume la responsabilidad de la ruptura y la responsabilidad
también del abandono. Este hijo carece de afecto paternal, de la
intencionalidad y riesgo tipificadas en la posición paterna. De la empatía
masculina que impulsa hacia el valor, hacia el todo, hacia fuera. Y por otro
lado tiene la tendencia a recibir en la empatía femenina, la dosis masculina
que le falta, lo que produce en el hijo la sobredosis del afecto protector,
seguro y administrador de la posición materna. A este niño es fácil que le
produzca desconfianza la persona masculina que ocupe una posición de liderazgo,
como por ejemplo el jefe en el trabajo, el profesor en la escuela, el amigo
mayor. Por esto mismo es fácil encontrarse con personas procedentes de hogares
monoparentales sin figura paterna, en ámbitos de carácter femenino, como por
ejemplo trabajando en peluquerías de señoras, en sitios aislados como por
ejemplo taxis, micros, etc. No siempre se da, porque cada uno contiene un
sistema operativo que en ocasiones se sobrepone a la lógica situación, pero en
términos generales es fácil observar esta situación.
La ausencia de la madre, también obliga al
padre a adoptar la posición materna para el niño, pero este recibe esa postura
o bien como signo de debilidad en el padre o como signo característico de la
mujer. En ambos casos está alimentando un prejuicio que muy bien puede
impedirle el acceso natural a las mujeres.
El abandonado del hogar monoparental, difícilmente podrá despegarse del
hijo que perdió, y por lo tanto crecerá en él el celo por recuperarlo, lo que
puede impulsarle a tomar medidas desmesuradas y arriesgadas. La persona que se
queda con el hijo, ha de asumir roles que no le pertenecen y que difícilmente podrá
suplantar, lo que le inyecta a la relación una enorme porción de ansiedad, de
competitividad y de frustración. Conclusión, el hogar monoparental está plagado
de sentimientos, raciocinios y situaciones, muy peligrosas para la integridad
humana de quienes lo conforman.
d-LA FAMILIA
VISTA DESDE EL PUNTO DE VISTA DEL VALOR:
La familia bajo el punto de vista
del valor
es el núcleo generador del amor, de la confianza y del orden, físico y
espiritual.
El
orden espiritual, implica que los componentes del grupo familiar, han madurado
su convicción sobre las conductas generadoras de los valores que son siempre y para todos válidos. De esta
manera pueden establecer correctas relaciones de empatía, confianza y paz, con
cualquier otro. A este estado de unidad se le denomina ambiente espiritual.
El orden físico es consecuencia directa del
orden espiritual establecido. La familia ha de ligar a cada aspecto del
desarrollo del proceso, así como también a cada miembro integrante del núcleo
familiar.
e-LA FAMILIA BAJO EL PUNTO DE VISTA DE LA TRADICIÓN:
La familia vista desde el punto
de vista de la tradición, es la semilla sobre la cual se fundamenta la
conducta normada del individuo. En la actualidad la familia no opera como tal,
y si opera como casi-protectorado.
Se habla de que la familia es el núcleo moral
donde se forma el individuo, pero la moral ¿basada en qué conducta, en qué
ideal y en qué valores? En los valores relativos a la tradición de una
determinada comunidad, o a una relativa ideología, religiosa, política o
económica. Pero no, centrada en el ideal universal y absoluto de la creación,
ni en la verdadera tradición universal y absoluta. Sencillamente, porque se
desconocen dichos principios universales y absolutos.
Se
habla también de que la familia es el centro protector y creador de la entidad
ética de la persona, pero ¿en qué valores se fundamenta la ética del individuo,
si ignora cual es su propósito individual y su propósito de conjunto? El
individuo, se cree un ser social, pero ignora cómo realizarse socialmente como
individuo. Ignora también cómo establecer correctas relaciones, por lo tanto,
en base a qué fundamentos sustenta su postura social?
Se habla también de que la familia es el
centro generador de las conductas creativas del individuo, pero ¿en función de
qué paradigma de excelencia opera la conducta familiar?
En función del estándar relativo a cada
individuo. O en función del estándar relativo a una determinada comunidad o
grupo ideológico, pero no en función del estándar absoluto, de lo completo, de
lo verdadero y de lo pleno, por la sencilla razón de que se ignoran los valores
absolutos.
La familia es la semilla germinadora de la
tradición histórica, y la historia ha de ser el reflejo del desarrollo humano
en pro de la excelencia, de lo completo, de lo verídico y de lo pleno.
La construcción de este estándar depende del
dominio sobre los servidores. La familia que domina la prudencia (opción
válida), la fortaleza (firmeza) y la templanza (flexibilidad en el respeto)
podrá ubicar al celo dentro de los límites de la unidad, y no caerá en la
tentación de entregarse o abandonarse al celo extralimitado. Pero la familia
incapaz de dominar a los servidores previos a la unidad, (arc-ángeles) perderá
la experiencia del valor de la plenitud, de la confianza y de la completación.
La familia es la estructura contenedora del
potencial social de cada individuo. Todo individuo ha de satisfacer el
propósito individual y a la vez el propósito de conjunto o social. La familia
que no se entrega por el bienestar de su familia vecina, difícilmente puede
hallar el respeto, la confianza y el valor de la entidad social en la cual se
inserta. La familia, para adquirir su validez como familia, ha de ofrecerse
voluntaria e incondicionalmente al beneficio de sus vecinos, hasta ser
correlativa, reconocida y aprobada como válida, por los vecinos. Esta
recognición de la validez de la familia por
la vecindad, realiza, y sustancializa la madurez de la familia.
Vemos por ejemplo que las familias al
servicio del beneficio de la comunidad son más y mejor aceptadas que las
familias que no se involucran en el desarrollo social.
El problema de los valores, radica en la
comprensión y el establecimiento de sus límites. El valor es siempre y para todos complaciente
dentro de los límites de la unidad absoluta. Siempre y cuando la complacencia
sea siempre y para todos válida.
La libertad es una cualidad que satisface y
por lo tanto la denominamos como valor, pero por ejemplo la libertad económica,
produce el liderazgo de monopolios que arrasan con las economías de menor
escala. La libertad política también produce la dirección monopólica del
partido predominante, que tiende a destruir a sus oponentes. Y la libertad de
los trabajadores, genera la facilidad de sindicatos cuyo monopolio tiende a
destruir la estructura productiva del país, por medio de las huelgas y
protestas sociales. ¿Cómo hace una
sociedad democrática para proteger la libertad de prensa sin hacerse a sí misma
vulnerable a los abusos por parte de los monopolios de los medios de
comunicación?
La
libertad en la familia, acaba por destruir la estructura vertical y horizontal
en las relaciones. ¿Qué puede hacer una familia para ejercer una postura
democrática que no caiga en ser demagógica y contraproducente? ¿Dónde
establecer los límites de la libertad en la familia? La libertad y permisividad
de los hijos, no siempre les fomenta el desarrollo de la autonomía o de la
autoestima, sino más bien produce todo lo contrario, el rechazo de sus
pares a una conducta generalmente intransigente
y el abandono a la anarquía, a una tendencia reaccionaria a la disciplina. La
libertad en la pareja, también abre la puerta a buscar las experiencias que no
se encuentran en el otro. La pareja permisiva, fácilmente se encuentra con un
opositor que comparte con la pareja, aquellas ausencias o carencias que uno
tiene, lo que origina finalmente la ruptura conyugal.
¿Cómo hace una familia para proteger la libertad sin hacerse a sí misma vulnerable a los
abusos de los demás?
La
familia ha de adquirir una conducta, basada en la comprensión de los valores
absolutos, y crear una comunidad social que le permita la protección de los
abusos de la sociedad imperante.
La
familia actual es vulnerable a todo tipo de opiniones, por lo tanto, no basta
con permitir el acceso al conocimiento, sino que hay que restringir el tipo de
conocimiento en los hijos. El hedonismo, el relativismo y el egoísmo son los
enemigos máximos de la conciencia humana. Pero no existe filtro alguno que nos
permita protegernos de ellos. Cada persona tiene que contener uno de estos
filtros, pero ¿cómo lograr esta meta? Ninguna familia es impermeable a las
influencias egoístas, relativistas y hedonistas. La impermeabilidad exige del
conocimiento de los valores absolutos, pero no basta con el conocimiento de los
valores, además es necesario de una sociedad protectora de dichos valores
absolutos. Esta comunidad impermeable, tampoco lo sería si se encuentra inserta
en el ámbito social de nuestra sociedad actual. Lo que nos indica el grado de
dificultades que debemos superar para establecer una sociedad protectora de los
valores absolutos.
La
convicción del beneficio público por sobre el beneficio personal es el punto de
partida de esta sociedad. El altruismo megapolitano ha de establecerse como enseñanza
en el ministerio de educación, antes de pensar en una sociedad impermeable. En
el estado actual todos somos permeables al híbrido enemigo de la conciencia.
La
libertad en las conductas tampoco benefician al individuo. En una sociedad
donde se ofrecen las libertades de conducta, de pensamiento y de valor, lo más
lógico a esperar de ella, es su inminente destrucción.
La
libertad en las conductas tiene un límite. No podemos permitir la libertad de
la conducta sexual y regalar las calles a la prostitución, por la sencilla
razón de que el propósito de la prostitución no es absoluto, sino relativo a un
grupo social marginado y centrado en el hedonismo egoísta. La promiscuidad
sexual nada tiene de absoluto. No beneficia al todo siempre. Únicamente beneficia
al grupo de marginados que lo practica y ni si quiera es así, porque lo único
que hace es destrozar las conciencias de quienes son adictos a ello. Evitar la
prostitución evita que las personas que se involucren en ello, pierdan su
integridad, emocional, intelectual y conductiva. La prostitución no beneficia a
los partícipes de ella, sino que los inserta en un sin fin de problemas
emocionales, problemas familiares, sociales y psíquicos. En un mundo de
libertad extrema sexual, no existiría lugar para la familia verdadera. En un
mundo de homosexuales no existirían descendientes.
Tampoco
podemos permitir las conductas egoístas de los adictos, tanto a las drogas como
al poder, a la fama o al ego. El adicto es dependiente de algo, y siendo
dependiente de algo pasas a ocupar la posición de objeto de las cosas a las
cuales eres adicto, esto va en contra del principio de la creación que nos dice
que somos hijos de lo absoluto y por lo tanto ocupamos la posición de
apreciadores de ello y no de dependientes de las cosas. El adicto es fácil de
transformarse en fanático consumidor. Si liberamos la conducta aditiva, creamos
una amenaza para la sociedad normada. La adición es una tendencia egoísta que
prevalece al uno por sobre el todo y siempre, por lo tanto no tiene nada de
conducta centrada en lo absoluto. El adicto prioriza su necesidad por sobre la
necesidad de lo absoluto, lo que transforma su criterio de ser universal a ser
relativo a la persona.
La
conducta libertina del juego, genera la gestión para la educación del
entretenimiento. Este tipo de educación en los medios de comunicación produce
una juventud necia, lo que no beneficia al todo, por lo tanto nada tiene que
ver con lo absoluto.
Cualquier
conducta ha de ser normada de acuerdo a la estructura base de cuatro posiciones,
eje de las relaciones interpersonales completas.
Hoy
vemos en los diarios a las lesbianas, prostitutas y homosexuales exigiendo su
derecho a trabajar “honestamente” en las calles. Vemos también a grupos
ecologistas exigiendo que impidan la tala de árboles, la caza de las ballenas,
de focas y de animales salvajes, que se impida la muerte masiva y cruel de los
pollos, de las vacas y de los cerdos. Vemos a los presos exigiendo mejores
dormitorios y mejores condiciones en la prisión. Estas exigencias que por un
lado contienen una dosis de certeza, por otro lado si se extreman podemos
llegar a ver, las calles invadidas por lesbianas, homosexuales y prostitutas,
en una sociedad escasa de alimentos, y repleta de bandidos.
La
conducta ha de ser normada de acuerdo con los patrones absolutos contenidos en
las funciones básicas de la estructura base de cuatro posiciones.
f-LA FAMILIA EN
LA RESTAURACIÓN:
En
el proceso de la restauración, la familia se restaura sobre su fundamento
espiritual de la conducta, del conocimiento y del amor. Originalmente la
familia sería el núcleo del amor, de la sabiduría y de las conductas normadas.
Actualmente no es así. Transformar a la familia actual en la familia original,
tiene su costo.
El
costo de cada posición y el costo del proceso. La familia se construye en
función de un proceso en tiempo y de una estructura de posiciones, ambos,
proceso y estructura han de ser modificados y transformados de acuerdo a un
ideal distinto al que tenemos.
Vivimos
en pro del ideal personal, y debemos vivir en pro del ideal de la creación. El
ideal personal es relativo a cada uno, y el ideal de la creación es absoluto
porque es siempre y para todos válido.
El
traspaso del ideal relativo al ideal absoluto tiene el costo de la negación del
ideal relativo y el costo de la adopción del ideal absoluto. Realizar el ideal
de la creación es un deber, es el deber de cada ser humano para transformarse
en auténtico humano.
¿Cuál
es el costo?
La
familia se compone de padres e hijos, marido y esposa, hermanos y hermanas. En
el proceso de formación de la familia, el primer paso a experimentar es el de
la experiencia entre hermanos. Primero, somos novios, luego cónyuges, después
padres, y finalmente hijos. La última experiencia en la completación de la familia
es la experiencia entre hijos, es decir la experiencia entre hermanos. Por lo
tanto, en el proceso de restauración, la primera relación a restaurar es la
relación entre hermanos.
¿Cuantos
tipos de caracteres pueden existir entre hermanos?
Emocional,
intelectual y volitivo
Emocional
en estado de formación, (1) de crecimiento, (2) de completación (3) y maduro
emocional (4).
Intelectual
en estado de formación, (1) de crecimiento, (2) de completación (3) y maduro
Intelectual (4).
Volitivo
en estado de formación, (1) de crecimiento, (2) de completación (3) y maduro
volitivo (4).
Nos
da un total de doce.
También
podemos hacer otra asociación
Emocional,
(1) emocional emocional,(2) emocional intelectual,(3) emocional volitivo(4)
Intelectual,(1)
intelectual intelectual,(2) intelectual emocional ,(3) intelectual volitivo(4)
Volitivo,
(1)volitivo volitivo, (2)volitivo emocional,(3) volitivo intelectual. (4).
De esta manera también nos da doce.
Si
nos guiamos por la repartición tradicional del zodiaco, también nos da doce
caracteres. Aries, Géminis, Leo, Libra, Sagitario, Acuario, Tauro, Cáncer,
Virgo, Escorpión, Capricornio, Piscis.
El
zodiaco chino, también divide los caracteres en doce: rata, tigre, dragón,
caballo, mono, perro, búfalo, liebre, serpiente, cabra, gallo, jabalí.
Si
por caracteres posibles tomamos el doce como número, lo primero que hay que
hacer para restaurar el proceso de la familia es el número doce. Cada pareja,
marido y mujer ha de restaurar el doce en tres etapas de crecimiento, para
tener la experiencia completa del amor. Doce personas crean un tercio del
circulo que tiene 360° si se restaura la relación con 12 personas primero, se
obtiene la experiencia para que las 12 personas posteriores se restauren sobre
la protección de las anteriores y las 12 siguientes, ya tendrían la experiencia
de las 12 anteriores lo que mejoraría su posición. Dividiendo 360° en tres
etapas nos da 120°. El primer paso es el de restaurar a 36 parejas cada uno de
los cónyuges, lo que hacen un total de 72 parejas. Estas 72 parejas, de
mantenerse unidas, restauran la posición Caín y Abel completamente. Sobre este
fundamento completo, la familia puede llamarse protegida.
Esta
familia, por un lado elabora su desarrollo emocional, cognitivo, y volitivo,
logrando elevar al estado de madurez, cada uno de estos tres atributos,
posicionando a la emoción, o conciencia del valor, en la posición directiva, en
función de la cual, el intelecto o el conocimiento logrado en la educación y
conducta de cada miembro de la comunidad, adquiere su máximo desarrollo; y por
otro lado se inserta en el ámbito social, estableciendo las relaciones
correctas socialmente que le permiten adquirir una postura ética, que le es
válida en el inicio y desempeño de cualquier relación posterior. En pocas palabras,
los miembros de este proceso, adquieren una conciencia válida, un conocimiento
válido y una conducta válida, lo que les califica como verdaderos.
36 y 36 parejas, simbolizan al circulo
completo en la posición causa y efecto, en la posición sujeto y objeto y en la
posición Caín y Abel. El logro de la unidad entre ellos, permite el logro del
modelo social a seguir.
Sobre el establecimiento de este modelo, se
puede hablar de garantías: Garantía de un ambiente protegido, garantía de un
ambiente de conocimiento absoluto, garantía de un modelo de conductas
correctas. Esta célula social, permite el desarrollo del individuo que surge en
ella y lo madura en sus tres áreas de conducta, de conocimiento y de valor.
Sin este fundamento el ideal, es una
fantasía.
Para realizar el ideal es preciso encontrar
primero una persona que empatice, crea y obedezca tus directrices, de acuerdo
al principio de la creación. Por lo mismo, antes de iniciar el camino de
ofrecer el conocimiento, has de tenerlo muy bien asimilado. Lo que obliga al
estudio exhaustivo de la materia. Por lo mismo, el curso formula nos indica que
después de los seminarios de cinco y veintiún días, se estudie bien la teoría
del arte, y los principios divinos.
Cada persona espera el conocimiento de la verdad,
por lo tanto al ver a cada persona, debemos hacernos y sentirnos responsables
por entregárselo. Pero no todos, a pesar de que todos esperan saber cual es el
sentido de su vida, el origen y la identidad del ser humano original, no todos,
están abiertos a profundizar en ello. La cantidad de prejuicios adquiridos
durante sus vidas, les impide en ocasiones el acercamiento a la verdad. Por lo
tanto es preciso ser muy prudente, para evitar su oposición a aquellos temas
conflictivos o a aquellas diferencias de interpretación, que muy bien pudieran
impedirle el adquirir este valioso conocimiento. Ser prudente implica en
ocasiones el saber eludir sus diferencias sin hacerle sentirse ignorado o
abandonado. La sabia actitud del combatiente que espera, cediendo terreno al
enemigo, hasta encontrar el momento adecuado para vencerle, es más adecuada que
el enfrentamiento verbal, que divide e imposibilita el encuentro posterior. En
esta tarea de educar lo que no se puede perder nunca es la relación, por lo
tanto cualquier diferencia que ponga en peligro la unidad en la relación hay
que saber eludirla.
Si estamos seguros de que la relación está
por sobre nosotros mismos, nos podemos entregar al propósito de la relación
pero si no somos conscientes o sensibles a esta realidad, es necesario que
profundicemos más en el tema.
¿Qué es primero, relación o posición? ¿Qué es
primero relación o persona? ¿Qué es primero la relación o yo?. Si pensamos a
fondo en esto, no cabe duda de que para que exista la posición es preciso de la
relación previa entre causa y efecto, sólo después de completada esta relación
se desprende la persona, de su causa originaria. Lo que nos indica que primero
es relación y después es posición, persona o yo. Por lo mismo Yo me debo a la
relación y si quiero mantenerme en orden con el ambiente, he de priorizar la
relación por sobre la persona. Esta es la única manera de sobrepasar los
conflictos. Conflicto es producto de una relación insatisfecha, irreconocible o
incompleta. El conflicto surge, precisamente, cuando el sujeto desprecia, ignora o rechaza al objeto.
Conflicto es un estado de falta de unidad en
uno mismo o de falta de unión con el otro o lo otro. En las personas el
conflicto aparece por diversas razones, destacándose entre ellas: la
incompatibilidad emocional, diferencia
en intereses o conductas. La falta de unión entre causa y efecto o entre sujeto
y objeto, originan conflicto. La recognición del conflicto se evidencia
mediante tensión, desconfianza y descalificación o rechazo. Tensión produce alteración
del orden y generalmente desencadena en el
sentimiento de dolor. La
ignorancia produce temor, puesto que no sabes a qué atenerte. Y el rechazo,
produce en su extensión , el egoísmo y la soledad.
Si observamos a las personas detenidamente,
podemos averiguar el pasado de las mismas, por la conducta que tienen. La
conducta temeraria, es debida a la suma de relaciones de desconfianza; la
conducta de soledad, es producto también de falta de acogida, de falta de
confianza, de falta de empatía, y por lo tanto es fácil averiguar que la
persona solitaria, ha vivido numerosas relaciones de este tipo, que dieron como
resultado su conducta egoísta.
Tensión es un término que se utiliza en
física para determinar a las fuerzas que operan en el mantenimiento de la
unidad entre opuestos, cuando tienden a separarse. Curiosamente, la tensión se
denomina a la fuerza que impide la separación. Y conflicto se denomina a lo que
produce la separación. Si pensamos un poco, nos damos cuenta de que el
conflicto que produce la tensión, opera entre el rango desde que se inicia el
proceso de separación, hasta que se separan las posiciones sujeto objeto. Por
lo tanto la tensión en sí, no es nada externo a la relación y es más, podría
decirse que es gracias a la fuerza de la tensión, que se posibilita el regreso
a la unidad. Sin esa tensión, la separación sería inmediata.
La relación contiene una porción elástica en
su estructura. Esta elasticidad permite las diferencias, pero existen
diferencias, que si no son apreciadas en su justa medida, exceden el margen de
elasticidad de la relación y la destruyen. Por eso es necesario priorizar la
relación por encima del punto de vista personal de la apreciación del
sentimiento, del conocimiento o de la conducta.
Es fácil juzgar, bajo el punto de vista de
uno mismo la conducta del otro como errada, falsa o no válida, pero ¿quién es
el más apropiado para juzgar la conducta de alguien? Sin duda que el más
apropiado para juzgar su conducta es el que la origina, dirige y realiza. Si
alguien obra causándome un problema, lo lógico es preguntarle cual es la razón
por la cual está operando así, antes de juzgarle desde mi punto de vista
parcial y relativo. Quizá bajo su punto de vista, se justifica su conducta. Si
se niega, o me rechaza, la única alternativa que tengo frente a esa persona es
la de darle un tiempo para que recapacite, y hacerle entender cuál es el punto
de vista del conjunto frente a esa situación específica.
La Prudencia es fundamental en
la conducción de las relaciones. Sólo es posible optar por la alternativa
válida, después del discernimiento entre las opciones. Para eso es necesario el
uso de prudencia. Se denomina a la prudencia como virtud, y a la virtud se le
entiende como fuerza de las causas para producir o causar los efectos, poder y
potestad de obrar. Toda virtud se entiende como fuerza, vigor o valor. Yo
personalmente entiendo a la prudencia como el servidor que nos permite
detenernos frente a la opción y discernir antes de optar por la alternativa
válida. Como servidor que protege la opción válida, también se puede considerar
como un ángel.
Los ángeles son servidores del valor,
servidores del conocimiento (Lucifer) servidores del amor (Miguel) y servidores
de la conducta (Gabriel). El arcángel Miguel es considerado como el primero y
principal de los ángeles, su nombre significa ¿Quién como Dios? Y expresa el
verdadero valor que estriba en Dios. Miguel es el protector de la iglesia,
significa el valor absoluto de Dios. Por lo tanto ocupa la posición de la
conciencia del valor.
Lucifer, de lux, lucis, luz y ferre, llevar, es uno
de los nombres dado por los romanos al lucero de la mañana, también se dice del
soberbio, del ángel que extremó su conocimiento. Se entiende como el ángel
servidor del intelecto, o conciencia de la verdad.
Gabriel es el tercer arcángel mencionado en
las escrituras, su nombre significa “hombre de Dios”. Su función es la del
hacedor. Fue Gabriel el que anunció a Daniel el nacimiento del Mesías, a
Zacarías el nacimiento del Bautista, y a María el nacimiento de Jesús. Según
los árabes, reveló el Alcorán a Mahoma. Se entiende como conciencia de la
conducta o sinónimo de voluntad.
Sólo el dominio de estos tres aspectos,
emocional, intelectual y conductual, posibilitan la relación completamente
correcta. Para lo cual es preciso de opción válida y eso únicamente es posible
sobre el discernimiento efectuado con prudencia.
La Fortaleza garantiza la
consecución del logro. Únicamente podemos cumplir con la realización de
cualquier acto, después de mantener una conducta determinada, concentrada y
firme. Sin la determinación, o resolución a encontrar el valor, sería imposible
su concreción. La determinación es una cualidad
trascendental e intrínseca a todo ser, puesto que todo ser opera en movimiento y relación
constante y continua.
La fortaleza opera como servidor del
cumplimiento del logro, posibilita la consecución válida, permite llegar al
encuentro con el valor. Un ser determinado, contiene la fortaleza para recorrer
el camino del desarrollo intencional. Por lo tanto la fortaleza es un servidor
que de ser dominado con firmeza y convicción en su justa medida, posibilita el
encuentro con el valor.
La Templanza es un servidor
elástico, permite la tensión, pero sirve para evitar la escisión o ruptura de
la relación. La templanza nos sirve como protector del rechazo, del miedo y de
la insatisfacción. Es lógico de esperar en un mundo de diferencias que algunas
de estas sean intolerables por nuestros ideales, criterios o conductas. Para
esos momentos en especial, se nos entregó el servidor de la templanza. Ser
templado, no es ser tolerante. Templanza y tolerancia no son la misma cosa.
Tolerar es permitir y templar es poner en su justa medida. El uso de la
templanza se ejercita en los momentos de conflicto. El conflicto crea tensión,
temor y rechazo. Cada uno de estos productos son aceptables dentro de un rango
e inadmisibles fuera de ese rango. Toda tensión, temor o rechazo, son válidos
dentro de los márgenes de la unidad en la relación, e inadmisibles cuando la
relación se transforma en lucha. Fuera de los márgenes de la relación no se
debe tolerar la tensión, el temor o el rechazo. Es inadmisible, porque se
transforman en destructivos, injustificables
e insatisfactorios.
En toda relación, es de esperar algún
conflicto, si entendemos al conflicto como la falta de unidad en uno mismo o
falta de unión con el otro o con lo otro. Es natural que si todos somos únicos y por lo tanto
diferentes, existan también diferencias mínimas y diferencias máximas, por lo
tanto cabe lugar a conflictos de un rango u otro.
Si contamos con esa posibilidad y somos
sensibles, conscientes y operativos frente al conflicto, lo normal es que todo
quede en algún grado de tensión, de temor o de rechazo, pero sin llegar al
extremo de la ruptura de la relación. Esto es lo que ocurre en la relación
entre padre e hijo. Ambos pueden sentirse tensionados, temerosos el uno del
otro o incluso rechazados, pero vuelven una y otra vez a estar unidos debido a
que el lazo vincular entre ambos, les impide romper su relación. Este grado
vincular es el que hay que desarrollar entre el sujeto que inicia su conducta
de restauración y sus treinta y seis parejas o familias. Con ese nivel de
ligazón vincular, cualquier diferencia es tolerable y templable.
Como familia que debe restaurarse, debemos
establecer metas y objetivos prácticos, y por supuesto, alguna metodología
operativa a realizar. Ponerse condiciones inalcanzables, puede ser inoperante y
frustrante. Lo importante es ser realista, saber con las condiciones, cualidades
y habilidades de las que se dispone y en función de estas, iniciar el
desarrollo de un proceso de realización y consecución de logros.
g-FORTALECER EL
CONOCIMIENTO, LAS CONDUCTAS Y EL SENTIMIENTO
La mejor manera de desarrollar la voluntad es
mediante la firmeza y el ejercicio cíclico o circular completo; para
desarrollar el intelecto, es la lectura o el pensamiento comparativo y para
desarrollar la emoción, es la oración.
Para desarrollar la fortaleza, hay que poner
condiciones de firmeza. Para desarrollar la templanza hay que ponerse en
situaciones límite y para desarrollar la prudencia es preciso de la oración
profunda y centrada en el valor que es siempre y para todos válido.
La fortaleza se desarrolla determinándose con
firmeza en la consecución de logros. Para eso no hay nada mejor que el
entrenamiento constante en cualquier área, pero condicionado por una persona
con más experiencia en el logro de la fortaleza. En casos especiales se utiliza
el fondraísing como metodología más
completa, pero también se puede realizar el mismo ejercicio siendo determinado
a cumplir metas y objetivos claros y precisos, durante un tiempo de
fortalecimiento y desarrollo de esta virtud.
El intelecto se desarrolla mediante la
asimilación y asociación comparativa de elementos de conocimiento. La
asociación comparativa permite deducir juicios y determinar la razón contenida
en dichos juicios, de donde se desprende
conocimiento.
La asociación de conocimiento, permite
también el desarrollo de una conciencia tolerante puesto que se prioriza la
asociación comparativa por sobre la posición de una de las partes. Al aprender
a comparar, también se aprende a tomar en cuenta ambas posiciones. El
desarrollo del intelecto, también influye en el desarrollo de la templanza.
La templanza se ejercita y se desarrolla en
situaciones de conflicto, en situaciones límite. Expuesto al conflicto, a la
tensión al temor, al rechazo, no te queda otra alternativa que templarte, que
elastificarte. Las posturas extremas, duras e intransigentes no pueden operar
en situaciones de tensión, de temor o de rechazo. Por eso que es importante el
desarrollo de la templanza, insertándose en numerosas situaciones extremas. Una
situación límite para uno puede no serlo para otro, por lo tanto dichas
situaciones límite, deben ser determinadas por la persona que se enfrente a
ellas. Existen situaciones límite en distintas áreas; citaciones límite
emocionales, situaciones límite intelectuales y situaciones límite
conductuales, por lo tanto es útil el enfrentarse en cada una de estas áreas.
El ejercicio de fondraísing es ideal para desarrollar en un corto periodo de
tiempo estas conductas templadas, así como también el educar a otros, porque te
pone en situaciones de conflicto intelectual. Estas situaciones límite intelectivas
o cognitivas, desarrollan la templanza. También se puede poner dicha persona al
servicio de un guía o persona con más experiencia en el cómo superar estas
situaciones extremas.
La prudencia se desarrolla únicamente con una
actitud de oración constante, que no tiene que ser necesariamente identificada
con el rezo, sino con la búsqueda del valor absoluto que opera siempre y para
todo.
Orar no es repetir unos signos con devoción,
orar es establecer una relación emocional, intelectual o volitiva con lo
absoluto. Orar es preguntarse cual es la opción válida frente a las
alternativas de que dispongo, es deducir de entre lo que conozco, qué es lo que
es siempre y para todo válido, es optar, de entre las conductas que se me
ofrecen, aquella que es la responsable en el cumplimiento del deber. Orar
también es informar a la conciencia absoluta de los logros, satisfacciones,
conocimientos y agradecimientos. El desarrollo de la oración, facilita el
discernimiento y por lo tanto la opción válida. La oración es el mejor
generador del valor, puesto que permite mediante el crecimiento de la
prudencia, la unidad con lo que es siempre y para todos válido. Permite la
ligación con lo absoluto, la unión con Dios.
Una conducta centrada en la oración es una
conducta noble. Cualquier opción tomada sobre el discernimiento entre lo que es
prioritario para el logro de lo que es siempre y para todos válido es una
opción válida. Por lo tanto la mejor manera de desarrollar la prudencia en la
opción es la oración, orar es hablar con lo Absoluto, con lo pleno y con lo
completo. Siempre es útil dejarse asesorar en la oración por alguna persona con
más experiencia en ello.
En el fondo todos estos ejercicios fortalecen
emocionalmente a la persona, haciéndole cada vez más y más sensible a las
necesidades, intereses y deseos humanos universales, fortalecen la convicción
en aquella verdad absoluta que es siempre y para todos válida, lo que produce
una tremenda seguridad, y fortalece las conductas del individuo, sintiéndose
cada vez más libre al saberse responsable de sus actos.
Sin duda esto fortalece el sentimiento de
familia. Cuando los miembros de una familia están unidos en la oración, en el
raciocinio y en la tradición, la familia se fortalece y se cimenta como
sostenedora del ideal de la creación. Cuando varias familias ordenadas en
comunidad comparten la unidad en la oración, en el raciocinio y en la
tradición, la comunidad se fortalece y se cimenta como sostenedora del ideal de
la creación. Cuando varias comunidades ordenadas en sociedad, comparten la
unidad en la oración, en el raciocinio y en la tradición, la sociedad se
fortalece y se puede pensar en un ambiente optimo para el desarrollo y
cumplimiento del ideal de la creación.
h-FAMILIA
INTEGRANTE DE LA COMUNIDAD
La
humanidad se cimenta en la familia, por lo tanto, la familia tiene la
responsabilidad de fortalecer, conocer y valorar a la comunidad a la que
pertenece. Una familia que vive los principios de la creación, es una familia
que predomina el beneficio social, por sobre el beneficio familiar. En esta
familia se prioriza el eliminar fronteras raciales, fronteras ideológicas,
sociales, culturales, económicas etc.
La
familia centrada en el ideal de la creación, proyecta su visión hacia la
comunidad, hacia el ideal comunitario de priorizar el beneficio del todo y
siempre por sobre el beneficio propio. En esta familia, cada miembro acepta su
posición social o comunitaria con respeto y responsabilidad. Entregándose al
servicio del bien común. Sabiendo que el beneficio del todo, satisface al
individuo, lo mejora y lo enriquece.
En una familia comunitaria se ora en
comunidad, se piensa en comunidad y se realiza en comunidad. La familia se
ofrece por el beneficio del todo y siempre centrado en el valor absoluto. Es
necesario comprender que el todo y siempre es omnipresente y eterno al mismo
tiempo, por lo tanto es ley, razón y realidad.
Cuando hablamos del todo y siempre, no nos
referimos al todo social, ni al siempre en la historia, es más profundo que
eso. Nos referimos al todo universal y al siempre eterno. La familia que se
ofrece por este beneficio, obra en consecuencia con los principios de la
creación.
La familia comunitaria debe realizarse como
partícipe de la comunidad y la comunidad es una unidad común, unidad social
común al grupo que la compone. Para ser común
ha de ser correlativa a todos los componentes de la misma, ha de ser
reconocible por todos los componentes y ha de ser correspondiente con todos los
componentes de la comunidad.
Emocionalmente es preciso hallar la sincronía
en el ideal común del beneficio público. Esto se establece al estar centrados
en el ideal de la creación. En este sentido, el compartir una ideología común, facilita la afinidad y empatía emocional .
Intelectualmente el reconocerse en el mismo ideal, facilita la confianza entre
las familias, lo que genera unidad en la comunidad. Conductualmente facilita
una tradición elaborada, donde la experiencia del anterior, facilita la
conducta del posterior. Esta comunidad unida, se transforma en la base sustentable
de la nación.
La comunidad se administra
participativamente. El producto del beneficio de las habilidades de uno se
ofrece a la mejora de la situación del todo. El beneficio no se almacena, se
comparte. Quien gane siete y necesite tres, ofrece los cuatro restantes al
beneficio público. Las familias trabajan por el beneficio público y el público
trabaja por el beneficio de las familias. Esta actividad compartida, genera los
recursos necesarios para la igualdad en derechos de los miembros de la comunidad.
En la comunidad es Dios el centro de todo
siempre. Dios es el beneficio de todos y de todo siempre. Dios es el afecto
incondicional por el todo y todos siempre. Dios es la unidad con el todo y
todos siempre. Dios es lo completo en todo, siempre. La comunidad de lo
absoluto es la verdadera comunidad.
i-LA GRAN
FAMILIA HUMANA
El hombre y la humanidad se ligan en lo
humano. Lo humano es universalmente incondicional en el afecto, lo humano es la
cualidad absoluta del conocimiento que es siempre y para todos válido, lo
humano es la completación de la bondad, la perfección del hecho.
Para entender al hombre ligado con la
humanidad, debemos comprender lo verdaderamente humano.
La correlatividad en el afecto incondicional,
genera humanidad; la recognición del conocimiento absoluto, genera humanidad y
la correspondencia o semejanza con lo absoluto, genera humanidad. Del mismo
modo la correlatividad emocional entre plenitud y placer, genera al ser humano;
la recognición entre ley y razón, genera la ser humano y la semejanza o
correspondencia entre apreciación y creación, genera al ser humano.
La gran familia humana está centrada en la
correlatividad emocional, en el reconocimiento intelectual y en la
correspondencia creativa.
El ser humano aprecia, reconoce y atiende.
Aprecia los sentimientos, conocimientos y facultades del otro o de lo otro, y
de esa forma adquiere sus sentimientos, conocimientos o estímulos. La actitud
apreciativa, posibilita el encuentro con el valor, la actitud recognitiva o
confiada, también permite el acceso al encuentro con el valor, así como la
atención al otro o hacia lo otro, posibilita el encuentro con el valor.
El ser humano crea humanidad en la actitud
apreciativa, confiada y motivada hacia el otro o hacia lo otro.
Humano es todo aquello universal, absoluto y
pleno, porque solo el hombre tiene la capacidad de apreciarlo, comprenderlo y
realizarlo.
La gran familia humana, ha de enfocarse hacia
el aprecio, la recognición y la atención. Para eso ha de vencer la tentación al
desprecio, al conocimiento relativo o partidista, y al egoísmo.
El
comportamiento humano no es meramente accidental, siempre es una referencia de
algo y además contiene en sí un significado. La conciencia intencional existe
con él y en él. La conducta humana ocurre en un contexto de determinantes,
enfocadas hacia la consecución de lo absoluto. La fuerza motora de la conducta,
dirige el acto del hombre hacia el encuentro con el valor. La capacidad de
apreciar sólo permite adquirir aquello a lo que pone precio, a lo que contiene
valor. Solo puede poner precio a lo que vale. La capacidad de despreciar, nos
permite descartar lo que no es válido, para recibir exclusivamente lo que
apreciamos como válido.
El hombre y la humanidad sólo se encuentran
en el valor.
Las relaciones que determinan el
comportamiento humano, podemos denominarlas como situaciones que al progresar
en su desarrollo, se van haciendo más complejas, y consecuentemente su
comportamiento se vuelve más diferenciado. El hombre está continuamente inserto
en situaciones. Desde su gestación hasta su muerte.
Podría decirse que el individuo contiene en
sí mismo el potencial humano en su semilla originaria, y que este potencial se
va cumpliendo en el entorno social. Sin ese entorno social, el individuo no
puede adquirir su humanidad. No puede hallar la correlatividad, el
reconocimiento ni la semejanza, si no es en otro humano.
El
hombre, por sí solo, no puede ser comprendido como individuo, si nos es en
relación con otro; es únicamente en una comunidad donde se convierte en humano,
y donde sus potenciales pueden realizarse.
El potencial del ser humano consta de la
capacidad de ser padre, de la capacidad de ser maestro y de la capacidad de ser
líder. La capacidad de amar incondicional y universalmente a todas las cosas de
la creación, la capacidad de enseñar todo el conocimiento y la capacidad de
liderar y ordenar a todo lo creado.
El lazo entre los seres humanos, reside en su
inteligencia común y el lenguaje, es el vehículo que hace posible la
inteligencia abstracta de la comunidad. Como hemos visto, es únicamente, como
miembro de un grupo o comunidad que el individuo puede cumplir su tarea como
ser humano.
Como
también sabemos, el comportamiento humano es la manifestación física de una
elección; surge de una alternativa y en este caso, lo importante, es saber
optar por la alternativa válida que transforma la conducta del individuo en
humana.
Hablar de humanidad es hablar también de
posiciones verticales y horizontales, de tiempos y de espacios, de expectativas
y logros.
Si nos damos cuenta, el hombre y la mujer
cuando se unen en el amor se transforman en un instante en amigos, cónyuges y
padres. Ese momento de unión es el instante glorioso o el instante diabólico,
dependiendo de si se establece en consonancia con lo absoluto, o en consonancia con lo relativo. Del instante
glorioso se desprende el fruto protegido, reconocido y querido por la unidad de
los padres; y del instante diabólico, se produce el fruto desprotegido, rechazado
y no reconocido por los padres. Pero ese instante de unidad, encierra en sí
mismo el significado glorioso, que transforma al individuo en ser humano. La
conducta que glorifica al hombre produce humanidad.
Dos se unen por sincronía por reconocimiento
o por parecido. Esto nos indica que en toda relación, además de posiciones,
causa efecto o sujeto objeto, existe un contenido correlativo, recognitivo y
correspondiente. Sin esta reciprocidad la relación no puede operar. Pero, la
semejanza obliga al encuentro con un semejante, la recognición obliga al
encuentro con lo reconocible, y la correlatividad, obliga al encuentro con lo
correlativo. Esta naturaleza obliga
inevitablemente a la unidad. Obliga porque es ley, y toda ley, contiene
obligación y derecho. Obligación a satisfacer y derecho a ser satisfecho.
El individuo para ser humano ha de ser
satisfecho en sus capacidades sensibles, cognitivas y productivas, mediante el
uso de sus habilidades sensibles, cognitivas y creativas, dirigidas al
encuentro con la unidad en el valor que es siempre y para todos válido.
Pareciera ser que Dios al crear a todos los
animales, no haya querido emplear más que una idea, variándola de todas las
maneras posibles. Todo ser busca ser satisfecho, consciente o
inconscientemente, realiza aquello que lo completa, que reconoce como válido y
que lo valida. Lo mismo ocurre con la humanidad.
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